Capítulo 35

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Samira Rockefeller

Decidí que no puedo estar llevando una carga tan pesada como es llevar los problemas y relaciones de Amelia y Mimase,  las quiero,  las protejo pero no las estoy dejando vivir,  no está manera. 

Quiero enfocarme en mí,  en mi relación con Sebástian que recién esta comenzado de nuevo,  quiero muchas cosas que con el tiempo que tenía antes no podía hacer. 

Sebástian esta a mi lado tomando mi mano y tocando el anillo que me ha dado de compromiso, él ríe y sigue tocando el anillo con esa hermosa sonrisa que adorna su rostro, nunca le dije pero odio los anillos y las fiestas de compromiso y todo lo que se refiera al matrimonio.  En cambio él,  quiero que todos se enteren de que estamos juntos en un representación publica, que este en periódico, en los noticieros, en todas partes.  Quiere tenerme como suya,  reclamarme como si fuera un trofeo y esa es una de las razones por la cual no me quiero casar. Él se quiere casar conmigo, lo desea mucho más que yo   me dijo que no quería que por nada en el mundo me fuera de su lado y lo dejara triste otra vez y que al casarnos yo estaría atada a él para siempre. 

Pertenecer a él no me molesta,  al contrario es algo que me gustaría pero,  no me quiero casar,  odio las bodas y los festejos de casamiento,  siento que al casarme estoy más cerca del divorcio que de una vida feliz con él,  además he visto malas experiencias en el matrimonio, no quiere decir que en un futuro lo no haga,  claro que no,  pero quizá el tiempo de estar comprometida sea más placentero que el de estar casada.

Necesito sentirme segura de que es lo que quiero.  Él quiere amor publico, le daré lo que quiere pero a mi modo. 

Antes que todo,  tengo que resolver asuntos con Amelia.  No le negaré estar con quien deseé,  claro que la aconsejaré y limpiaré sus lágrima como una madre hace con sus hijos pero,  si tiene que correr sus riesgos lo tendrá que correr sola.  Además no soy experta con la crianza de los hijos y menos de una chica que esta comenzando a vivir su vida. 

Será difícil pero trataré. 

— ¿Cómo empezarás la charla con Amelia?  — Dice Sebástian antes de entrar a la casa. 

— No lo se,  hablaré del tema y ya.  No daré vueltas al asunto. 

— ¿Qué pasa si ella no quiere escucharte? 

— Me sentiré mal,  muy mal ya que ella alguien importante para mi. 

— ¿Quieres que te acompañe? 

— Necesito hacer esto sola, no puedo si estas conmigo,  mejor y habla con tu hermano. 

— Creo que con tus amenazas esta todo bajo control. 

— Pero aún puedes ir y hablar con él. 

Me siento muy estresada en estos día,  tratar de construir una familia no es tarea fácil y menos cuando tienes dos chicas que han pasado por situaciones muy difícil.  A veces siento que las fuerzas que tengo algún día se me acabarán. 

— No quieres primero, relajarte en tu cuarto,  Samira. — me besó mis manos tiernamente. —   Antes de hablar con Amelia no crees que deberías estar relajada. 

—¿Si dices que si quiero ir y quitarme todo este estrés justo ahora contigo en mi cama?  — Él chasqueó los dedos y asintió. — Claro que quiero  pero no puedo tengo resolver esto,  espérame en mi cuarto.  Tengo mucho alcohol y unas cuantas cosas más en un pequeño bar cerca de mi cama,  toma lo que quieras. 

— Son tus alcoholes de depresión.  ¿Y lo demás? 

— No son de depresión.

Quizá...

Acuerdos [Vol 3] [Trilogía relaciones Tóxicas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora