Krupnick ❤️ {Justin Bieber}

Capitulo 18 ♛

Joel trae gasolina en un bote extraño que no se cómo se llama y Justin se para inmediatamente para ayudarlo a echarlo en el deposito del auto; yo solo me quedo sentada donde mismo odiándolo por arruinar mi momento. No es como si no estuviera agradecida por tener la oportunidad de salir de aquí, es solo que hubiera preferido salir de aquí en un momento diferente a este. Todo está siendo sorpresivamente genial, Justin está actuando como un hombre normal y yo me veo exquisitamente hermosa, y no me importa si nadie me está viendo, con Justin mirándome tengo suficiente.

-Todo está listo, Krupnick, ya podemos irnos -me grita Justin desde el auto y suelto un respiro molesto mientras busco mis zapatillas, unos segundos después me doy cuenta de que no me puedo levantar del piso con este vestido. Ni siquiera puedo doblar las rodillas bien sin asustarme por que las costuras exploten.

-¡Necesito ayuda! -grito, sintiéndome como una vaca echada y escucho los pasos de Justin detrás de mí- este vestido está arruinando mi vida.

-Si querías mis brazos en ti por ultima vez lo único que necesitabas era decírmelo -ronronea, agachándose y poniendo sus manos en mi cintura para ayudarme. Cuando por fin logro verticalizarme, quedo muy cerca de Justin y, con la nueva confianza que he adquirido en estos últimos minutos, me acerco y le doy un ultimo beso en los labios antes de caminar hacia el auto con muchísimo cuidado. Joel se está yendo y podríamos quedarnos aquí para besarnos otro rato pero ocupo ir al baño y no hay ninguno cerca de aquí- ¿Alguna vez alguien te ha dicho lo buena que eres besando? Volteas mi mundo, Krupnick.

Suelto una carcajada y niego con la cabeza.

-Eres el único hombre que ha llegado a disfrutar de mis... -me detengo inmediatamente cuando me doy cuenta de la cosa estúpida que he dicho, pero es tan útil como cuando ves un animal en el camino y tratas de frenar para no matarlo, el carro derrapa y ya es demasiado tarde. Alguien tiene que morir. En este caso es mi dignidad quien da su ultimo aliento, cuando Justin jadea por lo bajo y toma mi brazo con su helada mano para que deje de caminar- no era lo que piensas.

-¿Fui tu primer beso? -pregunta, ignorándome e intentando ponerse frente a mí para mirarme a los ojos. Me rehuso al contacto visual pero él se rehusa a olvidar lo que dije y pone más presión en mi brazo- ¡Dime, Krupnick, quiero saberlo!

-¿Por qué? -pregunto molesta y avergonzada.

-Porque si fui tu primer beso tengo la obligación de ser el último y, por ende, el único, lo que quiere decir que debemos casarnos -intenta bromear, pero su voz se pone algo ronca y por alguna razón no sonó como una broma del todo. Oh, señor, lo que este hombre me hace. Tomo una respiración y lo miro a los ojos antes de suspirar rendida y asentir- ¿Hablas en serio? ¿Cómo puede ser posible?

-Bueno, no soy muy buena para hacer amigos -admito, encogiéndome de hombros e intentando dar un paso para atrás, pero Justin aprovecha y envuelve sus brazos alrededor de mí- asusto a los hombres. Tú has sido el único lo suficientemente valiente, o estúpido, como para intentar besarme.

Justin se queda callado por lo que parecen décadas. No se mueve ni me suelta, y estoy sudando como cerdo debajo del vestido. Sé que no es gran cosa, muchas personas no han dado su primer beso a los 17, no debería de estar tan jodidamente avergonzada, pero este tipo está haciendo una gran cosa de esto y me siento como si estuviera desnuda delante de él.

Cuando ha pasado mucho tiempo y mis nervios amenazan con convertirse en enojo, empujo un poco los hombros de Justin, pero él se niega a dejar me ir y justo cuando estoy apunto de decirle que se mueva, aprieta sus brazos en mí y me abraza, escondiendo su cara en mi cuello y apretándome fuertemente. Me quedo helada por un momento, y podría decir algo sarcástico que arruinara el momento, pero me encanta como se siente esto, así que solo suspiro y lo abrazo de vuelta.