Descendants Of The Mafia | D.S 3

Capítulo 30 (Maratón 1/4)

Pov's Skyler

Los ojos de mi madre se cristalizan ante las palabras que salieron de mis labios. Con sus manos cubre su rostro como si todo esto estuviera en su imaginación y eso es un golpe directo a mi pecho.

Mi padre deja el vaso en el escritorio, se levanta de la silla y se coloca a un lado de mi madre al escuchar sus sollozos.

Abrielle, Stephen y Vincent se mantienen unos pasos atrás dándonos nuestros espacio, cosa que agradezco mucho en este momento.

– Credeți că, apărând din nicăieri, vom uita tot ce am trecut prin acești ani? (¿Crees que, viniendo de la nada, olvidaremos todo lo que hemos pasado en estos años?) –pregunta Derek sin dirigirme la mirada.

– Știu că și-au făcut deja viața și o să respect (Sé que ya hicieron sus vidas y lo voy a respetar) –suspiro rendida– Vin pentru cazul lui Ana (Vengo por el caso de Ana)

– ¿Qué es lo que necesitas? –mi madre se coloca frente a mi ignorando la mirada de mi padre.

– Que mantengan a los chicos lejos de esto, Ana a intentado muchas veces llevarse a alguno de ellos solo para que nosotras dos dejemos de escondernos –Stephen le entrega una carpeta con los datos más importantes del caso– Por el momento no sabe en donde estoy y espero que se mantenga así hasta colocarla bajo arresto –la miro a los ojos esperando una respuesta.

– Te ayudaremos en esto pero no esperes otra cosa Alexandra –Derek observa a Vincent y Abrielle con recelo– Bastante tiempo tardamos en salir adelante sin ti como para que vengas a arruinarlo en segundos –asiento desganada.

– Entiendo –susurro– Escucha antes de juzgar –Stephen y yo salimos del despacho dejando a mis hermanos con mis padres para que aclaren cosas pendientes.

Nos vamos a la cocina donde se supone estarán los demás y esperamos a los Trecker. Me siento al lado de Dylan ignorando la presión en mi pecho al ver a Kendall y Karter demasiado juntos, tendré que acostumbrarme a la sensación.

– ¿Qué ha pasado estos años? –cuestiona Stephen a un lado de Elliot.

– Al principio para todos fue difícil asimilar que nos faltaban dos personas, unos meses después llegó Kendall junto a Peyton porque alguien las había mandado con nosotros por su seguridad –explica Kara– Se ganaron la suficiente confianza como para contarles todo y cuatro años después ya todos habíamos terminado las carreras a sí que comenzamos a trabajar.

– En ese mismo año varias parejas dieron el paso definitivo a su relación –continua Abigeil– Helena y Dylan asumieron lo que sentían por el otro después de encerrarlos por 3 horas un una de las habitaciones. Kara y Leyna nos sorprendieron al darnos la noticia de que estaban juntas, hubieron algunas discusiones claro pero nada que no se pueda solucionar.

– Peyton y Elliot comenzaron su relación hace poco –sigue Owen– Karter y Kendall comenzaron a estar juntos tres años después de llegar aquí, de algún modo ella le ayudo a dejar todo atrás y ahora están a unos meses de casarse –mantengo la mirada en el vaso de agua entre mis manos.

– Cuando Skyler nos informó que debíamos llegar a New York y nos explico el motivo pensamos que la encontraríamos junto a todos ustedes aquí –comenta Kayla– No fue así –la presión en mi pecho aumenta al escucharlos.

Siguen hablando de todo lo que ha pasado estos años sin que yo les coloque atención. Si tanto daño les hice al desaparecer de sus vidas más daño les hará saber quien soy realmente. Cada uno tiene su vida hecha sin yo formar parte de ella, solo les traeré problemas. Apenas cierre el caso de Trecker me iré de sus vidas y está vez no pienso volver.

– Alex –levanto la cabeza encontrando a Vincent en la puerta de la cocina.

Mueve la cabeza en dirección a la salida indicando que ya debemos irnos. Me levanto de la silla bajo la atenta mirada de todos, incómoda salgo de la cocina con un silencio sepulcral.

– ¿Cómo lo tomaron? –pregunto sacando las llaves del auto.

– Al principio no muy bien –contesta Abrielle llegando a nosotros– Derek fué el que puso más problemas, aún así logramos que entrara en razón –asiento.

Stephen sale de la cocina seguido de sus hermanos. Se acerca a nosotros con una sonrisa nostálgica en el rostro y comprendo enseguida lo que ocurre.

– Puedes quedarte Stephen –sonrio– Has estado mucho tiempo lejos de ellos –el brillo en sus vuelve al instante que digo esas palabras.

– Gracias Lex –suspira abrazandome.

– Te lo debo –susurro.

Nos separamos para que él se despida de Vincent y Abrielle mientras yo salgo de la casa hacia el auto.

– ¡Alexandra! –antes de abrir el auto volteo en dirección a Sebastian que sale de la casa alarmado.

Observo sus ojos fijos en algo a la entrada del portón, giro la cabeza encontrando dos camionetas obstruyendo en paso a la salida de vehículos. De ellas salen 8 hombres armados corriendo a la casa.

– ¡Sebastian vuelve adentro ahora! –saco mi arma de servicio cubriéndome detrás del auto en el momento que empiezan a disparar.

Obedece a mi orden cerrando la puerta detrás de él. Comienzo a disparar a los hombres que tengo más cerca intentando sacar el celular del auto sin recibir ninguna bala.
Cuando tengo el móvil en las manos llamo a Dax.

– Si me llamás para pedir que te ayude con otros cuerpos muertos o inconscientes no estoy –ruedo los ojos por su respuesta.

– Si te digo que estoy en medio de una balacera porque intentan llegar a mi familia, ¿me ayudarías? –pregunto de forma retórica.

– Estoy en 10 minutos –contesta rápidamente.

– Que sean 5 –corto la llamada tirando el celular a los asientos traseros.

Un jalón en el cabello me descoloca unos segundos, el arma en mis manos desaparece y me levantan obligándome a caminar. Al llegar frente a la casa golpean la parte de atrás de mis rodillas dejándome arrodillada y sujetada del cabello.

– Miren lo que encontré chicos –rien formando un círculo a mi alrededor.

Uno de ellos se me acerca más de la cuenta intentando golpearme, tomo su mano entre las mías y la giro quebrando su muñeca. El grito no se hace esperar igual que el golpe el mi espalda tirandome al suelo de boca.

Un dolor punzante atraviesa la cicatriz en mi espalda enviando puntos negros a mi visión. Intento levantarme pero otro golpe en mis costillas me mantiene en el suelo con la vista nublada.

– Voy a disfrutar esto –murmuro escupiendo la sangre de mi boca observando a todos los que siguen en pie.

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