Primer y vigesimo noveno rechazo

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¿¡¡¡Como que la chica Malfoy no toma adivinación!!!?-exclamó James-¡Ahora vamos a pasar dos aborrecibles horas aquí solos!
¿Acaso dudas de ti Cornamenta?-preguntó Sirius en un tono burlón-
¿Qué quieres decir con eso Black?-preguntó James- Quiero decir que ninguna chica puede resistirse a mi encanto-dijo Sirius siendo Sirius- y tu bueno, ahí está Evans. James se limitó a hacerse el ofendido y negarle la palabra a Sirius.

Luego de acabada la clase se dirigieron al linde del bosque prohibido para iniciar su clase de cuidado de criaturas mágicas. Para sorpresa de nadie Lea y Lily se encontraban hablando animadamente con Snape, cuando Sirius y James se les acercaron: Hola, señoritas-dijo galantemente Sirius- ¿no os da vergüenza que las vean con semejantes compañías?
No, por suerte nadie nos vio hablando contigo Black-contestó Lea fríamente- mi amigo Severus-dijo haciendo énfasis en esas palabras- y mi amiga Lily no discriminan.
Sirius volvió a intentar seducirla o al menos sacarle una sonrisa, pero sin buenos resultados Lea respondió a todos sus intentos con suma frialdad al ver los pobres resultados de su amigo James intentó sacar partido de eso, pero sin éxito.

¡¡Bueno, bueno Potter, Black esto no es una cita es una clase!!-bramó el profesor-¡a sus lugares, que vamos a comenzar!
James y Sirius se fueron de mala gana a sus lugares al ver los resultados de sus amigos Remus preguntó con aparente inocencia: ¿Cómo les fue con sus trucos?
¿Acaso eres ciego Lunático?-preguntó Sirius- nos fue fatal, sumamente fatal.
Remus sonrió era la primera vez que algo no les funcionaba con una chica.

¡Black, Potter, Lupin cuantas veces les tengo que repetir lo mismo, ESTÁN EN UNA CLASE!-gritó el profesor-¡presten atención!
Snape soltó una risita, amaba cuando los profesores regañaban a los merodeadores, James le lanzó miradas asesinas que Snape correspondió por el resto de la clase, mientras el profesor les enseñaba acerca de los hipogrifos al resto de la clase, los hipogrifos no dejaron a ningún alumno montarlos  excepto a Lea. ¡Bien Malfoy!-gritó el profesor-¡tu hermano nunca pudo montar uno!
Lea se ruborizó.

La hermana menor de Lucius MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora