❝ Esplendor: Secretos nocturnos ❞

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Cercano a las 11 p.m un rubio somnoliento corría de norte a sur, este a oeste en la mansión en busca de su alfa con el que se había acostado a dormir en su acogedor pecho y cuando dejo de sentir esa calidez que le proporcionaba, despertó hallándose solo en la habitación, buscó detrás de cada puerta y a unos cuantos betas y omegas del servicio que todavía se encontraban despiertos ya que normalmente duermen temprano por sus labores.

Se preguntaba a dónde pudo irse a esa hora sin que nadie lo note? Su lobo estaba intranquilo al no encontrarlo, últimamente lo necesita más que nunca, no podía regresar a esa fría cama sin él.

Por más que buscó y buscó no lo encontró, regresó a la cama como un cachorro regañado con sus ojos picosos al no tenerlo cerca se dejó caer de mala gana mientras zapateaba en un berrinche, hundió su rostro en la almohada del alfa para aspirar un poco de su olor y así calmarse pero eso era tan poco comparado a la cercanía, el calor, la paz que le ofrecía él.

Luego de arrasar con las sábanas y cobijas de la cama, giró su rostro en dirección al velador y sobre este yacía un pequeño sobre púrpura.

¿Cómo no se dio cuenta antes?

Lo tomó al apuro, tal vez se lo dejó Hoseok antes de irse y le daba una explicación, lo abrió como pudo casi despedazando el sobre y en efecto, la letra de su alfa estaba bien tallada sobre el papel.

'Estoy seguro de que recién te diste cuenta de este sobre luego de haberme buscado por todos lados , casi puedo ver el puchero en tu rostro al no encontrarme.
Deja los berrinches y ven a mi encuentre, te estoy esperando justo en tu más preciado recuerdo.

"De atrás hacia delante".

Una mueca se abrió paso en su rostro de porcelana, sin importar el no saber con exactitud a donde dirigirse se puso en marchar, por lo menos hasta salir del dormitorio y bajar las escaleras. En tanto pensaba y se angustiaba al no tener una respuesta fija, recordaba cada palabra escrita en la carta, su más preciado recuerdo, en realidad tenía muchos, hasta sus nueve años obtuvo esos brillantes recuerdos porque luego de eso todo se oscureció en su vida.

De pronto su mente hizo click con solo dos palabras " el columpio"

Ese viejo columpio colgado de un árbol lejano al jardín, donde jugaba con su madre cuando era pequeño y que a pesar de largos años seguía ahí con sus cuerdas intactas, nadie lo había descolgado nunca y ahora su alfa lo esperaba allí.

¿Para qué?

Salió por las puertas corredizas de la cocina y deambuló por el precioso jardín en forma de laberinto, las antiguas rosas blancas fueron cambiadas por las rojas todo por la petición de su madrastra y aún así eran secas y sin ese brillo natural porque simplemente no era como su madre que se desvivía por ese jardín, muy temprano por la mañana regaba las rosas con ayuda de los jardineros que contrataba su padre, al tocarlas mientras caminaba era como si de repente regresara en el tiempo y casi podía ver la silueta de su madre con esos deslumbrantes ojos verdosos, ese cariño y amor que ponía al hacer las cosas cuidando de los rosales e incluso de esos arbusto que tenían formas de animales en especial los que tenía forma de conejos y canarios pero ahora simplemente eran arbusto sin gracia ni belleza.


Al salir del jardín su pantufla se atascó y al regresar por ella tras haber sentido el frío césped bajo sus pies encontró otro sobre del mismo color en una banca y sobre una hermosa gardenia blanca , pero luego admiró que no era una sino una pequeña fila de ellas en diferentes macetas muy lindas y perfumadas.

 ✅ ❝ OTS ❞ ¡! hopev © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora