Krupnick ❤️ {Justin Bieber}

Capitulo 12 ♛

-¿Tus papás eran... ¿cómo eran? No, no sólo ellos. Quiero saber cómo eras tú antes de ser -lo señalo- esto.

-Mis padres son geniales, siempre lo han sido. No me golpeaban ni nada por el estilo, de hecho me tuvieron mucha paciencia, mucha más de la que me merecía. Así que no te preocupes por el pequeño Justin, él no sufrió ni un poquito. Y siempre he sido exactamente igual, sólo que antes no era pobre. No me arrepiento de nada, de todos modos -suelta rápidamente, con una mirada extraña en su rostro- ahora ¿qué hay de ti? Conozco a tu mamá, y dado a que Matías estaba ahí como su cita, me imagino que tus padres están divorciados ¿no?, ¿sé puede saber que pasó con él?

-No están divorciados, en realidad nunca se casaron. Mi mamá tuvo una aventura en la universidad que terminó con un condón roto, un embarazo no deseado y un amante regresando a su país sin tener idea de ello. No sé nada del hombre, solo sé que me dio su apellido, que nos manda dinero cada mes y que vive en Irak. No hay nada interesante en eso tampoco.

-Oh... ¿no te gustaría que él viviera con ustedes?

-No. Estamos muy bien así, lo único que me gustaría tener en mi casa es su dinero. He escuchado que es bastante rico.

-¿Entonces eres mitad Iraquí? Vaya, Krupnick, pero si eres una caja de sorpresas, ahora me vas a decir que tu papá es terrorista, ¿cierto?

-Podría serlo, te dije que no sé nada de él, pero por si acaso creo que deberías tratarme bien.

-Te trato lo mejor que tú me lo permites; creo que aun no estas lista para mis servicios completos, pero si quieres puedo darte una probadita -dice con una sonrisa, pero no le hago caso, porque no dejaré que me distraiga de este juego de las preguntas, porque en realidad quiero saber de donde viene este misterioso individuo.

-Creo que voy de preguntar -trato de pensar rápidamente en algo, pero lo único que viene a mi mente son preguntas estúpidas como: ¿cuál es tu color favorito? o ¿qué te gusta ponerle a tu sándwich? -si tus padres te trataban bien, ¿por qué escapaste de tu casa entonces?

Parpadea varias veces por unos segundos, luciendo incomodo y luego mira hacia atrás de mí y jadea.

-Espera un segundo -susurra, la expresión en su rostro es como de película de suspenso y comienza a mirar hacía todos lados como si estuviera buscando algo- oh, no, creo que...

-¿Qué? ¿Qué crees? Habla, demonios -se queda callado unos segundos más, sin quitar esa cara de horror y me hace una señal con la mano para que no hable y que me acerque a él.

Inconscientemente comienzo a mirar a mi alrededor y siento una repentina necesidad de ir al baño; pero al final hago lo que me dice.

-¿Qué pasa? -susurro.

-No te vayas a alterar, pero... hay un tipo detrás de aquel árbol y parece que está armado -mi corazón se paraliza por unos segundos e inmediatamente trato de divisar al hombre detrás del árbol- no, no voltees. Quédate quieta y acércate a mi.

-¿Para qué?

-Si piensa que sólo somos un par de calenturientos pasando el rato quizá pierda el interés y se vaya -dice en un tono bajo cerca de mi oído, lo que solo hace toda esta situación aun más horrible. Mi estomago está haciendo eso que odio, eso que sentía cuando Jonah ponía sus brazos a mi alrededor o se me acercaba demasiado. Él no debería estar tan cerca, sus labios no deberían de rozar mi oreja.

-Sabía que venir aquí era una mala idea -digo para mi misma- sabía que algo así iba a pasar.

-Pero estar contigo hace que todo valga la pena, Krupnick -me atraganto con mi propia saliva ante sus palabras, y por un momento se me olvida que estoy a momentos de mi dramática muerte. Hay que reconocer que el chico es gracioso, tiene sentido del humor incluso en momentos como este- oh, no, se está moviendo. Mierda.