El sol ya había salido.
Los calidos rayos de luz correspondientes provocaban un soleado y nuevo día sobre el manto de la ciudad de Nueva York, un fin de semana de provecho al igual que de descanso, para un joven de rizos, pudo haber sido más larga la parte de descanso, pero el timbre de su celular recibiendo varias notificaciones le despertó de un muy comodo y agradable sueño.
Levantó su cabeza lentamente, apartando con una mano algunos rizos que le cortaban la vista, era algo normal, cada que despertaba, se encontraba con su cabello completamente desordenado, lo curioso fue encontrarse a joven muy lindo justo frente a el, al parecer dormido. Poco a poco fue recordando la noche anterior, provocandose a si mismo una sonrisa llena de cariño hacia el contrario.
Se levantó de la manera más sigilosa y silenciosa que pudo, tratando de no despertar al menor, una vez hecho, tomo su celular para ver de que se trataba, no era más que James, suspiró y dejó a un lado aquel aparato, ya se preocuparía de eso después.
Volvió al contrario, pudo apreciar como su cabello estaba desordenado, pero no tanto como el de el, también notó el pijama que llevaba, le sorprendía que no le diera calor con aquellas prendas y sabanas juntas, la noche era fresca pero no tanto como para morirte de frío, aún así se veía adorable.
Podía pensarlo, ¿no? El chico se veía tan lindo, había algo en el que lo hipnotizaba de una manera tan impresionante, de verdad le gustaba mirarlo, pero se dió cuenta de lo algo incomoda que se convertiría la situación si el caribeño despertaba y descubría que llevaba siendo observado por un par de minutos, volteó dirigiendo su mirada a la puerta de la habitación, tenía que ir a hacer el almuerzo, caminó hasta la puerta, se disponía a salir hasta que escuchó al contrario moverse, parece que había despertado.
—¿John? ¿A dónde vas?— preguntó sentándose lentamente en su cama, tallándose los ojos para poder ver mejor.
—Eh, tengo que preparar el almuerzo— su voz sonaba suave, casi susurrando, en realidad aún no quería que despertara, así que dijo esto para que el contrario estuviera al tanto y volviera a dormir, pero ese no fue el caso.
El de ojos marrones hizo un pequeño puchero mientras comenzaba a levantarse. —Aún es temprano, ven a dormir— dijo con un tono casi infantil mientras caminaba hacia donde el, para después abrazarlo, impidiendo que se moviera.
—¿Alex?— aquello le provocó un ligero sonrojo junto a una cara de confundido.
—Vamos a dormir— finalizó casi murmurando, era obvio que aún estaba medio dormido, pero incluso así lograba causar gran efecto en el más alto, haciendo que este se rindiera y le correspondiera el abrazo, llevando a ambos a la cama nuevamente, durmiéndose casi de inmediato.
¿Qué más daba? el estar juntos era lo único que importaba en ese momento.
~•~•~•~
Después de unos largos minutos descansando, decidieron levantarse para almorzar, el menor reprochando más que su acompañante. Hicieron la misma rutina de cada fin de semana, Laurens preparando el almuerzo y Alex mirándole atentamente, aunque este no estuviera de acuerdo en quedarse sin hacer nada, el mas alto le insistía en que no era gran problema y que no le molestaba.
En ese momento el menor se encontraba en el comedor, sentado en el lugar que casi siempre tomaba, apoyando su brazo izquierdo en la superficie de la mesa, recostando su cabeza sobre este, mirando atento a el pecoso, agradecía que la entrada entre el comedor y la cocina fuera lo suficientemente amplia para dejarle ver que pasaba.
El mencionado cocinaba de manera tranquila y serena, se veía lindo y le relajaba mirarlo, digamos que también era un efecto secundario de haberse quedado despierto tan tarde aquella noche.
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House Of Cards | Hamilton Lams (CANCELADA)
FanfictionAlexander siempre fue una persona fragil, hasta que conocio a John. O eso era lo que creía. --------------------- La historia esta en una epoca moderna y es lams. Contiene algunos temas que son sensibles asi que lean bajo su propio riesgo. La herm...