Del Odio Al Amor -Kookv-

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Pov Taehyung

Otro día más que le tengo que ver la cara a la persona que más odio en la vida, a la personas más horrible de todo el mundo, Jeon Jungkook, es un compañero de clases de la preparatoria y tristemente lo ha sido desde primaria. Ambos nos odiamos, no nos podemos ver ni en pintura, es un infierno para mi estar con él y viceversa.

Mi mejor amigo Hoseok y el mejor amigo de Jungkook, Jimin, que también es muy amigo mío, nos insisten a ambos a darnos una oportunidad de conocernos mejor, pero ninguno de los queremos. ¿para qué quiero conocer a la persona más repugnante del mundo?. Según ellos tenemos miles de cosas en común, que parecemos almas gemelas, cosa que dudo demasiado ¿Cómo voy a ser alma gemela de esa cosa? ¡para nada!.

Dejando de lado al estúpido de Jungkook. Llegando a la preparatoria, salude a jimin que por suerte solo estaba con Dowoon y no con Jungkook, encontré a Hoseok y me fui con él a clases. Al entrar pude visualizar al fondo al estúpido de Jungkook, estaba lo que parecía estar dibujando, no tenía idea que ese estúpido sabia hacer algo más que romperme las bolas.

Le reste importancia y me fui a mi lugar junto con Hoseok. Nos sentamos en nuestros lugares esperando al maestro de Literatura y en lo que llegaba nos pusimos a hablar de temas triviales. Después de unas horas llego el receso, todos mis compañeros salieron disparados al patio de la preparatoria y yo solo espere a Hoseok que estaba sacando no se que cosa de su mochila, hasta que se levanto, cerro su mochila y la colgó de su hombro izquierdo, vi que tenía en su mano un sobre color rosa pastel con unos stickers muy lindos pegados en este.

-¿Qué es eso?- le pregunté viendo el sobre mientras salíamos del salón vació

-Una carta para Sana- me miro con una linda sonrisa

- Oh ya... Espera...- no pude terminar la palabra porque Hoseok me interrumpió de inmediato

- Se la vas a dar tú, te guste o no- dijo divertido

- ¡No lo haré!

- ¿por qué no?- hizo un puchero

- Porque no siempre vas a mandarle las cartas de sana por medio de mi ¿o si?

- P-pues no... P-pero, será la ultima vez, por favor tete - me miro con un puchero- Anda taehyunnie- me miro con la cara más tierna del mundo

-Agh... Esta bien, pero quiero que sepas que esta será la ultima vez que te ayudo a darte la carta a sana ¿me oíste?- dije harto

me dió el sobre color rosa y me dirigí hacia sana, donde siempre esta con todas sus amigas, en la cafetería. Al estar casi cerca del lugar me tropecé con alguien, Jungkook.

Maldita sea ¿Qué no puede dejar de reventarme las pelotas aunque sea un minuto? Por alguna razón la cual desconozco y odio, caí encima de él. Eso fue demasiado incomodo, maldita sea ¿por qué me pasan estas cosas a mi?. Estar encima, en una pose tan comprometedora con la persona que más odio en la vida ¡¿POR QUÉ ME PASA ESTO A MI?!.

No tarde mucho para quitarme encima de él y empezar a insultarme y él a mi.

-¡Maldito estúpido fíjate por donde caminas, ciego de mierda!- lo insulte yo primero

-¿¡Yo qué estúpido!?, ¡más bien fíjate tu maldita mierda!- me empuja

Maldita sea no lo aguanto, no soporto que me ponga un dedo encima o que me hable, pero aunque esta vez le hable yo, fue porque el muy imbécil hizo que cayera. Le encanta joderme la existencia este imbécil

Seguido de estos múltiples insultos mutuos, le solté un golpe con mi puño en su mejilla derecha, rápidamente Jungkook cayó, me subí encima de él con mis piernas a los constados y aproveché para seguir dándole golpes en su rostro, mis nudillos ya estaban sangrando al igual que la nariz de Jungkook ya que le di un fuerte golpe en ese lugar.
A este punto ya se estaban escuchando los gritos de muchos alumnos gritando.

Después de unos muy pocos minutos, Jungkook cambio de posición, ahora yo estaba debajo de él mientras que me golpeaba, de igual manera me dio un fuerte golpe en la nariz. Realmante me dolía toda mi cara.
Obviamente no dejé que me golpeará, le daba golpes en su rostro, pero no muchos, rasguños en su cuello y uno que otro igual en su cara.

No paso mucho para que llegará la directora y un profesor a separarnos, ambos estábamos demasiado adoloridos, sangrados de nuestros uniformes, bueno solo de las playeras y sucios, nuestros nudillos rojos y sangrando.

El profesor nos jaló hacia la dirección a los dos, nos tomaba del brazo, mientras que nos iba llamando la atención también la directora, diciéndonos todas las consecuencias que tendría esta palea, típicos regaños.