Prófugos | Hero Fiennes

Capitulo 5

J O S E P H I N E

¿Cómo podía ser que ninguna cámara captase el robo que me acababan de hacer hacía escasamente media hora?
Era imposible que ni una sola persona de seguridad viese como un capullo me robase el móvil y el bolso, con todas mis pertenencias, incluidas mi libreta, con mi puto futuro escrito en esas hojas. Además de mi maleta, con toda mi ropa y ahorros de por lo menos 5 años atrás. Encima, estaban todos los libros para las asignaturas del curso nuevo en el campus.

Ahora mismo, quiero morirme.

Miro a mi hermana y ella está llamando por teléfono, por tercera vez, a la policia local. Esto es alucinante.
Veo que cuelga y suspira.

- Nena, esto va a tardar lo suyo..., la policia me ha dicho que no es la primera vez que pasa, que andemos con ojo a partir de ahora y que pondrán patrullas para encontrar a esos gilipollas -musita Cath y se levanta de la silla de la sala.

Me levanto tras ella y miro al agente del aeropuerto.

- Si nadie en esta puta ciudad está dispuesto a ayudarme a encontrar a ese hijo de puta, lo haré yo -afirmo y mi hermana y yo salimos por la puerta.

- Jo, cariño, ahora relájate y date una ducha, ¿vale? Ni siquiera tienes que salir, harás amigos mañana o cuando te apetezca salir -me dice Catherine mientras caminamos hasta la entrada de la fraternidad.

- No tengo ganas de fiesta -digo, aunque es normal.

No tengo ropa, no podría salir igualmente. Pero es que ni siquiera tengo libros con los que entretenerme.

Vamos buscando el número de llave, 155 y nos topamos con un par de chicas que caminan hacia abajo, a la fiesta, o eso creo.

Mi hermana es la que se ha enterado que aquí, en verano es lo único que se hace, aparte de excursiones veraniegas que organiza la misma universidad.

A pesar de solo sacarnos 5 años, no tenemos nada en común. Ni siquiera salimos juntas. Solo que ella tenía casi las mismas ganas que yo de salir de esa ciudad y comenzar de cero.

El pequeño apartamento es acogedor y parece más bien una habitación con las cosas básicas de un apartamento. Nada más entrar, hay un espejo enorme.

Me veo reflejada detrás de que entre Cath, y observo mi cara. Me acerco hasta el y paso mis dedos por los pómulos, tengo mala cara, es evidente.
Últimamente solo puedo martirizarme a mí misma con mi cuerpo. Trato de buscar una sola cosa que me guste de el, pero nada.

Puedo escuchar como mi hermana se desnuda para cambiarse y ponerse ese vestido que tan bien le queda. Pero ni siquiera le miro, me quedo atónita y perpleja ante mi imagen en el espejo.

- ¿Me estas escuchando, Jo? -mi hermana reclama mi atención y veo que su vestido es perfecto para ella, como siempre.

Me sale una especie de mueca como intento de sonrisa, y me acerco a ella para abrazarla.

- Estas perfecta Cath -digo y trato de aspirar su aroma floral.

Catherine me sonríe y saca su pinta labios para lucirlo en la fiesta.

- Volveré pronto, solo salgo para conocer gente nueva... -dice y ve como se pone unos tacones- Y si ligo pues mejor que mejor -finaliza para plantarme un beso en la mejilla e irse al coger su móvil.