Capítulo 18

185 14 8
                                    

Narra Marco:

Tras terminar de recibir los regalos, nos fuimos a mi casa a dejar a Duke ya que más tarde mi padre y mi hermano volverían de Mallorca. Al terminar de hacer mi maleta, volvimos de nuevo a casa de Vero para organizar la suya. Mientras que ella se duchaba, yo preparaba una yincana por toda la casa con la ropa que Vero necesitaría para el viaje. En el momento en el que termine de hacer la yincana, Vero bajo su ropa sucia a la lavadora y ahí empezaba el reto. La ropa que se escondía detrás de cada prueba, eran camisetas térmicas, sudaderas, pantalones vaqueros, leotardos para ponerse de bajo; ya que, según la madre de Vero, es muy friolera; pantalones de chándal, abrigos, zapatillas, botas...

A las 12:00 llegamos al aeropuerto y en cuanto entramos, tapé los ojos de la enana con una cinta para que no viese el destino. Más o menos llegamos a nuestro destino a las 15:00, y en cuanto Vero se quito la cinta, empezó a gritar como una loca, ya que a su abuelo materno le hubiese gustado conocer este lugar.

Al llegar al hotel, empezamos a deshacer las maletas para meter toda la ropa en los armarios. Nos vestimos para ir a comer a un restaurante ya que nos moríamos de hambre.

Narra Vero:

Cuando llegamos al aeropuerto, sentí las manos de Marco tapándome los ojos con algo, él y sus bromitas. Al principio del viaje lo pasé bastante mal, porque no veía nada y eso me ponía muy nerviosa pero luego me quedé dormida en el hombro de Marco, estaba tan profundamente dormida que ni me enteré que habíamos aterrizado y eso me dio un alivio. De camino del aeropuerto cogimos un taxi que el señor reconoció a Marco y estuvieron todo el trayecto hablando sobre la temporada y de cuando volvería el Madrid a jugar. La habitación era preciosa y bastante grande, había una gran cama de matrimonio, un cuarto de baño súper bonito con ducha y bañera, y encima de la mesa había unas rosas blancas con una dedicatoria de Marco. La nota decía: "Porque quiero hacerte feliz igual que tu a mí. Gracias, gracias por todo enana. Te amo, besos Marco". Sé que a Marco le hacía ilusión traerme aquí porque este sitio quería conocerlo con mi abuelo y me quede con las ganas, pero Marco también es un buen acompañante para este y mil lugares más. Tras terminar de leer la carta, abracé a Marco y le di las gracias por ser como es y por ser el mejor del mundo sin intentar serlo. Cuando estábamos vaciando las maletas, nos sonaron las tripas y decidimos ir a comer porque teníamos demasiada hambre.

Nos vestimos con bastante ropa de abrigo porque aquí en enero solo hay de media entre 5-7 grados.

Marco así:

Marco así:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y yo así:

Y yo así:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cómo un chico de Mallorca cambió mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora