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"¿Acaso no existen razones para vivir en este mundo?"
Esa pregunta estaba presente todos los días para Son ChaeYoung.
A pesar de ser una joven de 21 años, hermosa a los ojos de cualquier persona, inteligente y con un gran futuro en la pintura... No le veía sentido a su vida, nada tenía sentido para ella. Desde que su único soporte en esa travesía a lo que llamamos vida se fue, su mundo dio un giro total de 360°.
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-"¡Demonios! Es la sexta pintura que arruino por esa estúpida pregunta -suspiró- Quién me manda a ser tan depresiva- susurra para ella misma.

Y esa fue otra pintura a la basura. ¿Qué si estaba concentrada? ¡Por favor! Hasta un niño pequeño se daría cuenta que no es así, y como no hacerlo si se queda viendo a la nada mientras da pinceladas flojas y traviesas a aquel lienzo.
-¿De nuevo, Chae? ¡Con esto compruebo que un niño de 2 años haría mejor trabajo que tú!- dice entre carcajadas mientras observa a su compañera de clase.

-¡No molestes, Kim! ¡Es sólo el estrés de los finales!

-Claro, y yo soy novia de Momo-dice de manera sarcástica a su amiga.

-Tú lo has dicho- le dice burlonamente mientras intenta empezar de nuevo en su séptimo lienzo.

-¡Me lastimas, Son Chaeyoung!-le dice fingiendo indignación.

Se ríe y voltea a ver a su amiga, pero se detiene a medio "camino" al visualizar a cierta japonesa pasando por su taller de pintura.- Oh mira, ahí va tu japonesita- voltea a mirar a su amiga de manera perversa.

-Chaeyoung, no lo hagas- le advierte la de ojos pequeños.

Toma aire- ¡Hir-!- la de tez pálida inmediatamente le cubrió la boca a la de pequeña estatura, Chaeyoung lame la mano de su compañera.

-¡Que asco, Chae!- le grita mientras la aleja de un leve empujón y la pelinegra regresa a su trabajo a carcajadas.

-Me impresiona tu rapidez por ser tan tímida, por un momento pensé que eras Flash- Dice riendo.

- Bueno ya, regresando al tema anterior... Espero que no estés pensando de nuevo en el suicidio, Chae. Me tienes a mi, no sé por qué razón no quieres vivir.- le dice la pálida de manera seria.

-No me vengas con ese tema de nuevo- dice con un tono serio mientras realiza su pintura-Eres una buena amiga, sé muy bien que intentas animarme pero las ganas de vivir se quedaron en el pasado...¡y no estaba pensando en eso!- detiene lentamente el movimiento del pincel y agacha la cabeza- Ya no me menciones eso de nuevo por favor- lo dice en un tono apenas audible para su amiga.

-Solo me preocupo por ti, ¡¿qué acaso ya olvidaste el temor que me hiciste pasar al saber que estabas en el hospital por tratar de quitarte la vida?!- le reclama mientras se le humedecen los ojos.

-Dahyun, ya pasaron dos años de eso, ya olvídalo- suspira.

-Es que es imposible olvidarlo.-lo dice con un tono triste.

-No lo volveré a hacer, Dahyun, confí-.- y es interrumpida por su profesor de pintura.

-Bueno jóvenes, espero que esa pintura que están realizando esté terminada dentro de 10 días, ya pueden regresar a sus casas.

- Ya escuchaste a el viejito- dice la pelinegra mientras guarda su equipo de pintura- Nos vemos, Dahyun.-se despide agitando la mano.

-Nos vemos, Chae.- se despide con la misma acción.-Ten cuidado en el camino, ya está oscuro ¡me mandas mensaje al llegar a tu casa!- Chaeyoung asiente y se dirige a la salida.

Al salir de la Universidad de Arte, Música y Danza, la joven de pequeña estatura de dirige a su casa. Mientras camina, la conversación anterior con su amiga de infancia, Dahyun, invade sus pensamientos. Por lo tanto, se desvía un poco del camino.
Siguió su rumbo con la cabeza cabizbaja, pero por distraída chocó con un poste de luz. Al levantar la mirada, lo vio. Aquel lugar donde intentó quitarse la vida hace dos años, ese puente que presenció su cobardía a la vida.
Al salir de sus pensamientos, pudo observar la sombra de una mujer. Al verlo, abrió los ojos como plato, estaba segura que intentaba lo mismo que ella hace años y por alguna razón desconocida, no quería que aquella mujer cometiera el mismo error a pesar de no conocerla.
Chaeyoung aceleró el paso -¡Hey!¡No lo hagas!¡Eso es un completo error!¡Créeme, yo también lo intenté!- vio como la sombra de la mujer volteó a su dirección, pero Chae se alarmó más al ver que adelantó un paso.
Corrió como si no hubiera mañana, la jaló de la muñeca y cayeron al suelo.-Dios, creo que es la primera vez que corro tan rápido- dice entre jadeos.

-¡Pero qué demo-!¡Agh!- la mujer, que resultó ser una muy atractiva joven, gruñó.- ¡No te metas en la vida ajena de las personas, enana!- comentó enojada la joven pelicastaña.

-¿Disculpa?- la observa-¡Te estoy salvando la vida, maldito rascacielos!- le alega totalmente indignada.-¡Deberías de agradecerme!- le grita.

-Pff, como sea- se levanta y se sacude la ropa- Maldito duende entrometido- susurra mientras se aleja.

- ¡Te escuché!- le grita.

-¡Esa era la idea, estúpido duende!- le grita y sigue su camino.

-¿Pero qué le pasa?- susurra para sí misma e igual se levanta y sacude su ropa- Atractiva pero con un genio terrible- dice a regañadientes mientras se dirige a su casa.

Pero que día tan más raro tuvo.

You are all that I need [CHAETZU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora