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Varios de sus compañeros ya habían pasado a hablar de su proyecto y seguía el turno de la de baja estatura.
Se encontraba demasiado nerviosa, su pintura era de un tema en especial que nunca había tratado y era extraño hablar de ello.

—Maldito amor—pensó.

—Bien Señorita Son, ya sabe lo que debe decir— dijo su profesor.

Al terminar de escuchar aquellas palabras, quitó la manta que cubría aquel lienzo y al poner la mirada hacia el frente... pudo observar los rostros llenos de asombro de sus compañeros y su profesor, y después de tratar de tranquilizarse, a inició su explicación.

—Está pintura que pueden observar en estos momentos, fue hecha al óleo. Es una técnica que un poco complicada, que debe ser aplicada con delicadeza, por eso la elegí.—hizo una mueca nerviosa—Al ser tan especial, cada pincelada dada lleva demasiados sentimientos, cada una de ellas fue pintada con demasiada gentileza y dedicación, sobre todo con— no, no puede decirlo.— amor — y lo dijo—Fue basado en mi propia definición de felicidad—sonrió— Esa felicidad me hizo ver lo hermoso que puede existir en este mundo y por eso... pude plasmar esta hermosa pintura— sonrió hacia sus compañeros—Yo la llamo...— hizo una pequeña pausa—"Mi razón de vivir".

Al decir su título, lo único que se pudo escuchar en aquel salón fueron aplausos. Sus compañeros no esperaban menos de ella, estaban conscientes de su talento y la admiraban.

Ha escuchado la frase "un pintor plasma lo que siente"?— intervino su profesor— Es justo lo que hace, sus pinturas están llenas de demasiado sentimientos—dijo dando énfasis a las últimas palabras—llego a saber tus sentimientos cada día, Señorita Son... Realmente tiene un gran talento, estoy orgulloso de usted— le comentó su profesor después de su explicación. —Me alegro por usted señorita Son, está experimentando un hermoso sentimiento pero a su vez doloroso— la coreana bajó su rostro completamente sonrojado por el último comentario de su profesor y se dirigió a su asiento.

—Bien, sigamos— ordenó el profesor.

—Me saliste romántica, enana— dijo la peliazul dándole una mirada burlona a su mejor amiga.

—Agh, silencio sin ojos!— bufó la pelinegra.

Y lo que restó de la clase, la de tez pálida molestó a la más baja mientras los demás seguían explicando sus pinturas.

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—¡Al fin! !Libres!— mencionó la coreana de baja estatura mientras levantaba sus brazos.

—¿Un día pesado?— preguntó una voz a sus espaldas provocando que se sobresalte.

—¡Minari! Hola— saludó sonriendo y la japonesa le devolvió la sonrisa — y si, demasiado pesado, al fin presenté un proyecto y en otra clase quieren que se escriba mi propio rap— suspiró fastidiada.

—Bueno, casi terminamos la unidad, es lo normal— dijo encogiéndose de hombros.

—Supongo— hizo un puchero la coreana.

La coreana vio a lo lejos a Tzuyu e iba a acercarse a ella, pero cierta japonesa la agarró del brazo impidiendo su objetivo.

—Oye, ¿me acompañas a comer?— no otra vez, ¿por qué justo cuando tiene una oportunidad de salir con su taiwanesa?— sirve que nos relajamos un rato de este día— la coreana dudo por un momento pero al parecer negarse no era una opción.

—Está bien, salgamos por hoy— respondió.

—Excelente— dijo la nipona con una sonrisa.

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PoV Tzuyu

—Demonios... ¿qué no se le puede quitar de encima?— mencionó a sus amigas en un tono enojado al ver como la japonesa caminaba abrazada al brazo de la coreana.

—Esos celos le hacen daño, la enloquecen~ —cantó Momo sorprendiéndola.

—¿¡Pero de dónde saliste tú?!— gritó la taiwanesa.

—Siempre estuve aquí— dijo encogiéndose de hombros— y soy amiga de Jeong— explicó.—También de Chae— la taiwanesa entró en pánico al escuchar aquello último.

—Ni una palabra a Chae de lo que dije— dijo fulminando a la japonesa con la mirada.

—No problem, rascacielos— dijo riéndose.— Harían una bonita pareja— mencionó repentinamente haciendo sonrojar a la taiwanesa.

—Bueno, ninguna palabra de esto y aguanta los celos Tzuyu-Ah porque todas sabemos que eso volverá a pasar demasiadas veces— intervino la coreana de ojos grandes con las demás chicas asintiendo ante lo dicho por su amiga.

—Siempre que la veo decidida a acercarse a ti, llega Mina y se la lleva— comenta la dientes de conejo.

—Puede que a Mina le guste Chae— opinó la de cabello cortó.

—Mejor no hablemos de eso, por favor— suspiró fastidiada la taiwanesa.

Aunque se hayan hecho mucho más cercanas, una salida o un simple acercamiento para entablar una conversación era complicada, la razón, la japonesa pelinegra.
Y por aquello, la taiwanesa llega a frustrarse demasiado. Quiere acercarse a la coreana, pero la nipona no se la deja fácil.

Tal vez se dio cuenta de sus sentimientos hacia la coreana y evita que se le acerque tanto porque ella siente lo mismo por la baja.
¿Tan obvia era? Definitivamente aquella japonesa será un gran obstáculo.

—Yo si fuera tú temería de ella, siendo sincera es muy sexy la japonesa— comentó la pelicorto.

—¡Oye!— enojada, dio un golpe la dientes de conejo  a su novia.

—Pero nadie te supera, mi amor— dijo la pelicorto mientras su novia sonreía y le daba un beso.

—Enserio te amo demasiado, Jeong—

—Agh, tráiganme mi insulina por favor— mencionó la taiwanesa con una expresión de asco.

—Bien que piensas así cuando estás con ese duende— le saco la lengua la dientes de conejo.

—¡Calla!— dijo sonrojada mientras sus amigas reían a carcajadas.

En parte tenían razón, le gustaría llegar a ser así con aquella coreana que la hacía experimentar nuevos sentimientos, pero era cierto lo de aquella japonesa que siempre se llevaba a la baja. No sería para nada fácil y si, temía en perderla aunque aún no la tuviera.

You are all that I need [CHAETZU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora