01 -san antonio

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Los golpes iban y venían. Ya había caído la noche, pero ellos no tenían tiempo para descansar. La rubia hizo una maniobra para derribar a su oponente, él por otro lado, se quejó entre dientes al sentir su cuerpo rebotar contra el frío cemento.

–¿Divirtiéndote allá abajo? —Ella sonrió de lado.

El hombre se puso de pie con toda la fuerza que le quedaba. Era el único que aún no caía, como sus compañeros. Ella había sido enviada de encubierta, haciéndose pasar por una de las candidatas a Miss San Antonio, en el Estado de Texas. Desmantelar a un grupo de trata de blancas era su misión, y también investigar sobre la prostitución que existía dentro de ese tipo de concursos.

Cuando el hombre se distrajo, ella aprovecho para desarmarlo. Con su brazo derecho golpeó el hombro del hombre, que inmediatamente gruñó por el dolor, luego con una patada golpeó su parte ma sensible y éste llevó sus manos a la zona, lo que provocó que ella alcanzara el arma que él traía en su cinturón. La rubia levantó la pistola directo a su rostro y cuando estuvo a punto de disparar, un ruido agudo en su oído la interrumpió. Se llevó la mano a la oreja tratando de aliviar el dolor que eso le provocó.

–Habíamos dicho sin bajas.

–Steven Rogers, ¿acabas de hackear mi comunicador?

Amber abrió su boca sorprendida cuando vio al Capitán América frente a ella con su escudo bien agarrado en el brazo. Levantó una ceja incrédula y esperando una respuesta.

Agentes del FBI se acercaron armados a arrestar a los hombres que se hallaban en el suelo. La rubia se cruzó de brazos esperando una respuesta del hombre rubio frente a ella. Steve solo se acercó y la agarro por la cintura para luego tirar del cable en su cinturón y ser elevados hasta el quinjet que estaba detenido sobre ellos.

–Se puede saber el por qué interrumpieron mi exitosa misión. —Amber dijo mientras sacaba la peluca rubia platinada de su cabello y dejaba un pelirrojo algo más castaño en cambio.

Sam Wilson le sonrió desde el piloto del jet y Wanda se puso de pie para abrazarla. Steve dejó su escudo apoyado en una de las paredes y se acercó al moreno para indicarle que ya podía partir. El jet agarró velocidad y Amber pudo ver que se alejaban rápidamente de San Antonio.

–Tenemos una pista de Rumlow.

–Sabes que me encantaría patearle el trasero, pero por qué la extracción antes de tiempo.

–Porque ibas a dispararle a ese tipo, sabes que no hacemos esas cosas.

–De todas formas se lo merecía.

–Lindo vestido. —Wanda sonrió burlesca viendo el atuendo azul con lentejuelas de la pelirroja.

–Ni una sola palabra. —Amber sonrió mientras apuntaba a la chica y se perdía por uno de los pasillos para poder cambiarse de ropa.

Cuando llegó a la otra parte del jet, divisó un cambio de ropa colgado en la pared. Rápidamente de deshizo del vestido y subió los ajustados pantalones negros por sus piernas. Cuando terminó de abrochar el botón en su cintura, se dio cuenta que solo había una chaqueta color café claro pero no había alguna blusa o camiseta. Se volteó y sonrió de lado al ver a Steve levemente sonrojado y sosteniendo una camiseta negra en sus manos.

–¿Dónde está Nat? —Dijo en un susurro cuando se acercó al rubio.

–Ocupada.

–Mmh, que coincidencia. Yo también lo estaba. —Amber sonrió al ver como Steve se removía nervioso.

Acercó su rostro un poco más cerca y levantó la mirada para poder ver directamente a los ojos de Steve, ya que estaba descalza y el rubio le sacaba por lo menos una cabeza. Mordió su labio inferior al mismo tiempo que tomaba entre sus manos la camiseta negra. Sonrió cuando notó que él entre abría sus labios listo para un beso, y se alejo para ponerse rápidamente la camiseta sobre su torso. Ajustó la chaqueta a su cuerpo y cerrándola en el proceso. Steve la miraba algo sorprendido por su reacción.

Él esperaba ese beso.

–Entonces, Nat no viene. ¿Puedo al menos saber a dónde vamos?

–Lagos.

Amber sonrió y puso las botas en sus pies. Se levantó y pasó por el lado de Steve para volver a donde Sam y Wanda estaban. Pero antes de lograr su cometido, el rubio la agarró del brazo y la atrajo hacia él para juntar sus labios en un demandante beso. Los labios de ambos se movían en sincronía pero igualmente era algo rudo. Cuando se separaron, sus respiraciones estaban agitadas. La pelirroja acaricio la mejilla de Steve.

–Yo también te extrañé, Stevie.

Él sonrió con ternura y acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja de ella. Dejó un beso en su frente y caminaron juntos donde estaban los chicos. Wanda sonrió para ella misma, no solía leer las mentes de sus compañeros sin su permiso, pero su curiosidad había sido mayor.

–Llegaremos en la mañana. —Sam avisó cuando vio a Steve a su lado.

Amber se sentó a un lado de Wanda y buscó con la mirada la pantalla con la hora local. El reloj digital marcaba las dos y cuarenta minutos de la madrugada. Se quejó por lo bajo, se había levantado temprano ese día y ahora iba a tener que recuperar esas horas de sueño en la incómoda nave.

–Repasaremos el plan ahora y luego pueden dormir un poco. —Steve le habló a las chicas.

Ellas se acercaron a la pequeña mesa con la información. Amber levantó su mano y el holograma con los datos se proyectó. Leyó algunos párrafos de los archivos, ya que era la única que no los había leído.

–Ya puedes empezar.

–Rumlow escapó con la caída de SHIELD. Hemos seguido algunas pistas y rastros, pero no habíamos podido dar con él. Esto es lo más cerca que hemos estado, así que esperamos encontrarlo. Los archivos dicen que ha estado trabajando con mercenarios y aliados de Hydra, creemos que esta vez robarán más que un banco. La información no es suficiente para saber específicamente. Nuestra misión es detenerlos y sin involucrar a los locales.

–Sabes que si se trata de Rumlow, eso es casi imposible. Le encanta el drama y no le importa si hay bajas de civiles. —Amber frunció el ceño.

–Esperamos que lo sea así.

–Muy bien, capitán.

–Wanda, se que hemos entrenado bastante con tus poderes, pero ahora es serio. Debes aplicar todo lo que has aprendido, no solo tus poderes. —Steve miró a la castaña.

–Estoy segura que lo hará de maravillas. Todo saldrá bien, Rogers. Solo debes relajarte.

Amber sonrió y volvió a sentarse con Wanda. Tenían algunas horas para dormir y no las desaprovecharían.

WHATEVER IT TAKES; avengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora