>Capítulo 1<

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Hola, soy Mariana Villa Nueva , tengo 10 años, y aquí es en donde empieza mi vida interesante.

Vivo con mi mamá, se llama Ana, mi papá, se llama Gabriel, y mi perro Lucky.

Bueno esta historia comienza solo con mi perro.

Una hermosa tarde, yo iba regresando de la escuela con mis dos mejores amigos: David e Itzel. Ellos son mis mejores amigos desde que tengo memoria y eso que apenas tengo 10 años.

Llegue a mi casa y como siempre salí a jugar con mi perro al patio delantero, fue una mala idea. La pelota rodó hasta la calle, mi perro fue tras ella; iba pasando un coche y no le dio tiempo de frenarse cuando vio a mi perro.

Mi única reacción fue gritarle a mis papás, ellos salieron corriendo a ver que pasaba, vimos a mi perro, lo llevamos al veterinario, pero nos dijeron que no iba a poder sobrevivir.

Yo estaba muy triste, ese perro lo había adoptado con mi abuela antes de que muriera, era el único recuerdo que me quedaba de ella.

Toda la semana estuve muy triste, hasta que mis papás decidieron adoptar otro perro, eso me alegro un poco. Fuimos, escogimos uno, lo nombramos Pucky, regresamos a casa.

Al regresar a mi papá le llego una supuesta llamada del "trabajo", así que tuvo que salir. Mamá y yo nos quedamos en casa con el nuevo miembro de la familia.

Yo estaba de vacaciones, así que no había problema si me desvelaba esperando a mi papá. Pero de repente le llego una llamada a mi mamá.

Yo no entendía nada, ella simplemente empezó a llorar, volteó, me vio y lo único que me dijo fue
-tenemos que ir al hospital, tu padre sufrió un accidente- dijo con lágrimas en los ojos.

Enseguida y sin decir más, salimos de inmediato al hospital.
Al llegar mi mamá y yo nos llevamos una tremenda sorpresa. Había otra familia qué igual esperaba a que le dijeran algo de su familiar. La señora era hermosa, pero no más que mi mamá y el niño con el que venía acompañada se me hacia conocido...

*flashback*

- ya Jays, ¡dame mi pelota!
- solo si la alcanzas te la daré, ¡ENANA!
-te voy a acusar, ¡solo dámela y ya!
- ¡ya vas a llorar!

De repente Jays calló al suelo, y ahí estaba un niño nuevo para mi, nunca lo había visto en mi vida.

-¿estas bien?- pregunto el niño que había golpeado a Jays
- si, estoy bien- respondí en seguida
-¿quien era él?
-se llama Jays, ese niño siempre me molesta
-bien, de ahora en adelante estaré yo para apoyarte- dijo el niño dándome un leve golpesito en el hombro
-¿como te llamas?
-Elías, ¿y tu?
- Mariana

Y desde ese día Elías y Mariana se hicieron amigos.

*Fin de flashback*

-¿tu qué haces aquí?- dije enojada hacia Jays, yo había hablado primero que mi madre
- la verdadera pregunta es ¿tu qué haces aquí?- respondió Jays
-hola buenas tardes, soy la señora Ana, mamá de Mariana-saludo mi mamá a la señora
-hola buenas tardes, mi nombre  es Mónica la mamá de Jays- contesto la señora amablemente
- ¿y porque están aquí?- pregunto Mónica
-Mi esposo se accidentó saliendo del trabajo-contesto mi mamá
- oh, lo lamento
-¿y ustedes porque están aquí?- pregunto mi mamá amablemente
- mi esposo también se accidentó saliendo del trabajo- dijo Mónica confundida
-Mmm... Probablemente nuestros esposos se conocían
-si, tal vez
-Familiares del señor Gabriel Villa Real- grito la enfermera saliendo del quirofano

Enseguida Mónica y mi mamá se levantaron, se voltearon a ver con miradas asesinas.

Sin decir más, Mónica reclamó enseguida
-¿¡QUÉ?! No, yo soy la esposa del señor Gabriel y el es nuestro hijo- dijo apuntando a Jays
- No no no no no, nosotras somos la familia de Gabriel

Lo único que pude pensar fue "¿qué esta pasando? No puede ser que Jays sea mi hermanastro"

Muchas preguntas sin respuesta pasaron en mi cabeza, pero una acción me saco de mis pensamientos, vi como Mónica se estaba llendo enojada junto con Jays. Ahora lo que menos quería era volverme a encontrar a Jays en la escuela.

La enfermera le empezó a hacer preguntas a mi mamá para poder declarar como muerto el cuerpo de mi padre. Pasaron unas cuantas horas y nos fuimos a casa.

*cuatro años después*

Me percate de que mi mamá se veía con alguien, pero ella no me lo había dicho. Hasta que llego el día, de que me lo dijera.

Mi madre salió ese día temprano y al momento de regresar, venía con dos personas más, un señor alto, pelinegro pero con ojos azules y un niño que me parecía familiar. Era Elías.

-hija el es Javier, lo conocí hace un año, y él es su hijo, Elías, probablemente ya lo conocías, ellos se mudaran con nosotros, espero que te tomes bien la noticia hija, solas estamos bien, pero con dos personas más estaremos mejor ¿no lo crees nena?- decía mi mamá con un tono dulce
-si, esta bien mamá- dije con una sonrisa falsa, simulando estar bien.

No me dolia el hecho de convivir a diario con Elías, me doli qué mi mamá hubiera podido reemplazar a mi papá en tan solo 4 años. Pero como diría mi abuela "la vida sigue"

¥Amor Prohibido¥+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora