Parte 3

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—Es un idiota—

—Ugh, lo sé—

—Es decir, sí luces como una chica de instituto, pero no tiene porqué decírtelo en tu cara— golpeé el hombro de Minji.

—Jamás volveré a ese lugar— dije mientras caminábamos por los pasillos de la universidad.

—Tengo una mejor idea— Minji se puso justo enfrente de mí con un sonrisa traviesa —¿Y si este viernes vuelves?—

—¡¿Qué?! ¿Estás loca? No, jamás— la rebasé y caminé hacia nuestro salón.

—Vamos, Seulmin—

—No— entré al salón y tomé asiento.

Minji se sentó junto a mí, aún insistiendo.

—Basta, Minji, me quedó claro que no pertenezco a ese lugar— el maestro entró en el aula y todos guardamos silencio. Menos Minji.

—Seulmin, piénsalo. Si vuelves a ir, le demostrarás que se equivocó y que no eres una nerd como él piensa...—

—Señorita, ¿tiene algo qué compartir con la clase?— interrumpió el profesor.

Minji guardó silencio y la clase comenzó.

"Tal vez... Sí es una buena idea", pensé.

...

Viernes

—Quedaste muy bonita—

—Hmmm— me miré en el espejo con desconfianza. Para mí sorpresa, Minji tenía razón, no había quedado tan mal.

—Bueno, ahora me voy que los demás me están esperando para ir a bailar— miré a Minji con nerviosismo, ella acarició mi cabeza y sonrió —Vamos, Seulmin, quita esa cara de palo que tienes y sonríe un poco. Ese idiota hoy se quedará boquiabierto—

Minji era una buena amiga.

Cuando ella se fue, tomé mi bolso y mis llaves y salí directo a ese lugar lejos del centro. Aunque ni siquiera sabía si él seguiría ahí, seguí caminando, decidida a divertirme hoy un poco.

Cuando alcancé a vislumbrar el letrero de luces de neón a pocos  metros en seguida mi corazón me empezó a latir como si fuera taquicardia.

Bajé las escaleras y ahí estaba de nuevo ese tipo alto con su compañero.

El ambiente era el mismo del viernes pasado; todos tomaban y bailaban.

Me acerqué a la barra y pedí la misma copa de vino blanco. Esta vez, me quedé de pie junto a la barra, trataba de disfrutar de la música, pero no era mucho mi estilo.

Pasaban los minutos y no veía a nadie que se pareciera a ese sujeto. Aunque, a decir verdad, no lo recordaba muy bien. Solo fueron unos cuantos minutos los que estuvimos de frente. Su voz grave, casi como un rugido, era lo que más recordaba, pocas veces había escuchado una voz así que no fuera en una película o en el radio.

Cuando me di cuenta, había pasado casi una hora parada junto a la barra esperando por alguien.

Reaccioné y tomé la copa de un solo trago. Cuando me dí vuelta para pagar, lo ví. Había estado sentado detrás de mí, en ese mismo rincón oscuro, todo este tiempo. Me sentí la más idiota de todas y me apresuré a pagar.

Al darme la vuelta para caminar hacia la salida, ya había alguien detrás de mí que chocó conmigo. O, más bien, me tapaba el paso.

—Perdón— dije. Quise evadirlo, pero este me tapó el paso de nuevo.

—¿Te vas tan pronto? Pero si aún no es media noche...— alcé la mirada y ví a un tipo bien vestido que apestaba a alcohol y presunción.

Quise abrirme paso de nuevo, pero uno de sus brazos me detuvo rodeándome.

—Suéltala—

Reconocí esa voz. Miré hacia atrás y ahí estaba él.

Aquel chico tonto que me rodeaba con su brazo, lo quitó lentamente. Como si no quisiera hacerlo, pero tenía que.

—Largo de aquí— le ordenó. El chico se retiró enojado.

—Gracias— dije

—Tuviste suerte de que te reconociera —lo miré confundida —Por todo el maquillaje— señaló mi cara —Tu no lo necesitas... Así estás bien—

Reí —No te pedí tu opinión—

Ví su rostro sorprendido y una media sonrisa


—¿Qué haces aquí de nuevo?— no supe qué responder —Este no es lugar para una universitaria... —

—Solo... Vine a relajarme un poco—

El chico rió. —¿Relajarte aquí?... ¿Qué no dijiste que estudias arte?... Sabes, cuando yo quiero relajarme el último lugar que pienso es este...— rió de nuevo.
Parecía sincero, incluso había recordado que estudiaba arte... ¿Quién era este sujeto?

—¿Tomas algo?—

—Aah...— miré la hora en mi celular, y, aunque no era muy tarde, tenía que regresar a casa.

—Ok, entiendo. Pero la siguiente semana tendrás que contarme qué hiciste para llegar aquí... — el chico recogió un vaso de la barra y se fue entre la multitud que bailaba.

Caminé hacia la puerta y me dirigí a casa.

"¿Es una cita?" me preguntaba mientras caminaba a casa.

De pronto me dieron ganas de que fuera viernes otra vez.

....

-gminssi 🍍

b a d l i a r || Terminada✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora