Cómo un chico de Mallorca cambió mi vida

Capítulo 4

Narra Vero:

Después de conocer a Marina en persona, pude entender porque Marco estaba con ella. Realmente Marina era súper guapa, rubia, alta, morena, aunque siendo sincera no sé porque estuvo durante la previa de la cena con cara de asco. Cuando vi cómo cada uno de mis amigos la saludaban felices, sentí rabia e impotencia porque no sólo estaba con el chico del que algún día me enamoré si no que estaba haciéndose la falsa con cada uno de mis amigos. Así que, cuando iba a ser mi turno para presentarme, salí corriendo de la sala de la compañía A. Pero lo que yo no sabía, es que Marco iba detrás de mí hasta que me di cuenta que estaba gritando mi nombre. Una vez encerrados en la sala de música del estudio, me dio un abrazo y entre su pecho ahogue mis lágrimas. Después de contarle a Marco que ya sabía quién era, Marco pregunto qué, porque había reaccionado así, sólo solloce y el me abrazo más fuerte. Por una parte, me dolió que no entendiese que todo me había venido de golpe, que aquel chico que olvide a la fuerza fuese él y que ahora él estuviese con una chica.

Marina entró de golpe a la habitación y nos asustó, cogió a Marco de la mano y salió de allí con la misma cara de asco que había puesto anteriormente. En cuanto salieron, me puse a llorar hasta que Rafa entro a la habitación, me sacó de allí y después de quitarme las lágrimas de la cara volvimos a la sala A.

En la sala A, ya estaba todo preparado, las mesas colocadas con pizzas, patatas, gusanitos, bebidas... Me tocó sentarme justo enfrente de Marco, quien tenía la mirada perdida, y note como cada vez que le miraba apartaba su mirada. Álvaro que estaba sentado a su lado, se dio cuenta y le pregunto que le pasaba, pude escuchar como salía de la boca de Marco, estoy rayado por la enana. Álvaro me miro y volvió a mirarle a él, le pregunto porque exactamente, pero eso ya no pude escucharlo ya que el inoportuno del brasileño empezó a chillar mi nombre para que le hiciese caso.

Cuando ya no quedaba nada de comida, los chicos apartaron las mesas y empezaron a bailar a su manera, Marcelo me cogió de la mano y me llevo al medio de la sala y empezamos a bailar nuestra canción favorita "Rompe" de Daddy Yankee. Todos empezaron a aplaudir, menos Marina, pero eso me dio igual en cuanto vi como Marco me miraba, aplaudía y me sonreía.

Mientras que Sergio y yo nos ocupamos de poner la música, alguien por detrás me abrazo, y me llevo a una de las esquinas de la clase. Era Marco, quería felicitarme por el gran baile que habíamos hecho el brasileño y yo. También aprovecho para pedirme perdón por cómo se fue antes y por todas las veces que me había hecho daño. Yo ya le dije que no se preocupase, que yo también lo había hecho muy mal y todo quedo en el pasado.

Cuando todo el mundo se fue, Álvaro vino a decime porque Marco estaba rayado antes en la cena, resulta que, tras el pequeño recordatorio de nuestro pasado, se quedo pensando en mí, y en esa niña morena, de pelo rizado, ni muy alta ni muy baja, y en esos ojos tan negros que expresaban tanta felicidad. Y que sus sentimientos ya no eran los mismos hacía la única Vero que solo metía la pata una y otra vez, lo único que el sentía era esa curiosidad que tenía, por el cambio de la expresión de mis ojos, y que solo quería cuidarme y abrazarme como si nadie lo hubiese hecho nunca.

Narra Marco:

Tras levantarse Vero de la mesa, ya podía hablar a gusto de ella con Álvaro, yo le conté que estaba rayado, ya no me apetecía mirarla al, ni tratarla como a una niña, lo único que quería hacer feliz a Vero, mientras que hablaba con Álvaro pensé en como le brillaban los ojos a Vero cuando era pequeña y tenía tantas ganas de saber que la robo ese entusiasmo en sus ojos negros que fue inevitable no preguntarle al pelo rata. Álvaro me dijo que el 21 de mayo de 2013, murió su abuelo materno, y hace tan solo un año también murió su abuelo paterno, eran dos personas que significaban mucho para ella. Como los padres de Vero, viajaban mucho ella siempre se quedaba con sus abuelos y pasó mucho tiempo con ellos durante su vida. Durante unos 6 meses, tuvo pesadillas con sus abuelos y ella lo paso realmente mal y por eso mismo también murió el brillo en sus ojos.

Cuando Marcelo y Vero se pusieron a bailar, pude notar como los ojos de la enana tenían un resplandor, pero al terminar la canción, ese resplandor desapareció de nuevo. En cuanto noté a Vero despistada, fui corriendo a abrazarla y a darle la enhorabuena por aquella coreografía tan movida y esta fue mi oportunidad de pedirla perdón y poder empezar de nuevo con ella.

Al terminar la fiesta, al llegar a casa pude escuchar una conversación que mantenía Marina al móvil con alguien. Escuché como le decía que tenía muchas ganas de verle, que hacía mucho que no sentía algo así por nadie y que le hizo mucha ilusión poder estar con él la semana anterior. Fue cuando carraspeé y Marina se dio la vuelta y empezó a ponerse pálida. Obviamente, le pedí explicaciones sobre que era aquello que no sentía desde hace tiempo. De antemano, me pidió perdón y eso empezó a ponerme más nervioso de lo que estaba y ella lo noto. Me contó que dos días antes de llegar a Madrid, se fue a una discoteca con su amiga Teresa y conoció allí a un chico que la confundió respecto a sus sentimientos, y con el que paso la noche. La pedí que por favor se fuese, que ya hablaríamos y que necesitaba tiempo para recapacitar.

Marina, se fue de mi casa dando un portazo, yo no entendía porque ella era quien se enfadaba cuando yo la he respetado y ella a mi no. A mi móvil le empezaron a llegar notificaciones de WhatsApp, me metí en la aplicación y entré en un grupo que se llamaba "Las famosas fiestecitas del Madrid", estaba lleno de fotos que nos habíamos hecho durante toda la noche. En una de ellas, aparecíamos Vero y yo hablando solos en la esquina, ella salía de una manera espontánea y natural así que decidí ponerla de fondo de inicio. Tras mirar la foto un par de veces más y llamar a Álvaro para pedirle la dirección de Vero, me monté en el coche y puse rumbo hacia casa de Vero.