//MY JAE// Jeon Jungkook

11

🔹🔹🔹

—Toma muchos líquidos y evita hacer ejercicios pesados, claro, si lo que quieres es bailar cuanto antes.

—Claro.—Contesté sin prestar mucha atención a lo que decía.

—Hablo enserio Soo.—Me miró serio.—Aún no puedes volver a bailar, no quieras hacerlo cuando apenas estas volviendo a caminar.

—Si doc, entiendo.—Volví a repetir por decima vez.

El doctor Kang me miró no muy convencido, como doctor personal de la Facultad de danza conocía muy bien a los estudiantes, en especial Soo JaeMin, o sea yo; una de las mejores bailarinas, la más exigente y dura consigo misma, sabía que trabajar más duro que los demás estudiantes por que no era la primera vez que acudía a su consultorio, pero si la primera vez que lo hacía con un esguince de tal grado. Aun que no fuera mi culpa.

Soltando un suspiro, liberó mi pie de aquel aparato ortopédico, parecía que quería verme luciendo esa cosa durante otras cuatro semanas más.

—No se preocupe Doctor, yo me encargaré que no toque el escenario.—Afirmó Jimin con toda la palabra en la boca.

Arqué una ceja mientras cruzaba mis brazos, ¿desde cuando aquel chico tomaba mis decisiones?

—Bien Jimin, confío en ti.

Lo miré indignada. ¿Cómo es que no confiaba en mi?

Una vez que la cita acabó, ambos abandonamos el consultorio del doctor Kang. Jimin se sentía realmente feliz de que por fin pudiera caminar y muy pronto bailar a su lado, o al menos eso me decía durante todo el trayecto de camino a casa, su consciencia después de haberme arrojado a los asientos del público por fin se encontraría en paz, después de largas y largas semanas .

—¿Qué te pasa? deberías estar feliz después de volver a caminar.

—¿Quién dice que no lo estoy?—Fruncí el ceño y esquivé su mirada.

—Yo, pues te noto desconectada, ni siquiera prestaste atención a lo que el doctor te dijo.

—Claro que si, me dijo que no bailara aún.

—Claro que no, te dijo que ya podías volver a bailar cuando tu quisieras.

—¿En serio?-Pregunté con un seguro brillo en los ojos.

—No, pero ahí mi punto, no prestaste atención durante la cita, estas muy distraída y para nada irritante, y todo desde aquel día en que Jungkook se quedó a cuidar de ti.

No dije nada. Guardé mis manos en los bolsillos de mi pantalón y seguí caminando tratando de ignorar a lo que Jimin me decía, pero Jimin siguió hablando.

—¿Que pasó entre ustedes? claro, además del golpe que te diste y de su "accidente".—Rió divertido.

Mis mejillas se me pusieron rojas cuando volví a recordar aquel embarazoso momento;

Jungkook reía a carcajadas mientras veía mi rostro volverse rojo. Me paré de la cama y caminé hasta el con intenciones de cerrarle la puerta en sus narices, no sin antes de darle un puñetazo en aquella perfecta cara, pero por torpe pisé las cortinas que me cubrían y caí en los brazos de Jungkook quien no me vio venir y cayó con migo arriba de el, y por si fuera poco la puerta se abrió de golpe dejando ver a un grupo de chicos tan quemados y rojos como camarones en pescadería.

—¡Jeon, te dije que querida virgen a mi niña!—Gritó Hanyi sobresaliendo de todos.

Sin embargo, haciendo todo aquello aún lado, no podía dejar de olvidar como Jungkook se había comportado tan diferente al lastimarme el pie y sufrir aquella leve herida. Sus ojos preocupados jamás los había visto, y a decir verdad fue una sensación que aunque me costaba admitirlo, me agradó.

—Oye, acerca de Jeon...

—¿No me digas que caíste a sus pies?—Me miró sin creerlo.

—¿Que? ¡no!

—Ah...que bueno, por que aunque sea mi mejor amigo pienso que mereces algo mejor que un idiota que se acuesta con cualquiera.

—¡Por dios Park! ¿tan idiota me vez?

—No, no lo creo, pero entonces si no es eso ¿Qué es?

Bufé rondando los ojos.—¿Tu sabías acerca de que Jungkook estudió medicina?

—Ah eso, si.-Se encogió de hombros.—¿Por que?

—Por que no lo veo con una bata blanca y con un estetoscopio, ¿Qué paso, por qué se salió?

—Mmh a él no le gusta hablar de eso.—Hizo una mueca, llevando sus manos a los bolsillos de su chaqueta.—Es algo muy personal que no debería decir.

—Ya veo...—Asentí comprendiendo lo que decía.

—¿Por que te interesa de repente?

Me encogí de hombros—No lo se, solo que ese día se comporto de una manera diferente a lo normal.

—¿Diferente?—Preguntó con burla.

—Si, o sea por un momento dejó de ser el idiota que siempre y de repente se comporto como alguien maduro.

—Ah ya, sus momentos Jeon.

—¿Sus qué, qué?—Fruncí el ceño.

—Si, su papa es muy serio y solo se dirigen a él como el señor Jeon, entonces cuando se vuelve así siempre nos burlamos diciendo que se parece a el.—Carcajeó divertido.

Asentí a lo que decía, al parecer había momentos en que Jungkook se comportaba serio y dejaba de ser la horrible persona que era, tenía que admitir que me sorprendía, pero lo que llamaba mas mi atención era averiguar que él estudió medicina por un cierto tiempo, la pregunta era ¿porqué lo dejo?

—Escuché que si miras fijamente a una persona puedes lograr que se ponga nerviosa, eso significa que tienes control sobre ella.

—¿Es enserio?—Preguntó sorprendido.

Para celebrar mi recuperación los demás decidieron prepara una parrillada en el balcón de los chicos, siendo los únicos que tenían uno para lograr hacerlo, el único detalle era que sería en el apartamento de Jimin, donde vivía él y Jungkook. Intente negarme siendo lo mas amable posible, pues los chicos de verdad querían celebrar mi recuperación y que muy pronto volvería bailar, pero eso significaba tener que ver de nuevo a Jungkook.

No quería tener que volver a cruzar mirada con el, no después de aquel beso, no después de que caí desnuda arriba de el, por que cada vez que lo recordaba mis mejillas se ponían coloradas y sentía un extraño calor incomodo.

—Taehyung por mas que me mires de esa forma no lograras ponerme nerviosa.-Lo miré con intensidad, observando como sus ojos rasgados se abrían de mas.—Mejor mira a Thara, estoy segura que te funcionara muy bien.

Taehyung se sonrojó, justo en el momento en que la pelirroja entraba a la sala riendo de lo que Jisoo le decía

—Escúchala Tae.-Hablaron detrás de mi, lo que provoco que mi piel se le erizara.- Pues la única persona que puede lograr ponerla nerviosa.—Fue acariciando con su dedo mi cuello, subiendo hasta mis mejillas.—Soy yo.