Capítulo 33

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Buscaba su cuerpo en la cama y no estaba,  al mirar al alrededor tampoco la encontraba.  Me levanté y fue a una ducha rápida.  Me puse ropa casual que extrañamente encontré  doblada en la mesita de noche y era a mi medida, fui al comedor donde escuché risas.  Al llegar,  estaban Samira,  Logan,  el que me imagino sería el novio de Logan,  Mimase y Zafiro el ama de llaves de Samira.  Fausto y Amelia no estaban. 

— Buenos días.  — Dijo Samira.  — Puedes ponerte cómodo. 

— Buenos días a todos.  — Dije y tomé una taza de café. 

— Claro,  todos tienen Buenos días y Mimase la podre niña no tiene ni siquiera un caramelo para que la acompañe en las noches.  — Dijo Mimase y todos reímos. 

— Nunca te he prohibido que no tengas pareja,  el doctor especificó que puedes tenerla pero todo a su.... — Le dice Samira pero ella la detiene. 

— Sí ya lo se, — Mimase le responde. —  tiempo al tiempo.  No es el mismo caso con Amelia 

— Ya lo hablamos,  Mimase.  Amelia es algo especial en ese caso. — Continuo diciendo Samira. 

— Si claro. —Ella bufó. 

Me senté con Samira,  todos desayunaba y hablaban de su día como sí todo estuviera normal, algo familiar.  Yo esperaba que el cabrón de Fausto saliera y no con Amelia o el maravilloso momento se estropearía y solo porque Samira no lo aprobaría. 

— ¿Qué buscas tanto con tus ojos?  Si es a Amelia ella siempre se levanta tarde. 

— No es a Amelia, vine con alguien. 

— ¿No trajiste a Abigail,  verdad? 

— ¿Cómo haría eso,  Samira?  No. ¿Dónde esta Fausto? 

— ¿Fausto?  — Dijeron todos menos Mimase,  ella ya estaba enterada. 

— Sí,  ya sabes Fausto,  ¿Dónde está? 

— Me imagino que en Estados Unidos,  ¿no?  Allí lo dejaste. 

— No Samira ,  él vino conmigo,  estaba con Amelia en la entrada anoche,  ella fue la que nos dejó pasar luego ellos...

— ¡Qué!  — Gritó Samira. — ¿Por qué no me dijiste? 

— Lo olvidé.  Además no lo creí que fuera importante.

— ¡Claro que es importante y no uses tu condición en este momento Sebástian Fantiny!

Fue al cuarto de Amelia gritando que lo mataría, tocando la puerta para que le abriera,  Fausto fue quien abrió con una bata de baño puesta y rascándose la cabeza. Un mal inicio si quiere ganarse la aprobación de Samira. 

— ¿Qué hora es? — Dijo abriendo los ojos. 

— ¡Oh sí, pronto la sabrás hijo de... ni siquiera vale la pena decirte un insulto!

Samira tomó a Fausto por la muñeca y lo llevó al comedor,  pidió a Logan y a su novio Jordan que lo ataran a un silla. 

— ¡Qué le hiciste a mi hija!  — Ella le gritaba.

— ¡No le hice nada, Samira, te lo juro! 

— ¡Confiesas, que le hiciste!  — Lo cacheteo. 

— ¡¿Por qué me golpeas?!

— Fausto maldito hijo de....

— Samira.  — Le corregí. 

Se lo tenía merecido,  acostarse con Amelia estuvo mal y más sabiendo que es la hija de Samira. 

— Lo siento Sebástian,  pero, ese no es punto ahora. ¿Qué hacías en su cuarto Fausto?  

Acuerdos [Vol 3] [Trilogía relaciones Tóxicas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora