Doctor Who (VII): Remember

Capítulo 14: No es un Adios

(Maratón 1/3)

Escuchó voces a lo lejos. Discuten sobre algo, pero no se exactamente lo que es. Poco a poco se escuchó con claridad. Mi vista es borrosa, algo estoy segura, estoy de vuelta en la TARDIS. Vuelvo a cerrar mis ojos.

- Eso que hizo Abigail fue una idiotez- comenta Strax.

- Nunca dudes del amor verdadero, Strax- lo regaño Vastra.

- O el amor de una madre a su hijo- comenta Clara-. Cualquiera de las dos, son igual de arriesgadas. Ella lo hizo por los dos.

- ¿Y tú?- pregunta Jenny.

- Para salvar a mis amigos.

- Es mejor que dejen de hablar. Ella reaccionará en cualquier momento. Y no quiero que la alteren.

Siento como deja en una cama quien sea que me estuviera cargando. Así como me tapan con una cobija. Siento un beso en mi frente para después sentir su mano en mi mejilla.

- Descansa, Abigail- escuchó la voz del Doctor.

Estamos todos sentados en nuestro salón de clases mientras nuestra profesora nos enseña sobre la regeneración en los señores del Tiempo. Trato de escribir todo lo que dicta. Solo se escuchan los rasguidos de mi pluma en el papel.

- Recuerden, niños- dice la maestra mientras sentimos su mirada en nosotros-. Las regeneraciones dependen de dos factores. Los años que vivieron y la causa de muerte. No es raro que...

Veo que una mano deja un papel arrugado en el escritorio. Lo desarrugo para ver los círculos mal tratados del Doctor. Solo sonrió al ver la nota. Empiezo a trazar mi respuesta con una sonrisa de complicidad y se lo paso en la primera oportunidad.

- ... es por eso, que se deben de mantener aislados o alejados para no hacer daño a ninguna otra criatura. Espero que me esté poniendo atención, Abigail.

- Por supuesto señora- comentó en susurró mientras me levantó de mi asiento.

- Espero que me diga cuáles son los dos factores importantes para una regeneración.

- Los años que vive un individuo y las causas de su muerte.

- Se puede sentar.

Hago caso mientras sigue con su clase, como si nada hubiera pasado.

Abro los ojos para darme cuenta que aún sigo en la TARDIS. Veo mis manos esa luz naranja que tanto conocía. Aprieto mi mano para poder retrasar mi regeneración. Ya me siento mejor, así que decido ir a la consola.

Empiezo a subir las escaleras, se escuchan murmullos en la consola. Veo a Jenny, Strax, Vastra, Clara y el Doctor. Veo a mi alrededor, pensar que en cualquier momento podría pasar.

- Abigail- Clara empieza a caminar hacia mi pero le hago un gesto con mi mano para que no lo haga-. ¿Que es lo que sucede?

- Puede pasar en cualquier momento- empiezo a caminar alrededor de la consola-. Sentimiento extraño cuando se hace mucho uno no realiza. Pero se que será rápido- veo al Doctor por un instante-. Todos tenemos miedo al cambio y es normal. Más normal de lo que uno se lo imagina. Pero esta bien, porque eso significa que estamos dispuestos a cambiar, siempre y cuando no olvidemos de donde venimos. Recordar cada segundo, minuto, hora, día, semana y año para convertirlo en una experiencia para usarla como aprendizaje. Siempre hay que estar dispuesto a dar un salto de fe para saber que cosas buenas vendrán por nosotros. Siempre hay que arriesgar. Siempre hay que sacrificar, pues todo es más que efímero.

Escuchó unos pasos que se acercan mientras todo se vuelve un poco más oscuro, doy media vuelta para encontrarme con Jack. Pongo mi mano en su mejilla para sonreírle.

- Has llegado muy lejos, Lizzy- comenta Jack con una sonrisa orgullosa.

- Nada de esto hubiera pasado sin tu ayuda, mi buen amigo.

- Y hay muchas cosas por las cuales tienes que enfrentarte- quita mi mano de su mejilla para unir nuestras manos-. Cuando un viaje termina...

- ... el otro comienza- comentó con una sonrisa.

- Bon voyage.

- No es un adiós, después de todo, Capitán Jack- una sonrisa se asoma en su cara.

Todo se desvanece en ese momento para ver a mis compañeros. Les regalo una sonrisa triste. Veo mis manos, esta vez estoy lista para regenerarme.

- Vale que en Latin significa adiós.

Antes de que pudieran decir algo siento toda la energía cubriendo en cada parte de mi cuerpo. Se que será algo bueno. Y se que será increíble este cambio. De un momento a otro me detengo.

Antes de que pudiera moverme siento que me voy a caer hasta que unos brazos me atrapan. Me quitan el cabello castaño casi rubio de mi cara.

- ¿He cambiado?- preguntó preocupada.

- Si- responde el Doctor con una sonrisa.

- ¿Y como me veo?

- Creo que sería mejor que lo vieras por ti misma.