Estoy aquí, mirame bien, que no se te olvide mi rostro porque de un día a otro podría desaparecer de ti. No porque quiera, no, es mejor dicho mi deber; irme por mi bien, porque tú me haz convertido en un enemigo de mi, permites que cada palabra me destruya, tú que en lugar de cuidarme me tiraste a la intemperie, sin importar que una fiera me comiera, sin importarte ni un poco que el frío me deshiciera.
Mirame, aquí estoy, de rodillas ante ti pero no para rogarte, sí no para que veas por última vez mi cara un poco más y así de cerca. Te amé, y tú decías que “también”. ¿Acaso tú mentías? Y que bien que se te da.
Aunque mucho me arda en lo más profundo de mi pecho, debo decir adiós. Es duro para mí, y lo mejor para mí, triste por ti porque este mismo ser que te dió todo de sí ya no estará más aquí.
Ámame cuánto puedas y hasta dónde el tiempo te alcance, pero por primera vez no seas mediocre y hazlo bien, ya que por lo mismo estoy tan apunto de largarme lejos, por qué no supiste amar, por tu tóxica manera de querer.
Te diré una cosa: “Romper no es querer” romper es joder, es destruir, es matar, es arrancar; pero no te preocupes yo me arranco este amor que me quema, este poco amor que me queda, y juro haberte amado pero parece que no ha sido suficiente y un gran dolor me ha quedado resultado de este maldito estado de gravedad en que me dejaste, tú me abandonaste...
Mirame, aquí estoy, alguien desecho, casi sin vida y con un amargo sabor.
Mirame, aquí estoy sin querer irme a pesar de este dolor.
Mirame, maldita sea, aquí estoy vine a por ti, a por tu «quédate por favor».
Pero mira tú, que no me detendras por más que yo lo desee, que no me pedirás que me quede por más que lo sueñe, que no te desarmarás por mi por más que lo ruegue al cielo.Y aquí estoy, finalmente, veme aquí una vez más porque lo que de nosotros fue ya no será nunca más, porque hasta el firmamento lo sabe, y las estrellas del cielo lo esperan, tú no esperas mi regreso, y yo tampoco lo espero, porque adiós es adiós, y sólo el pavimento sabrá quienes pisaron tomados de la mano, quienes se arrodillaron pidiendo redención, quién de los dos derramó sus lágrimas sobre él, por el dolor de no volver más a ese lugar que le proporcionó felicidad pero le dejó solo una cosa «un puro vacío y toxicidad»
“Nelianny Velasquez”
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«Estamos conectados»
PoesíaVersos para todo, leer es el arte de la vida misma; más cuando de amor, pasiones y la vida se trata. Y siempre es un gusto leer algo que nos identifique. UN LIBRO DE VERSOS, titulado «Conectemos» para ti, para que sientas la lectura cómo si fuese tu...