Un chico y una chica con personalidades identicas pero con gustos diferentes.
Él era capitán del equipo de soccer ,ella la lider de danza contemporanea.
Él, el mas deseado y ella mas anelhada de toda la universidad.
A el gustaba el pan,a ella el ram...
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🔹🔹🔹
—¡Cinco, seis, siete, ocho!
Todos los que tuvieran lugar alguno en el escenario tomaron sus posiciones rápidamente apenas la profesora comenzó a contar, yo no tenía problemas en encontrar mi lugar, después de todo era la bailarín principal junto a mi mejor amigo. Ambos éramos de la misma estatura, aunque el siempre se empeñaba en pelear que me ganaba con uno o dos centímetros, no era que me creyera muy alta a su lado si no que el chico rubio era algo bajito, pero gracias a sus piernas, fuertes brazos y con aquella cara de angel que se cargaba cuando le convenía, se había convertido en la estrella ,claro después de mi.
—Vieja loca.—Escuché murmurar al chico.
Mordí mi lengua para no reír, y es que era la octava vez que volvíamos a empezar la coreografía por que ciertos chicos de atrás no lograban apuntar los pies al momento de hacer un jete impecable.
—Ella no rueda en el piso como un puto panda.—Volvió a quejarse.
A hora si, mi risa había salido como la de una cerdo al querer contenerla.
Diablos
Llamé la atención de varios bailarines y de la profesora, pero justo cuando me iba a reprender por haber arruinado la clase, la campanilla del estudio sonó, indicando el fin de la clase.
Llena de sudor, tomé mis cosas para salir y tomar un fría ducha, pero fueron los gritos de mi amigo que me llamaron y me detuvieron.
—¡Jaemin-ah!
—¿Qué pasa Jimin?—Abrí mi termo purpura y bebí tan rápido que algunas gotas de agua escurrieron por mi comisura y de ahí por mi cuello.
Park Jimin me miró embobado, unos segundos, luego sacudió la cabeza.
—El otro día comentaste que tenías unas rodilleras que te mandó tu abuela, Hoseok quería saber si podías venderle una, la coreografía que están haciendo esta lastimado mucho su rodilla.—Dijo con un tono con cierta preocupación.
—¿Hope Dancer?—Ladeé la cabeza, recordando a quien se refería.
—Si, el.—Dijo, mientras ambos nos dirigíamos a la salida.
Ya recordaba, el chico de cabello rojo, linda sonrisa y que era una máquina de bailar para Hip Hop, brake dance y popping.
—Claro, te la entrego mañana, tengo que buscar entre todas mis cosas.
—¡Si gracias!—Sonrió, achinando aquellos ojitos que me habían parecido un tanto curiosos desde que lo vi por primera vez.
—No hay de que.
—¡Hyung!—Gritaron al frente.
Jimin se despidió rápidamente de mi y corrió hacia aquel llamado como si fue un grito de auxilio. Lo despedí con la mano para luego partir hacia mi casa, estaba tan cansada, demasiado, quería llegar, tomar un fría ducha y morirme en mi cama, no despertaría hasta el día de la graduación, quizás.
Volví a tomar de mi termo, pero hice una mueca molesta al beber de mi agua, los hielos ya se había derretido y ahora mi agua estaba demasiado caliente. Chasque la lengua, abriendo el termo y derramando un poco en la parte de mi cuello, hacía demasiado calor ¡era un infierno! pero de un momento comencé a sentir varías miradas sobre mi, lo cual me hizo sentir muy incomoda, tal vez no debí salir del estudio solo en mi top deportivo.
—¡Te digo que es hermoso! la cosa mas hermosa que haya conocido en toda mi maldita existencia.
Dejé caer mi mochila al suelo, caminé hacia el sillón y me deje caer con gran cansancio mientras observaba a mis chicas escandalosas.
—¿Quién es hermoso?—Pregunté.
La castaña sonrío a un mas al poder hablar del enamorado.
—Un nuevo chico se acaba de transferir y está en el salón de Thara.
La mencionada frunció el ceño cuando le robaron la palabra.
—¡Jisoo!
—¿Qué?
—Déjame hablar, yo soy la que está enamorada.
—No inventes Thara ,el chico no lleva ni las veinticuatro horas y ya estás enamorada.
—Obvio no.—Rodó los ojos—Es solo que en verdad me parece súper lindo.
—Debiste tomar foto—Bromé, arrugando mi nariz.
—Lo hice.—Sacó su celular y buscó entre tantas fotos de cosas sin sentido que tomaba.—¡Tadah!
—Idiota ni siquiera se le ve la cara por el cubre bocas.
—Unnie ¿te das cuenta que ese sujeto está volteando a la cámara?
Rápidamente los ojos de mi amiga se abrieron, al mismo tiempo en que su tono de piel se volvía pálido y abría la boca ,horrorizada.
