Me desperté intranquila, cada vez más intrigada con el lugar. Tenían que hacer guardia, lo que significaba que no estábamos completamente seguros. Pero, mirando de vuelta el lugar, ¿Como pude haber pensado que estaba segura aquí? Puede que sea por Field, o por Ashton... ¿Que estoy pensando? Todo esto es tan nuevo para mi, que no puedo evitar las sacudidas en mi cabeza.
Me levante y sentí una oleada de frío. Ya entiendo porque dormimos en Field, es como una estufa gigante. Tonna no ha vuelto.
No sé exactamente por que, desde que vinimos a este lugar me siento en un sueño, omitiendo a Emily, creo que es demasiado bueno para ser verdad.
Imagínense viajar con la única persona que eres capaz de odiar. ¿Por qué la odio? Simple. Va todas las semanas de fiestas, y va de chico en chico tan frecuentemente como se ponía sus polleras y vestidos cortos. Es demasiado falsa, ¿Como podía vivir consigo misma? Es algo que no puedo tolerar.
No hay rastro de Ashton o Tonna, así que probablemente no pasara nada si doy una vuelta. Baje de un salto, haciendo que Field moviera un poco la cabeza. ¿Cuantos metros mediría? El impacto fue horrible, se me doblaron las rodillas y caí al piso. Estaba por levantarme cuando de pronto, vi un algo moverse.
Casi invisible, se movía ágilmente iluminado solamente por la luz de la luna. No lo hubiera visto de no ser por mi extraña capacidad. Puede que hayan salido defectuosos en color, pero tenía la vista más aguda que la de un águila, y podía estar segura de ello. Su nariz resplandecía ya estando mojada, y sus patas eran como cuatro dardos saltarines, se clavaban al piso con firmeza, para luego despegarse de golpe y elevarse en el aire. Pero había algo increíblemente extraño; sus ojos. Verdes claro, atentos a su alrededor, profundos y realmente muy bonitos.
Pero eso no fue lo que me hizo quedar en el piso, sino que cuando estaba bajando del techo agujereado al que había saltado en el momento en el que lo ví, su pelaje negro desapareció, sus patas se alargaron y ya no pude ver su cola. En el instante en el que tocaba el suelo, dejaba de ser un lobo y se convirtió en un chico. Alto y morocho, con la piel clara, que resaltaba con su campera negra. Seriedad en su rostro, alegría en sus bonitos ojos verdes. Ashton. El lobo se había convertido en Ashton.
Me hice la dormida, se acercaba a mí. Fácilmente podría decir que me acostumbre a este tipo de cosas, pero realmente no me lo esperaba.
-Mírala, se cayo de Field- Exclamó la no muy femenina voz de Tonna, al tiempo que se reía.
-Debió de haberse dado un buen golpe. No te quedes ahí mirando, ponla en su lomo otra vez. Sentí las manos de Tonna tomándome por la espalda, pequeñas y frágiles, incluso más que las mías.
-Esta chica es más alta que yo, y debe pesar menos. ¿Qué no se alimentan?- Prefiero quedarme leyendo cómoda en mi cama, que bajar las pesadas escaleras a comer y que después se atormente mi panza, gracias.
Me dejó dónde me deberían haber encontrado. Apenas pasaron unos segundos, y ya me empezó a agarrar el sueño, con esas garras de las que es tan difícil escapar. Sentí a Tonna nuevamente, pero esta vez se interponía entre Emily y yo, haciéndose un lugar aún teniendo un montón de él. Era tan pequeña que daba ternura, sabiendo que era mayor que nosotros. ¿Dieciocho, tal vez? Me gustaría que me respondan más cosas. Directamente, como lo hizo ella. Llego a sentir a Ashton, que se acurruca al lado mío. Normalmente me apartaría, pero estoy dormida después de todo. Aún así me muevo un poco para el lado de Tonna, como si estuviera incomoda entre sueños.
-Amo este Nerdam, es tan cómoda. Wood solía tirarme cuando intentaba acomodarme en él.
-Claro, me acuerdo, pero no eras tan bueno con él.- Agrego Tonna de espaldas a mí.
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Nuestro Cielo [PAUSADA Y EDITANDO]
FantasyCuando Nataly, quien solía pasar los recreos en la biblioteca, conoce a Ashton, sucede un gran giro de lo que era su vida normal. Se aventura a un mundo de ilusiones y fantasías, donde nada es lo que parece. En medio de una gran guerra, que esta en...