Descendants Of The Mafia | D.S 3

Capítulo 34

Pov's Skyler

Observo a mi hermano salir al patio detrás de Kendall, tienen bastantes cosas de qué hablar solo espero que mi hermano no salga más lastimado de lo que ya está.

Alex y Rose salen del despacho observando a su hijo y a mí repetidas veces hasta cansarse.

– Lex –miro a Rose esperando a que hable– Gracias –asiento.

– Solo espero que las cosas salgan bien –mascullé.

Los dos se van al segundo piso, seguramente a su habitación, dejándome a solas con Karter. Sin si quiera dirigirle la mirada camino al salón para esperar a Vincent, sé que saldrá mal de esa conversación.

– ¿Qué hablabas con mis padres? –cuestiona sentándose en el sofá frente a mi.

– Les contesté algunas dudas que tenían con respecto al caso –explico de manera sencilla.

Sin poder evitarlo mis ojos se enfocan en los suyos, ese color marrón claro que siempre me calmaba cuando estaba inquieta sigue igual, solo que ahora no demuestra nada más que tristeza. Su cabello negro azabache está apuntando en todas direcciones, los mechones rebeldes que caen sobre su frente alcanzan a cubrir sus cejas y sus facciones están más marcadas que antes.

– Tus ojos me recuerdan a alguien –confiesa sin apartar la mirada de ellos.

– ¿A quién? –se perfectamente a quien te recuerdan Karter.

– A una amiga que no veo hace mucho tiempo –okey, eso dolió.

Los recuerdos que tengo con él llegaron como balas a mi cabeza, la presión en mi pecho aumento y el nudo en mi garganta apareció. Desvío la mirada a mi muñeca izquierda observando la pulsera que él me regaló para mi cumpleaños número 17, aquella que va junto a una promesa que le hice en secreto.

– ¿Crees que estén bien? –cuestiona inquieto.

– Van a estar bien Karter –sentencie segura.

– ¿Porqué estás tan segura? –ruedo los ojos.

– Durante 7 años los he alejado de los problemas, que me tengan en frente no cambiará las cosas –explico.

Sus ojos demuestran la sorpresa que le causaron mis palabras, supongo que no se esperaba la respuesta que le dí. Desvío la mirada antes de que empiece a hacer más preguntas que, estoy segura, no podré contestar.

– Karter tus padres quieren hablar contigo –el pelinegro se levanta y desaparece por el pasillo de antes– Hola –giro la cabeza.

– Hola Mason –un cachorro, no tan cachorro, pasa por su lado lanzándose encima de mi dando a entender que si me reconoció– Hola bestia –susurro acariciando su pelaje.

– Veo que le caíste bien –asiento.

– ¿Cuál es su nombre? –inquiero acomodando al cachorro en el sofá.

– Loki –una idea cruza por mi cabeza.

– ¿Como el hermano de Thor, en Avengers? –sonrio divertida, es la película favorita de ambos.

– Sip –acaricia a su cachorro.

De reojo veo a mi hermano entrar con la cabeza baja, me levanto del sofá y apenas fija su mirada triste en mi abro los brazos hacia él. Se aferra a mi cuerpo como si fuera lo único que lo mantiene en pie, paso mis manos por el cabello de su nuca tratando de calmar su respiración.

– Vámonos de aquí –susurra con la voz rota.

(...)

Mantengo mis ojos fijos en la televisión apagada frente a la cama, la imagen de Karter y Kendall juntos vuelve a mi mente sin dejarme dormir. Vincent se remueve un poco, entrelaza sus dedos con los míos aún dormido y se queda quieto.

Después de llegar al departamento y encerrarnos en su habitación me contó toda la conversación que tuvo con Kendall entre sollozos, puede que mi hermano se vea de sentimientos frívolos pero es todo lo contrario. Las cosas le afectan más de lo que aparenta.

Giro la cabeza enfocando mi vista en los números verdes del reloj que se mantiene en la mesita de noche, 05:56 a.m. No pude dormir en toda la noche y dudo que lo haga en las miseras dos horas que quedan para descansar.

Separó mi mano de Vincent con cuidado de no moverlo demasiado, no quiero que se de cuenta que no he podido dormir. Salgo de su habitación cerrando la puerta detrás de mi, reviso las habitaciones de Stephen y Abrielle sin encontrar a ninguno de los dos, quizás se quedaron en la casa de los chicos por si ocurría algo en estas horas.

Voy a la cocina, me preparo un café cargado, saco una barra de chocolate de la alacena y me siento en el sofá de la sala frente a mi laptop para seguir investigando. Sigo pensando que hay otra persona detrás de los chicos, los hombres que los siguen no son de Trecker o ya lo sabriamos.

Tomó un sorbo de mi café pensando en otra persona que tuviera motivos para querer vernos bajo tierra. Una idea descabellada cruza por mi cabeza, busco en la base de datos las grabaciones de la cárcel de San Francisco y coloco la fecha del atentado contra Christopher Lawrence, al momento de encontrarla la reproduzco atenta hasta de los mínimos detalles.

En la grabación aparecen tres hombres caminando hacia la celda del susodicho, cuando logran abrirla uno de ellos se queda afuera vigilando mientras los otros dos entran con cuchillos en las manos. Busco la cámara ubicada en la celda de Lawrence, los dos hombres lo apuñalan a un costado del abdomen y salen dejando a Christopher a su suerte. Luego de media hora, el guardia encargado de hacer vigilancia en los pasillos ve la celda abierta, alarmado se acerca y llama a sus colegas al ver el estado del prisionero.

Al parecer lo llevan a la enfermería y no logro ver más ya que las cámaras de la enfermería estaban apagadas o las desconectaron a propósito pero de algo estoy muy segura, Christopher Lawrence estaba vivo cuando lo trasladaron a la enfermería y si estoy en lo correcto Ana Trecker está detrás de todo esto.

Antes de capturar a Lawrence ellos se conocían, lo prueba la acalorada discusión que tenían en la fiesta de Moscú. Todo este tiempo pensando que teníamos la ventaja y resulta que solo nos han hecho creer eso.

Espero que se estén divirtiendo porque pronto la que llevara las riendas del juego seré yo.

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