Prólogo

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Unos meses antes de que yo naciese, mi abuelo materno que trabajaba para una empresa de Florentino Pérez, mantuvo una conversación con él. Le dijo que tenía un nieto que era un poco travieso y que era fanático del Real Madrid, y que su hija estaba embarazada de una niña, la cual se iba a llamar Verónica. Mi abuelo y Florentino decidieron quedar una noche para cenar con mi familia y con el equipo del Real Madrid. Jugadores como Iker Casillas, Roberto Carlos, Guti, Raúl se interesaron mucho por el embarazo de mi madre, y siempre que veían a mi madre, le llevaban regalos para la pequeña.

El 29 de marzo del 2000, nací yo, Verónica una niña rodeada de gente que me quería nada más nacer. Y que con el paso del tiempo, fui formando parte del equipo madridista.

En el 2005, llegó al equipo Sergio Ramos quien con el paso de los años se convirtió en mi mejor amigo, junto con el brasileño Marcelo. Cuando ya tenía más o menos 10 años pasábamos todo el tiempo en la Ciudad del Real Madrid, viendo como la cantera del equipo jugaba. Un chico que se llamaba Álvaro acababa de llegar al Castilla, era realmente bueno, llevaba el 9 a la espalda. Al tener tan buenos registros como delantero, el primer equipo le llamo para jugar algunos partidillos, y pudo ganar una Copa del Rey, La Liga del 2012 e incluso la Liga de Campeones del 2013-14. Durante esos cuatros años, Sergio, Álvaro y yo estrechamos muchos lazos. Éramos como los tres mosqueteros, no nos separábamos para nada. Liábamos una detrás de otra, siempre que nos juntábamos éramos temibles, realmente dábamos miedo, estábamos locos, pero era nuestro lema; porque sin amigos locos, no habría locos momentos y la vida está para disfrutarla y para vivirla a tope cada día.

Cuando tenía 9 años, Florentino me proclamó con el título de "La niña del Real Madrid", y a los seis meses, la federación española también me puso el nombre de "La niña de la Selección española".

En el 2010, tuve que irme con la selección al mundial de Sudáfrica. Y fue, sin duda uno de los mejores veranos de mi vida. Recuerdo todas las noches que pasé en la habitación de Iker, de Sergio. Pero lo mejor sin duda, fue cuando Iker, una de las personas más importantes de mi vida, levanto la copa del mundo. Y todos pudimos disfrutar de aquella fiesta, que los españoles prepararon tras nuestra llegada.

En el 2012, Sergio, Álvaro, Iker, Carvajal y yo fuimos a ver un partido de la sub-16. Los chicos fueron corriendo a pedir fotos, camisetas firmadas a mis amigos. Pero en ese momento yo solo pude fijarme en un chico, que era bastante guapo. Sergio se dio cuenta, y corriendo fue a preguntarle cómo se llamaba, y a pedirle el número de teléfono.

Cuando llegue a mi casa, me llegó una notificación a mi móvil. Era un mensaje de un chico que se llamaba Marco, y resulta que era el chico de la sub-16. Estuvimos días hablando, e incluso quedamos algunos días en la ciudad del deporte de España. Realmente, me gustaba muchísimo. Pero en cuanto me enteré que era de un pueblo de Mallorca, se me rompió el corazón. Yo solo tenía 12 años y era de Madrid, y él 16 años y había distancia entre nosotros. A los cuatros días, de empezar a ser amigos, el volvió a su ciudad. Y yo tuve que olvidarme de él.

Cómo un chico de Mallorca cambió mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora