YO SOY JUDÍA

XI. LOS VALIENTES DE SOBIBOR

El "valiente" vive hasta que el cobarde quiere.......

Una enfermera que trabajaba con nosotras en el hospital la cual nunca supe su verdadero nombre siempre la conocí con el número que los nazis le asignaron al igual que a todas las internas de Auschwitz. Esta mujer era miembro de la resistencia ella constantemente nos llevaba mensajes de fe,  nos contaba acerca de que los aliados estaban cerca de liberarnos y que un conocido en los Sonderkommando ( judíos que bajo amenaza de muerte tenían que trabajar para los alemanes), le habían informado que estaban preparando una liberación de todos los presos, todo esto nos llenaba de esperanza de poder ser ¡Libres! -, constantemente hacia planes acerca de lo que aria cuando ya no estuviera aquí.- viviría mi juventud - por que lamentablemente mi adolescencia ya no la podía jamás recuperar y tal vez sabía que mi vida nunca sería normal, aunque Dios me diera la oportunidad de salir de aqui. - Sin embargo mi esencia de vivir y ser feliz al parecer aún la tenía viva -, escuchar todo lo que ella decía me alimentaba el alma al igual que a muchas que la escuchábamos con atención.

     En otoño de 1943 el campo de concentración de Sobibor el cual era un pequeño y diminuto campo, pusieron en aprietos a los nazis,  en el se encontraban entre 600 judíos los cuales se dedicaban a clasificar las pertenencias de sus compañeros asesinados en la cámara de gas.

Un día la enfermera nos dijo: - Ya inicio - ¿Que inicio?, le pregunté - 

Pues - ¡ La libertad !

-¡oh! ¿Que dices? -  Estas hablando en serio.

- 300 judíos lograron escapar del campo de Sobibor , mi conocido me contó que estas personas tomaron valor y su poca dignidad y corrieron a través del campo minado hacia el bosque y como todos unos héroes cruzaron la alambrada de púas eléctricas. LO LOGRARON, SON LIBRES, LIBRES. -

Esta noticia me lleno de alegría, entusiasmo y fe.  Estábamos felices. Aunque esta felicidad poco le duro a mi amiga la enfermera, pasado tres días se veía mal, triste como que si de pronto alguien le hubiera robado su felicidad. Me acerque a ella y le dije: - ¿ Que te pasa? Puedes confiar en mi, recuerda las cargas son mejor compartirlas, yo te ayudo a cargar la tuya. En ese instante comenzó a llorar como nunca antes la había visto, me abrazo y dijo: - nunca saldremos de este infierno, nos moriremos todas -

- ¿que dices? Calla estas mal-

- ¡Claro! Que no - dijo un médico de la SS, que era nuevo en el campo de concentración de nombre Tomás Hess, cuando escuche su voz sentí que la muerte se había apoderado de todas nosotras y que siendo  un médico de la SS, nos torturaria y mandaría a fusilar por hablar de algo que para los nazis era una traición.

- el médico dijo:  - no tienen la Información completa - decía mientras se acercaba adonde nosotras nos encontrábamos - si a bien es decir que la mayoría fueron nuevamente apresados y fusilados, 50 de ellos se salvaron y  ahora están muy lejos, pronto ustedes estarán igual.  De este intento de heroísmo por parte de ustedes, LOS JUDIOS, el mensaje que trasmiten es claro, ¿No lo creen?, les transmitieron valor, esperanza y fe, piensen en lo bueno que deja esto y recuerdenlos por lo que hicieron, no por como murieron. -

Me quede helada al oír estas palabras de un  miembro de la SS, por un momento no supe ni que hacer o decir, no pude hablar,  - por último dijo, todo tiene un inicio pero también un final,  les recomiendo ser más precavida para hablar no todos ven lo que vemos nosotros, así que ha trabajar-

Ese hombre a quien por el solo hecho de ser nazi era repudiado por todas las internas,  tenía un corazón diferente a los SS.  Tomás Hess ese hombre con uniforme impecable portador de insignias nazis, nos había regalado noticia blasfema para las leyes del nazismo, nos dio fuerza y nos motivo a seguir adelante.  Un SS no era malo y esto para mi cambiaba toda mis creencias de TODOS LOS ALEMANES SON UN ASCO. o por lo menos eso sentía  mi corazón.