Mi Cachorro, Nuestro Cachorro.

cuarto mes.

Jimin había faltado durante una semana entera a clases, pero aún así no me preocupaba de a mucho ya que yo iba a visitarle todos los días a su casa, asegurando me de que estuviera bien, su salud había mejorado con el paso del tiempo.

Sus feromonas se sentían cada vez un poco más dulces y eso lo logré notar durante el paso de estos meses, estaba comenzando a oler a leche de fresas, delicioso, era curioso que solo yo notara ese pequeño detalle.

A veces me parecía tierno que se encontrara bastante cariñoso conmigo, en varias ocasiones se quedo dormido sobre mi cuerpo abrazandome con una fuerza increíble, como si no quisiera separarse de mí.

Él decía que le gustaba mucho mis feromonas de alfa y que no podía parar de olerlas, cómodamente yo lo aceptaba, adoraba estar así con él, me estaba enamorando mucho más de él y quizás él también estaba sintiendo algo por mi más que solo cariño de amistad.