Capítulo 7.

1.4K 273 30
                                    

Si Min Ho estaba demasiado sorprendido como para reaccionar a las acciones de Ki Bum, lo estuvo más en el momento que fue alejado de él, siendo empujado con fuerza y sintió que su mundo se detuvo en el momento que se encontró con un ceño fruncido que no provenía del chico rubio, sino de Taemin, de quién ni siquiera sabía que estaba cerca, no hasta ese instante que el chico parecía demasiado enojado tanto con su amigo como con él.

—T-T-Tae... —las palabras no salían por la sorpresa —¡Taemin!

Min Ho dio un paso al frente cuando Taemin no se había detenido a pensar en sus acciones, al menos no a su parecer, porque antes de que alguien pudiera hacer algo, o siquiera fuera consciente de lo siguiente que sucedería, Ki Bum había recibido el puño derecho de su amigo en su mejilla izquierda, haciéndole dar un paso hacia atrás, y viendo sorprendido a Lee, porque eso no era algo que él había esperado.

—¿Qué sucede contigo? —gruñó Ki Bum.

—¡Tú lo sabes!

Taemin miró sobre su hombro a Min Ho cuando éste quiso acercarse, pero fue suficiente una mirada para que Choi entendiera que lo mejor era guardar la distancia, sin saber qué hacer o lo que estaba pasando, de hecho, desde que Ki Bum lo besó no entendía nada.

—No lo sé, Taemin —Ki Bum se centró sólo en su amigo.

—¡Sí lo sabes!

—No —se acercó a su amigo, empezando a hablar más bajito —si es por Min Ho, te lo dije, si tuviera una oportunidad con él, quisiera tomarla.

El ceño de Taemin se frunció más de lo que ya estaba, y su mandíbula se tensó, apretando sus puños una vez más lanzó un golpe que en ésta ocasión Ki Bum sí esperó, siendo lo suficiente rápido para alejarse antes de ser golpeado, y Min Ho no dudó en acercarse, tomando a Lee por la cintura ya que éste parecía querer saltar sobre su amigo y golpearlo hasta el cansancio.

—Tranquilo.

Taemin dejó de moverse al escuchar esa palabra ser dicha en un tono bajo y comprensivo en su oído, pero eso no lo tranquilizaba, sino que lo hizo enojarse más, porque todo era culpa de Min Ho que le juraba amor, sin embargo, dejaba que otros hombres lo besaran, y él ni siquiera debería de haber golpeado a Ki Bum, porque al final con Choi no eran nada.

—Tú vienes conmigo —Taemin tomó la mano de Min Ho —y tú... —miró a Ki Bum, no te acerques a él.

Taemin no esperó nada para irse de ahí, arrastrando a Min Ho con él, porque no iba a dejar que Ki Bum lo besara cada vez que quisiera, ya que Choi era su pretendiente, era a él a quien debía de darle rosas todos los días, no a su amigo rubio, y la sola idea le hacía enojarse demasiado, que detuvo su caminar, provocando que el chico que venía detrás de él, intentando seguir la rapidez de sus pasos, chocara con él.

Se giró y antes de que Min Ho lograra decir algo, la mano de Taemin cayó sobre su mejilla, en una bofetada que dejó demasiado sorprendido a Choi, en realidad, toda esa situación lo tenía confundido, ¿qué había sido todo eso de un momento atrás?

—Tonto —gruñó Taemin —idiota, estúpido, ¡imbécil!

Tal vez Min Ho debió de haberse preparado para un segundo golpe, y un tercero, cuarto, quinto que fueron disminuyendo su fuerza hasta no lastimar, así como para la cercanía entre ellos redujo, dejando a Taemin escondido en su pecho, y que por un momento llegó a preocupar a Choi, que dudó en abrazar al chico o si eso era demasiado, porque Lee parecía afectado por todo eso, y él no tenía ni idea de cómo arreglarlo, después de todo, no tuvo la culpa.

—Lo sie...

—No —Taemin levantó su mirada y colocó su mano sobre los labios de Min Ho —no lo digas.

—Pero...

—También me gustas, Min Ho.

Min Ho estaba seguro que en algún momento de ese día debía de haber una cámara escondida, ya que él no creía podía creer que fuera cierto que Taemin le estuviera diciendo que le gustaba, y lo único que pudo hacer era sonreír, porque se sentía demasiado feliz mientras Lee parecía estar esperando a que él pudiera procesar la información. ¿Eso era real? ¿Taemin acababa de decirle que le gustaba?, porque él estaba seguro de que era un sueño, uno del que no deseaba despertar.

RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora