Estaba nervioso cuando se detuvieron junto a la puerta de una casa que acababa de conocer y que quedaba al otro lado de la ciudad en comparación a la suya, sin embargo evitó quejarse, lo había estado haciendo con todo, como el decir que ir en autobús era demasiado tiempo, o incluso si su mano fue sólo rozada cuando él deseó que fuese sujetada.
Antes de que entrara un par de ojos cafés obscuros estuvieron sobre él, brillando como siempre que por un momento se olvidó de todo, de su nerviosismo, o de que en algún momento se regañó a sí mismo porque no era normal ir a la casa de un joven que casi era un completo desconocido sólo porque había sido su manera de asegurarse de que no iba a aparecer otro pretendiente por ahí.
—Mamá en casa... —dijo sonriendo.
Tal vez eso le debía de hacer sentir tranquilo, porque sabía que no estarían solos, sin embargo, aquello lo colocó más nervioso, ¿y si no le agradaba a la mamá de Min Ho?, aunque esa fue una idea que desechó de inmediato, porque no debería de preocuparse por eso, después de todo, lo que él tenía con el chico no era nada formal, sólo se gustaban, nada más, no eran pareja.
Taemin fue el primero en ingresar a la casa, sin embargo se detuvo junto a la puerta, siguiendo en silencio a Choi cuando éste caminó hacia la sala de estar, en donde estaba una mujer sentada tejiendo mientras una suave melodía se podía escuchar, ella parecía entretenida en lo que hacía, eso hasta que la voz de Min Ho llamó su atención.
Observó en silencio como Min Ho se acercó un poco a la mujer y ésta se colocaba de pie, y él tuvo que inclinarse hasta que sus rostros estuvieron a la misma altura, y ella sujetó sus mejillas con cariño, uniendo sus frentes mientras sus ojos se cerraban y el joven sonreía como si fuera su manera de confirmarle que estaba bien, una acción que le hizo sentir a Taemin un poco incómodo porque para eso se veía demasiado íntimo y él se sentía un intruso.
—Taemin —dijo Min Ho abriendo los ojos.
Sintió deseos de correr cuando tuvo dos pares de ojos sobre él, y se obligó a sonreír y dar un paso más cerca de ellos mientras extendía su mano hacia la mujer, que en un principio parecía demasiado seria y luego miró a su hijo como si pidiera que le diera una explicación antes de volver a centrarse en Taemin.
—Buenas tardes —dijo ella tomando la mano de Lee —soy la mamá de Min Ho.
—Soy Taemin... un amigo de Min Ho.
Ella miró a su hijo y luego a otra vez a Taemin, sonriéndole amable, pero eso no fue suficiente como para que el deseo de salir corriendo se fuera, ya que sentía que estaba siendo evaluado por la mujer, ¿ella era de esas madres que "buscaba lo mejor para su hijo" y terminaba alejando a las personas que no le agradaban?
—Taemin y yo... mi habitación.
—Los llamaré para la cena —ella seguía sonriendo —mucho gusto en conocerte, Taemin.
—Igualmente.
No se había sentido tan tímido en mucho tiempo como fue en el momento que Min Ho tomó su mano y lo guió hacia las escaleras, sin darle mucho tiempo de ver a su alrededor, y si pensaba que iba a ser más tranquilo estar sólo los dos, se había equivocado, porque cuando ingresó en la recámara y Choi soltó su mano, él se quedó parado junto a la puerta, mirando a su alrededor.
Min Ho no era un joven desordenado, todo parecía estar pulcramente en su lugar a excepción de unos cuantos libros sobre el escritorio que Taemin supuso que era algo de la universidad, y todo ese lugar le causaba curiosidad y al mismo tiempo no quería tocar nada, incluso si Choi lo veía como si buscara que su habitación fuera aprobada por él.
—Siéntate.
Min Ho empujó un poco la silla del escritorio para acercarla a Taemin, quien lo dudó un poco antes de sentarse en la cama, queriendo convencerse a sí mismo que no había nada de malo con que estuviera ahí, no fue obligado a ir, sólo fue él y sus celos que se negaba a reconocer, porque odiaba la idea de Choi besándose con alguien más, ya fue suficiente con Ki Bum, a quién no le había hablado por una semana.
—Regreso un momento.
Taemin no tuvo tiempo de preguntarle a Min Ho hacia dónde iba, pero cuando éste salió de la habitación, suspiró, eso estaba siendo un poco más incómodo de lo que pensó, era más fácil cuando sus labios colisionaban, y las palabras no eran necesarias.
Miró a su alrededor y se levantó de la cama, acercándose al escritorio de Min Ho con algo de curiosidad, sin embargo se olvidó de todo cuando su mirada cayó en la ventana, la cual daba hacia el jardín posterior de la casa, notando en éste había varios rosales de diferentes colores, lo que le llegó a sorprender, sin embargo, lo que más le llamaba la atención era ver a Min Ho parado ahí, junto al rosal blanco, acariciando los pétalos de una rosa.
Taemin siempre había creído que las flores que recibió eran compradas, y no pudo evitar sonreía al darse cuenta que Min Ho las había estado cortando día a día para él, así como al pensar que "era trampa", porque Choi tenía rosas en su casa pidió y no era un gasto económico diario.
Min Ho cortó la rosa que antes acariciaba y luego, ingresó otra vez a la casa, mientras Taemin sonreía tontamente por aquello, y fue algo de lo que no se dio cuenta sino hasta que tuvo a Choi a su lado, sonriendo para él mientras acomodaba su cabello detrás de la oreja y colocaba la flor que acaba de cortar.
—Eres... bonito.
La sonrisa de Taemin se amplió a pesar de que se sentía un poco tímido, y disfrutó de cómo Min Ho acariciaba su mejilla con tanta ternura mientras sus miradas se encontraron, y Lee esperó paciente a que Choi se inclinara y uniera sus labios, o que tal vez aquella pregunta que llevaba días queriendo escuchar llegara, pero no sucedió, porque lo único que escuchó fue la voz de la madre de Min Ho.
Lo vio sonreír y alejarse, sin decir nada, porque una vez más desde que reconoció que su pretendiente le gustaba, aquella pregunta que deseaba oír no llegó, ya que Choi no le pidió que fuera su novio y aquello sólo estaba llenándolo de dudas, ¿y si al final sí le gustaba Ki Bum a Min Ho?, su ex-amigo lo besó y no lo vio negarse.
Aquel pensamiento hizo que Taemin sintiera como si su corazón fuera apretado fuertemente, pero también se culpó si todo era así, porque mientras Choi lo quería a él, había estado evitándolo, y ahora podía gustarle Ki Bum, y la sola idea hacía que quisiera hacer una rabieta, porque dolía pensar en la posibilidad de que Min Ho ya no lo quisiera, diciéndose que tal vez para salir de dudas debía de ser él quien le pidiera que fuera su novio.

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Rosas
FanfictionTrecientas sesenta y cinco rosas era lo que Taemin pedía para que alguien fuera digno de ser su novio, una en cada día del año, y estaba acostumbrado a que las personas se cansaran de hacerlo y abandonaran "el cortejo"; esa era su manera de mantener...