Rosas

Capítulo 6.

Min Ho no estaba quejándose de tener los labios de Taemin sobre los suyos, o cómo las manos del chico habían comenzado a colarse debajo de su ropa, y sentía que se derretía bajo aquellas caricias, o esos besos que le hacían sentir que estaba soñando.

—Cl-Clases —jadeó contra los labios de Taemin.

Taemin mordió su labio inferior mirándolo a los ojos y no dijo nada cuando se inclinó para tomar su mochila que en algún momento de esa mañana había llegado al suelo, y fue suficiente para que Min Ho diera un paso hacia atrás porque "la pasión había terminado".

Desde hace una semana, cuando Taemin lo besó el día de su cumpleaños, Min Ho había sido sorprendido por los besos del chico en algún pasillo vacío, o terminaron encerrados en el baño sin miradas a su alrededor mientras se besaban, porque parecía lo mejor, dándole a Choi la esperanza de ser aceptado como novio, porque tenía que terminar con "el cortejo", y él estaba dispuesto a no detenerse de darle flores a diario a Taemin.

—Bien —Taemin parecía incómodo ahora —debo irme a clases.

—Espera.

Min Ho descolgó de uno de sus hombros su mochila y buscó en ésta la rosa roja que había llevado para Taemin, la cual en ésta ocasión no lucía tan bien cuidada a pesar de que él se esforzó porque no se maltratara, pero se había olvidado de ella cuando tuvo los labios de Lee sobre los suyos.

—Para ti —un mohín apareció en sus labios cuando fue aceptada —pr-prometo mañana más —hizo el gesto con sus brazos —bonita.

Taemin bajó la mirada a la rosa y una casi imperceptible sonrisa apareció en sus labios, haciendo que deseara volver a besarlo, pero no lo iba a hacer, ya ese día, y toda la semana se excedió con eso, porque no era posible que se hubiera dejado llevar por sus impulsos, y parecía que al único que le molestaba era a él, porque incluso cuando entró a su casa el día de su cumpleaños, su madre estaba viéndolo con una sonrisa demasiado grande que decía que encontrarla sentada en el sofá, sólo era una imagen, porque ella presenció cómo había besado a Min Ho.

—Taemin —llamó cuando el chico había caminado hacia la puerta —¿qui-quieres ir al cine conmigo?

—No —notó como la mirada de Min Ho se entristeció —debo irme a clases ahora.

Taemin era consciente que Min Ho salió detrás de él, podía sentir sus pasos, más cuando el pasillo también estaba vacío, y a pesar de que se sintió tentado a girarse no lo hizo, llegando al pasillo de su salón, en donde se encontró con la mirada de Ki Bum, que en un principio parecía sorprendido, pero segundos después su ceño se había fruncido.

—¡Min Ho! —gritó Ki Bum sonriendo y caminando hacia él —ah... Hola Taemin.

Estaba sorprendido cuando su amigo pasó de él y fue directo a Min Ho, incluso si no quiso, se giró para ver como Ki Bum tomaba el brazo de Choi y lo arrastraba al mismo pasillo por el que ellos acababan de llegar, haciendo que se sintiera molesto, no sólo con el rubio sino también con su pretendiente, porque no le parecía en absoluto que se fuera con un chico que consideraba que era atractivo y que si le diera la oportunidad le gustaría estar con él.

Quiso seguirlos, pero obligó a sus pies a ir a su salón, no iba a actuar como un novio celoso, porque al final, él y Min Ho no lo eran.

***

Min Ho miró confundido a Ki Bum, quien le sonrió de una manera inocente, como si no acabara de hacer nada de malo, pero el rubio estaba feliz porque sí pudo notar la reacción de Taemin cuando él se había llevado de esa manera a Choi.

—Ki Bum... ¿qué...?

—Quería invitarte a comer hoy —dijo el rubio.

—Eh...

—Somos amigos, no quiero comer solo, tengo entendido que salimos a la misma hora.

Min Ho lo dudó un poco antes de asentir, porque él hubiera preferido buscar a Taemin e intentar acompañarlo a casa, aunque eso era algo a lo que Lee se negaba cada vez que él quería hacerlo, y tal vez sólo necesitaba distraerse un poco por ese día.

—Perfecto, te veo al medio día.

Min Ho no tuvo tiempo de decir algo cuando el rubio ya estuvo yéndose, dejándolo solo y confundido, pero tal vez necesitaba distraerse un poco, e ir a comer con Ki Bum no tenía nada de malo, era un amigo más, ¿no?

Las clases pasaron relativamente rápido, y Min Ho no esperó ver a Ki Bum parado en la puerta de su salón cuando su profesor ni siquiera salía de éste, pero el chico rubio sonrió y agitó su mano cuando notó que Choi lo estaba viendo.

El profesor se despidió y los alumnos empezaron a guardar sus pertenencias, para poder comenzar a retirarse del salón.

—¿A dónde te gustaría ir a comer? —inquirió Ki Bum cuando Min Ho llegó a su lado.

—Mmm... no sé.

—Conozco un buen lugar cerca, con Taemin a veces vamos ahí, ¿te parecería bien ir?

Min Ho asintió y tuvo que escuchar a Ki Bum contarle cómo fueron sus clases, en algunas ocasiones riéndose por lo que el chico rubio decía, y por un momento Choi dejó de pensar en Taemin, en lo que haría al siguiente día o los lugares en los que lo buscaría para poder entregarle la rosa que le correspondía, aunque últimamente, cuando tenía al chico besándolo, sus esperanzas sólo creían un poco más.

—Min Ho —dijo Ki Bum cuando estaban cerca del pequeño restaurante al que a veces iba con su amigo —¿por qué te gusta tanto Taemin?

Las cejas de Min Ho se alzaron un poco, sorprendido por aquella pregunta y una sonrisa apareció en sus labios cuando pensó en Taemin y todas aquellas características que tenía, como en lo lindo que era no sólo físicamente, sino que cuando parecía estar protegiéndose del mundo, se podía ver a aquel joven que esperaba ser entendido. Al menos esa era la lectura que Choi podía tener de él y que le hacía creer que sus esfuerzos no eran en vano.

—Bonito.

Ki Bum sonrió por aquella palabra, sí, Taemin era demasiado bonito a su parecer, y a pesar de eso, si estuviera en el lugar de Min Ho, él ya se habría rendido, no por tener que dar rosas todos los días, sino que a veces su amigo no se comportaba de la mejor manera con su pretendiente.

—¿Qué más te gusta de él?

—Es tierno —ahora el sorprendido era Ki Bum —y... amab-amab-ble, y... y...

—Min Ho estás ciego —respondió comenzando a caminar.

—No.

—¿Y qué piensas si te digo que me gustas?

Min Ho que había comenzado a seguir a Ki Bum, detuvo sus pasos, mirando sorprendido al rubio que al darse cuenta que Choi no caminaba, también paró, girándose todavía con una sonrisa, y sin darle tiempo de reaccionar se acercó a él, colocando una mano en su mejilla lo besó.