Mi Cachorro, Nuestro Cachorro.

septimo mes

¿contracciones? Ya habían comenzado a hacerse presentes.

Había decido quedarme en la casa de mi omega ya que no quería dejarle solo pasando por este proceso algo delicado para él, su cuerpo a veces perdía fuerza y necesitaba de alguien para no dejarlo caer, claro, ahí estaba yo para él, asegurandome que nada le faltara.

Me asustaba mucho cuando de repente en la noche se comenzaba a mover bastante incómodo a mi lado y se apretaba el vientre, tenía miedo de que lastimara al cachorro al aplicar esa fuerza.

Por suerte con solo un poco de mimos en su vientre aquellos dolores desaparecían dejandolo dormir en paz como todo un bebé, al parecer el pequeño ya me estaba aceptando como su padre, creía que era un niño por que aún no sabia que era, Jimin no me decía.

Los dos aún seguíamos yendo a la universidad, pero habían días en los que debíamos faltar, Jimin por que se sentía mal y yo por que me quedaba cuidándolo a él, sacrificaba todo lo que amaba solo por verlo bien.