Capítulo 9

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Narra Vero:

A la mañana siguiente de nuestra cita, me levanté con una sonrisa en mi cara y al llegar a la academia Raúl noto que me pasaba algo así que después de que me diese la tabarra le conté todo lo que había pasado la noche anterior con Marquito.

Cuando el profe nos dio un pequeño descanso entre coreografía y coreografía, decidí coger mi móvil y llamar a Marco. Pero antes de darle a la opción de llamar, llegó a mi móvil un mensaje de un número desconocido. Ese número era de Marina, quién me enviaba un mensaje diciendo que ya podía estar tranquila, que ya había conseguido lo que quería y ya tenía el camino libre con Marco.

En ese momento sentí alivio porque ya no sentía que estaba haciendo algo malo, pero también sentí un poco de miedo al saber que Marco ya no tenía que guardarle el respeto a nadie y eso significaba que estaríamos juntos y realmente me da mucho miedo porque sé que acabará haciéndome daño de nuevo. Rápidamente llamé a Marco para preguntarle si lo que decía ese mensaje era realmente verdad, cuando me lo cogió pude notar su voz un poco triste y rota, así que le colgué y empezaron a resbalarme lágrimas por mi cara. Si Marco estaba de esa manera significaba que estaba enamorado de Marina y que yo no era nada para él.

Lo único que hice en ese momento, fue mirarme al espejo de clase y secarme las lágrimas por alguien que no valía la pena y que su pasatiempo favorito era jugar con la gente y hacerla sufrir. Me puse una canción y empecé a bailar con un toque de tristeza y de rabia. Al terminar la coreografía, me asusté ya que escuché unos aplausos que provenían de la puerta. El profe empezó a decir que ese era el baile que debería presentar a los nacionales de este año porque expresa dolor, pero con un toque de esperanza, solamente debería cambiar un poco la coreografía para que la trama se viese más bonita.

Después de terminar el ensayo, decidí encender mi móvil y escribir a Sergio y a Álvaro para quedar un rato y así comer juntos. Y tras unos minutos de discusión entre los dos, finalmente decidimos comer en el restaurante Santceloni y vendrían Alice, Pilar y los niños. Durante la cena estuvimos hablando sobre la fiesta que haríamos por la noche y a quien invitaríamos.

Al terminar la comida, Pilar, los niños y Alice se fueron a comprar ropa para ponerse por la noche mientras que Sergio, Álvaro y yo fuimos ha hacer una locura. De camino me preguntaron como iba con Marco, así que les conté como me sentí al enterarme de que Marco y Marina rompiesen y al notar a Marco mal tras la ruptura de la pareja. Los dos me dieron sus puntos de vista, los dos decían que no me preocupase por lo que pensase Marina, de lo único que debía preocuparme de lo que pensase Marco. Y luego Álvaro me preguntó que había dicho Marquito al decirle que pensaba que estaba jugando conmigo y que estaba vacilándome. Al decirle que después de escuchar su voz le colgué, mis dos amigos se enfadaron muchísimo ya que no dejé que se explicara. Y Sergio me explico que era normal que Marco estuviese mal al cortar con su pareja como todo el mundo.

En el momento en que llegamos a la puerta de nuestra siguiente locura, automáticamente me callé y empecé a ponerme muy nerviosa. Estos dos empezaron a reírse de mí a toda costa y a mí no me hacía ninguna gracia así que les puse mi cara de borde y empezaron a grabar videos para luego mandarlos por el grupo del Real Madrid como siempre. Estábamos frente la puerta de un tatuador, cada uno se iba a pintar en la parte baja de la cintura las iniciales de los otros dos y entre medias un corazón en el que ponía "Los tres mosqueteros".

Al terminar de hacerme ese tatuaje, decidí hacerme otro tatuaje en las costillas con las iniciales de mis 4 abuelos y la F de Florentino tampoco podía faltar. Y tras ese me tatué el escudo del Real Madrid.

Al llegar a casa de Sergio ya estaba todo preparado para la fiesta, lo que faltaba por hacer era encender los altavoces y ponernos los bañadores y meternos en la piscina. Poco a poco empezaron a llegar los del equipo y parejas y con ellos llegó Marco. Intenté evitarlo a toda costa, pero cuando Pilar grito mi nombre para que acompañase a Sergio JR al baño, y en ese momento Marco giró su cabeza y empezó a caminar hacia mí.


Cómo un chico de Mallorca cambió mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora