Rosas

Epílogo.

Hola.
Como pueden ver en el título, éste es el final del fic, espero que les haya gustado, y gracias por el apoyo que dieron a éste fic.

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Revisó la hora antes de comenzar a recoger sus pertenencias, asegurándose de que tenía tiempo suficiente para llegar al restaurante en el que había quedado en encontrarse con Min Ho, y ni siquiera le importó si Ki Bum estaba también recogiendo sus cosas cuando él decidió irse, no quería llegar tarde, no cuando ya no podía ver a su novio muy seguido como antes, ya que éste el semestre anterior egresó de la universidad, y ya no podían pasar tanto tiempo juntos.

Min Ho había conseguido un trabajo de medio tiempo y el asunto de su tesis lo tenía ocupado, sin embargo, todos los días se esforzaba por poder ver aunque fuera un par de minutos a Taemin, quien todavía a veces no podía creer que tuviera tres años de estar saliendo con Choi.

En su mente Taemin había decidido ser el solterón de los gatos porque no quería una pareja, no con el temor de ser abandonado como su padre lo hizo con su madre y él, por eso tenía miedo de iniciar una relación, usando una regla que nadie había estado dispuesto a cumplir, hasta que llegó Min Ho, y le había entregado trescientas sesenta y cinco rosas, una cada día del año sin fallar uno siquiera porque deseaba que fuera su novio.

Si a Taemin le hubieran dicho que alguien cumpliría su regla lo hubiera dudado, pero lo que sí no hubiera creído era que a veces se descubriría a sí mismo suspirando por un hombre que lo tenía pensando en él antes de acostarse a dormir, y en el primer minuto de la mañana, y que su corazón latiría desbocado cada vez que lo viera, o cuando éste lo abrazara y besara, pero se sentía tan enamorado que a veces creía que estaba soñando.

—Adiós, Ki Bum —dijo colgando su mochila en sus hombros.

—Taemin, espera.

Su amigo dejó de guardar sus cosas y buscó dentro de la bolsa de regalo que había llevado con él cuando llegó tarde a la clase de ese día, y sacó una rosa blanca, que hizo que las cejas de Taemin se alzaran un poco sorprendido al ver que Ki Bum se acercaba a él.

—Min Ho me dio esto para ti.

Taemin no podría decir que estaba feliz de saber que Min Ho se había encontrado con Ki Bum, a pesar de que ahora su amigo tenía novio, pero a veces todavía se sentía un poco celoso de verlos juntos, pero cada sentimiento negativa desaparecía en el momento que Choi le susurraba que lo amaba y que era el único, porque Kim no le interesaba.

—Gracias.

—De nada —Ki Bum sonrió —deberías apresurarte, él te espera.

Taemin asintió caminando hacia la puerta, en donde reconoció la figura de Jong Hyun, el novio de Ki Bum, quien le sonrió y extendió su mano mostrando una rosa blanca igual a la que recibió antes, y ni siquiera necesitó que le fuera dicho de quién era para saberlo ya.

—Es de Min Ho.

—Gracias.

Cuando salió del salón los murmullos de los pasillos se detuvieron un poco y Taemin no esperó que algunos alumnos se acercaran a él con rosas blancas, entregándosela y ni siquiera necesitó preguntar sobre quién las enviaba para saberlo, haciendo que intentara recordar si era alguna fecha importante que él olvidó, porque Min Ho siempre solía darle más rosas en esos días, porque éstas no se habían detenido durante el tiempo que llevaban juntos, seguía teniendo una a diario.

Dejó de contar las rosas en el número cuarenta y se dejó guiar por el camino de éstas que habían hecho entre todos los estudiantes, porque iba una tras otra, y sus brazos empezaban a ser muy pequeños para todas las rosas que estaba recibiendo, y había reído en el momento que Ki Bum estuvo otra vez a su lado con una gran canasta con rueditas para que las colocaras, susurrándole "Min Ho pensó en todo", aunque Taemin lo dudaba cuando la canasta fue llenada por las rosas blancas y todavía había muchas más que recoger.

Tuvo que arreglárselas entre tener las rosas en la canas que Jong Hyun se ofreció ayudarle halar hasta uno de los jardines en donde terminó el camino que hacían los estudiantes, y las que él tenía en sus brazos, sintiéndose algo confundido, y más cuando no vio a Min Ho, escuchando un ladrido que llamó su atención, viendo a Bolita, el perro que él mismo le regaló a su novio, aparecer con una rosa más y no sería la primera vez que el can le llevaba rosas por pedido de Choi, porque su pareja se lo había enseñado.

La rosa que Bolita le entregó, luego de gruñir un poquito sin querer soltarla, tenía un lazo en su en el tallo y una pequeña nota enrollada como un pergamino, haciendo sentir nervioso a Taemin y más cuando tenía la mirada de todos los estudiantes de antes sobre él.

Sus dedos casi temblaban por la anticipación a todo eso, sin estar muy seguro de con qué iba a encontrarse, y cuando desplegó el pequeño papel de la rosa, su cuerpo pareció congelarse unos segundos, porque aquel, "¿te casarías conmigo?" no fue algo que esperó, pero que hizo a su corazón latir con fuerza, y girar en su propio eje buscando a el autor de todo eso.

Cuando sus ojos enfocaron a Min Ho caminar de la misma dirección que Bolita lo había llegado antes, sintió su corazón acelerarse más todavía, y su respiración volverse pesada, así como que sus pies pesaran toneladas que no le permitió moverse ni un poco en su encuentro.

—Ta-Taemin.

Min Ho estaba casi sudando por los nervios, y la mano en la que tenía una rosa roja, la única de otro color de todas las recibidas, deteniéndose frente a su novio.

—¿T-Te casas con-conmigo?

Agradeció que pudo decir aquella frase sin cambiar las palabras u omitir alguna, esperando ansioso por la respuesta, sin esperar que Taemin soltara todas las rosas que tenía en sus brazos y terminara por acortar toda la distancia entre ellos y se abrazara a él con fuerza, mientras lo escuchaba sollozar escondido en su cuello.

—Ta-Taemin.

—Sí, Min Ho, sí quiero casarme contigo.

Los brazos de Min Ho se cerraron alrededor del cuerpo de Taemin, apretándolo con algo más de fuerza de la necesaria y besó su cabello, sonriendo demasiado feliz, porque había temido que su novio se negara porque tal vez no consideraba que fuera el momento de casarse.

Cuando el abrazo terminó, Taemin tomó la rosa que Min Ho le estaba dando, y por primera vez notó el anillo amarrado a ésta, permitiendo que su ahora prometido lo sacara con cuidado y luego su mano izquierda fue tomada, viendo como un anillo que tenía una rosa con pétalos de varios colores fue colocada en su dedo, y un casto beso fue depositado en sus labios.

—Gracias —susurró Min Ho, abrazándolo otra vez —mil rosas.

Taemin apretó sus brazos con más fuerza alrededor de Min Ho, sin necesidad de que su novio le dijera la razón de haber llevado mil rosas para él, porque lo sabía, había bromeado un poco acerca de que el día que alguien le pidiera matrimonio quería que le dieran mil rosas y una vez más Choi lo había cumplido, sólo confirmándole a él que era el hombre adecuado para pasar el resto de su vida juntos.

A Taemin le gustaban las rosas, y había pedido trescientas sesenta y cinco rosas para que alguien pudiera ser su novio, y mil rosas para poder casarse con esa persona, pero lo que él en realidad deseaba era que alguien lo amara de verdad como Min Ho lo estaba haciendo, las rosas sólo fueron su excusa para encontrar a la persona correcta y lo había hecho.