You are all that I need [CHAETZU]

[Final]

Ya había pasado 1 año desde lo sucedido. Cuando despertó, se le rompió el corazón al ver a su taiwanesa llena de lágrimas al verla abrir los ojos.

Si que la había espantado. Y cómo no, si ni siquiera sabía que permanecería con vida.

La detective Jo la estuvo interrogando sobre lo qué pasó desde el momento en que aquellos tipos llegaron a su casa, hasta el momento en el que terminaron en el agua.
Chaeyoung le contó todo a detalle sin omisiones.

También se le notificó de la muerte de su padre y no pudo sentirse más aliviada porque sabía que el peligro ya no estaría sobre ella y, en consecuencia, la taiwanesa estaría a salvo.

— Bien Haseul unnie, repitamos el plan— dijo la pálida.

Sí, todas formaron una buena amistad con las detectives. ¿Impresionante, no?

—Oh no, sus planes de nuevo— suspiró la menor presente—

—Te recuerdo que gracias a eso pudiste hablar por primera vez con Tzuyu— le sacó la lengua.

—¡Pero la golpee con la puerta!— exclamó.

—Y dolió mucho, sólo les recuerdo— agregó la taiwanesa entrando recién al lugar.

—En fin, tus planes siempre terminan mal— mencionó la coreana menor.

— Pero funcionan— le guiñó el ojo, haciendo que rodara los ojos.

— Okay, ya me asustaron— Haseul las veía espantada. Estaba a nada de proponerse a su fiel compañera china y sólo lograron que sus nervios aumentaran.

—Unnie, sólo te inclinarás y preguntarás si se quiere casar contigo, sencillo— mencionó la taiwanesa como si fuera lo más obvio y en parte lo era.

—Si es tan sencillo... ¡pídeselo a la enana de allá!— dijo apuntando a Chaeyoung.

—No lo haré—

—¿¡Ves?! ¡Te lo di-

—Porque ella me lo tiene que preguntar a mi— finalizó retirándose de la habitación despidiéndose con la mano.

Chaeyoung sólo quería ahorcar a su mayor.

—Bueno, iré con las demás— sonrió nerviosa la mayor— ¡adiós!—

—Y bueno, mi plan quedó ignorado y acabo de regresar de la inexistencia— habló la pálida— igual mis planes son un desastre— se encogió de hombros sin darle importancia.

—Bueno, al menos lo sabes— río levemente la coreana menor.

Decidieron ir con las demás y al llegar no se encontraban la pareja mayor, aunque todas sabían la razón de su ausencia en la sala. Se pusieron a charlar sobre la universidad, de cosas triviales, cantar, bailar, jugar quien golpeaba la nota más alta, entre otras cosas con tal de hacer tiempo en lo que las mayores llegaban.

Después de varios juegos, escucharon la puerta principal abrirse, y sí, eran sus mayores. El rostro de la mayor... parecía impresionada o algo peor que todas se preocuparon de la respuestas, pero era obvio que la china mayor le daría el sí.
¡Por favor! Ellas de aman con total sinceridad y sin ninguna duda.