IV. I LAS DUCHAS

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habíamos escuchado muchas cosas  horribles de Auschwitz,  tratábamos de pensar o por lo menos yo así lo hacía, en que todo era un sueño y pronto esta terrible pesadilla terminaría.

Auschwitz era el campo de concentración y masacre más grande, que los nazis pudieron construir,  ellos hacían alarde que tenían edificios maravillosos en su arquitectura y este no era su excepción no por lo bello si no por lo descabellado, su seguridad era increíble, quien haya visto un manicomio o pueda imaginar el infierno esto era lo más parecido a eso.

Nos llevaron a todas las mujeres a la ante sala de las duchas.

-Bañarse ¡ahora!  Dije, lo que necesitamos es comer o dormir,  a caso a los alemanes les molesta nuestro aroma,  si ellos son los  culpables de que estemos así, acaso no nos encerraron más de 3 días en un vagón de carga, sin baños sin agua, en las peores condiciones-

-SHIFRA, grito mi madre, calla o estas buscando la ¡muerte! -

Yo le respondí..  - madre ¿Acaso esto es vivir?

Creo que mi madre sabía que lo que decía era verdad, pero no podía permitir que terminaremos así, después de soportar tantas cosas en el ghetto y en el tren,  creía aún, que todo mejoraría.

Nos dejaron sin la poca ropa que teníamos nos sentaron en una silla, y comenzaron a quitarnos el cabello, mi madre y toda su bella cabellera se fue al piso en cuestión de segundos,  vi tanta tristeza en sus ojos  y no digo nada,¡ no podía! .... Cuando toco mi turno seguí el ejemplo de mi madre,   al terminar recuerdo que mi madre veía al suelo yo le tome de la quijada y le dije.

-Madre aun seguimos siendo bellas, si recuerdas lo que me decían tu y mi padre,  ahora yo te digo a ti,  somos un diamante que brillaremos donde sea y como sea. (Sonreí y cerré un ojo)

Mi madre me sonrió y me tomo de la mano y me digo - - te quiero Shifra -

Después de quitarnos el cabello nos metieron a las duchas, habíamos escuchado que esto eran una muerte anunciada,  pero no fue así, otra vez nos salvamos,  el agua que caía era helada salimos temblando,  nos dieron uniformes que tenían los demás presos y en ese momento, pasamos a ser parte de esos muertos vivientes.

YO SOY JUDÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora