Mi Cachorro, Nuestro Cachorro.

octavo mes.

La hora del parto del omega estaba por llegar, estaba demasiado cerca y eso me tenía un poco inquieto.

La última revisión a la que acudimos fue hace una semana, el doctor nos dijo que el cachorro podría estar naciendo entre inicios del próximo mes que se venía.

Este mes fue en el que más discutimos ya que de nuevo apareció el padre de aquel cahorrito, Jimin le dijo que el bebé era de el, aquel alfa lo acepto. Y para mi suerte Jimin se fue con él aceptando perdidamente todas las cosas que le prometió junto a su cachorro, dejándome a mi solo, la marca que le hice desapareció dejándolo ser libre, ya que no la había renovado desde hace ya un tiempo, él me había dejado con el corazón hecho trizas.

Vaya que eso si había sigo un golpe muy bajo, el cual lastimó de gran manera el amor que mi lobo le tenía a él y al cachorro, me sentía tan vacío.

También me sentía algo estupido ya que sabía que esto pasaría en cualquier momento, solo los tontos creen en un final feliz.