De una sola envestida la penetre completamente, ella gritó fuertemente apretando sus manos y cerrando los ojos con fuerza, su estrecha feminidad era deliciosa.
Lentamente comencé a moverme sin lastimarla, saliendo y entrando con delicadeza, sus gemidos eran suaves, mis empujes lentos pero hasta el fondo. No quería lastimarla pero quería subir de ritmo en mis envestidas.
— No quiero lastimarte, mi amor.
— Descuida, he esperado tres años por ti, hazme tuya.
"Hazme tuya" Fueron las únicas palabra que escuché.
Aceleré a un más mis estoque, mientras que unas de sus manos me lastimada la espalda, mis manos la presionaban más hacía mi, mientras ella gritaba y gemía sin parar yo disfrutaba de su cuerpo, de ella, del momento, mordí sus labios unas diez veces y ya estaban hinchados, era sexy. Luego de unas embestidas con fuerza pare el ritmo, ella acariciaba con ternura mi espalda aruñada, dolía pero no importaba.
— Tienes marcas. — Dijo. — No he sido yo.
— No preguntes.
Sus mejillas se tiñeron de rojo sangre fuerte, su respiración se fue entrecortado y haciendo cada vez más pesada, estaba apunto de llegar, entonces la penetré con fuerza y ambos gemimos, continúe hasta saciarme de su cuerpo y disfrutar cada momento.
Sentía como su interior se contraía, yo igual la acompañe. Agotados suspiramos, ella se dejó caer sobre mí abrazándome, y en un susurro habló:
— Fue increíble. — Me dijo con una risa chillona.
— Te puedo confesar que te tenido sexo desde siempre, pero la única mujer que me provoca estos deseos eres tú.
— ¿Lo juras?
— Lo juro, jamás he extrañado tanto estar con una mujer como lo he hecho contigo, aún con tu falta de experiencia en el principio yo...
— Mejor no sigas.
— De igual forma te amo, no puedo estar sin ti y si te vas de mi vida otra vez no se que haría.
— No me iré. — Me besó. — No volveré ha hacerlo.
— Promételo.
— Te lo prometo, no me apartare de tu lado pase lo que pase.
Los minutos pasaron convirtiéndose en horas, Samira cerró los ojos y quedó dormida. Subí a su cuarto para buscar una manta para cubrirla, no sabía cual era su cuarto pero lo encontraría de alguna forma.
Busqué en el primer cuarto que vi y este estaba vacío, el siguiente parecía ser de Logan ya que vi trajes y maletines, el que le seguía era el de Amelia.
"No entre, no debes" — Decía mi Subconsciente.
De igual forma no hice caso, entré de todos modos. No tocaría nada, lo que llamó mi atención fue una foto de ella, Samira y otra chica.
— Es igual a...
Se parecía bastante a la pequeña pero, Amelia tenía el pelo corto y de color negro, sus ojos eran azules y tenía pecas. Samira las estaba abrazando mientras ellas reían.
— Que raro.
Salí de su cuarto, el último era el de Samira, tomé una de sus sabanas, bajé las escaleras y la cubrí mientras preparaba algo para comer, en pocas horas nos iremos. Pan tostado con tocino y un buen jugó de naranja levantó el ánimo de ambos.
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Acuerdos [Vol 3] [Trilogía relaciones Tóxicas]
RomanceTercera y ultima parte de la trilogía Relaciones Tóxicas. Han pasado tres largos años y todo a cambiado. Después de tres años de llorarle a su fotografía y fingir ser feliz con alguien que él no ama, decidió que lo mejor era buscar la felicidad que...