Acuerdos [Vol 3] [Trilogía relaciones Tóxicas]

Capítulo 36

Fausto Fantiny

Estar divorciado de la mujer que alguna vez creíste que sería todo para ti es algo muy duro de aceptar,  pero lo que me rompe por completo es que no tengo el valor de decirle a la persona que ahora me importa el por qué me divorcio,  no conozco a Amelia como debería conocerla,  solo que desde que la vi me gustó,  su cuerpo,  su risa,  su mirada.  La forma en la que quiere a Samira,  su niñez y su travesura.

La quiero para mi. 

Suena posesivo,  y lo es.  También considero que es algo rápido pero, tengo ese problema y es que soy hombre así como la quiero y la deseo así la desean otros y como la miro la mirarán otros.  Siena, nunca entendió eso,  la amaba con todo mi corazón,  a veces no soportaba verla salir ya me imaginaba las miradas de los hombres hacía ella.  Nuestra primera pelea fue leve para lo que en realidad estaba pasando en nuestra relación. 

La única opción para poder estar con Amelia como dijo Samira es diciéndole la verdad.  Eso traté pero ella no me dejó explicarle y solo me dijo que me fuera. 

— Ahora entiendo al capullo de mi hermano, las Rockefeller son difíciles.

En dos semanas estaría soltero otra vez,  casi cinco años de matrimonio. 

Una de las razones por la cuál me fui de la casa de Samira sin insistir con Amelia fue porque recibí una llamada de Siena,  ella quería que le firmará los papeles lo antes posible porque se iría del país con su familia.  Por eso estoy en el aeropuerto esperando que llegué. 

Mi teléfono comenzó a sonar no tenia ánimos como para hablar con nadie en estos momentos, era una llamada de Sebástian y tenía ya como diez llamadas perdidas de Amelia y Samira. Le contesté solo porque si no lo hago tendría consecuencias, Sebástian suele ser algo intimidante y vengativo cuando se lo propone. 

—¿Donde.... 

No le deje terminar. 

—No, no me he ido, no, aun no he intentado suicidarme, no, no estoy llorando como loco y si, aun sigo aquí. 

—Esta bien me ahorraste la charla incomoda. 

—Ya te conozco Sebástian, eres mi hermano. 

—Amelia, esta muy preocupada por ti, ¿Dónde estas? 

—Me sorprende que este preocupada cuando fue ella quien me hecho de su casa. Y estoy en el aeropuerto.

—¿Te iras?

—No, Siena, esta de camino. 

—¿Y eso por qué? ¿Volverás con ella?

—No, me estoy divorciando Fantiny lo olvidas, ella quiere que firme los papeles. 

—¿Pero por qué ahora?

—No lo se, ella a estado muy auto suficiente en estos días. 

—Esta bien, estaremos en la casa de Samira, informarme de todo y si necesitas ayuda no dudes en llamarme. 

Ahora entiendo cual es el efecto que Samira causa, él cambio su forma, el Sebástian de antes nunca diría que cuente con él para nada, al contrario  me mandaría al diablo sin pensarlo dos veces. 

Ella venía con sus maletas y su rostro enojado,  no mostró ni siquiera una sonrisa,  ¿tan mal la traté? 

— Fausto.  — Me dijo y desvía la mirada.  — gracias por venir,  pensé que no lo harías. 

— Aun eres mi esposa,  tengo que hacerlo.

— Hablando de eso.  — Saco de su bolso un sobre y no tenía que ser adivino para saber que esos eran lo papeles del divorcio.  — Toma.