YO SOY JUDÍA

I. HITLER ES CANCILLER DE ALEMANIA

Era verano de 1939 nombraban a Adolf Hitler como canciller de Alemania.

-La vida está loca, decía mi padre-

Acaso el pueblo alemán no se da cuenta del error que cometen,

-yo creo que no, decía mi madre; Anda ya que tenemos que prepararnos-

mi padre era un hombre intelectual, bondadoso, alto, corpulento, de tes blanca, cabello castaño, ojos verdes ¡Un buen mozo! El solía contarme historias de nuestra descendencia y a mi me encantaba escucharlas. Un día me me contó sobre nuestra religión el judaísmo me dijo que era una de las religiónes más antiguas ya que los judíos son considerados elegidos de Dios y por ende pieza fundamental en el proyecto divino que tiene para la humanidad.

Recuerdo que interrumpi a mi padre y le pregunté.

-siendo yo judía ¿que pieza juego yo en el proyecto divino de Dios, padre? Y entonces - El me respondió - hija tu podrás elegir que pieza quieres ser, eres libre de decidir Dios es bondadoso y el nos da la vida pero nosotros decidimos quien seremos.

Nunca olvide sus palabras, sin imaginar que eran estas las que me acompañaría en los peores momentos de mi vida, y a lo largo de mis dificultades se convertirían en mi fuerza.

Mi padre me enseño tantas cosas puedo decir firmemente que el y mi madre me enseñaron todo lo que hoy en día se. Aprendí que nosotros tenemos el TALMUD Y LA TORA mi padre me explico que el TORA se lee los días lunes, jueves y sábados, este libro solo puede ser leído por hombres en la tradición ortodoxa. Por lo cual nosotros pertenecíamos al TALMUD este mismo se compone por dos libros más, LA GUEMARÁ, y la MISHNA. este último dicta la forma de comportamiento de un judío en los aspectos religiosos, social y personal.

Yo siempre preguntaba a mi padre de todo lo que el con paciencia me enseñaba y cuando me platico del TALMUD me surgió una duda..

-Papa nosotros como judíos hablamos de ese Sr. Llamado Adolf Hitler y he escuchado al padre de mi amiga Ruth, decir que Hitler es un dictador ¿Nosotros somos como Hitler? Por que nosotros los judíos escribimos el TALMUD y nos dicta a nosotros como ser.

Y mi padre con una mirada fija y voz fuerte me respondió.

-Shifra, Adolf Hitler dicta quien vive y quien muere-

Yo me asuste mi padre nunca me había hablado así y creo que el noto mi reacción y me tomo de la mano y prosiguió, - se que no entiendes aún lo que digo y sinceramente espero nunca lo comprendas. - yo por mi parte sentí un escalofrío que me acompañaría siempre. -

Mi padre tal vez presentía lo que tiempo después nos esperaba. Nunca tuve la oportunidad para decirle cuanta razón tenía al decirme esas palabras y que más que nunca entendía lo que me dijo.

Mi madre nos interrumpió a mi padre y a mi..

-David, amor se nos hace tarde -

-Shifra, usa los zapatos rojos te veraz linda con ellos. -

Mi madre por su parte era la mujer más bella que yo había visto jamás, ni hoy día he conocido a alguien tan hermosa como mi madre era mucho mejor que esas mujeres "arias" que no tenían corazón y que tanto Hitler mencionaba. Mi madre no se teñia el cabello, tenía unos labios rojos y unos ojos azules como el mar, mi madre era realmente bella, a ella nunca le preocupó cuando los nazis condenaron los cosméticos en los años 20 tachándolos de un producto judío, el cual rebajaba la feminidad de las mujeres alemanas.

Cuando celebrábamos el Shabat, nunca realizamos ningún tipo de actividad social o comercial, ya que en ese día nosotros le rendiamos culto a Dios únicamente y a estudiábamos el Tora, - o por lo menos así fue gran parte de mi vida-, Aún tengo en la mente cuando mi madre encendía dos velas y las ofrecía al beneficio de nuestra familia, me gustaban estos días por que al finalizar realizábamos un festín había mucha comida y canciones ceremoniales, por las mañanas ese mismo día asistimos a la sinagoga mi padre mi gran caballero lucia siempre tan bien con su yarmulke el cual era un casquete que se colocaba en su cabeza para orar ya que si alguien no se cubría la cabeza era considerado una falta de respeto a Dios. - ¡Estos tiempos, nunca volverán!.

Los padres de mi amiga Ruth, Eran amigos cercanos a mis padres en una reunión la madre de mi amiga le digo a mi madre

- tengo miedo, no por nosotras si no por ellas la vida de todos los judíos es incierta con la SS atrás de nosotros y con Hitler declarando leyes todos los días-

tanta razón tuvo ese día la madre de Ruth que años después ni si quiera sería llamada por mi nombre si no por un número que tendría grabado en un uniforme blanco con rayas negras...

Mis padres me decían que mi belleza era como una piedra de los mejores brillantes y que era resplandeciente en donde sea. Siempre pensé que exageraban pero me consideraba un poco vanidosa y me gustaba oírlos, aunque en mi mente nunca pensé que fuera ni la cuarta parte de lo bella de mi madre.

Yo en realidad era una chica de 16 años, blanca, cabello negro, ojos como los de mi madre eso decía mi padre que eran azules como el mismo cielo, mi nariz ¡o Dios! Bien lo sabe el que nunca me gusto mi nariz.... Era extremadamente delgada, mis amigas en cambio ya contaban con un cuerpo maravilloso eso a mi me hacía enojar. Al pasar el tiempo comprendí que una apariencia no me salvaría de la muerte por que ya estaba marcada al ser ¡judía!.