¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Raquel:
- Ana ¿me quieres decir que es lo que estás haciendo? - pregunto mirando a la rubia de arriba a bajo para después soltar una carcajada.
- Esta intentando hacer lo mismo que tú, pero como siga así, lo que va a conseguir es lesionarse - me responde Sergio.
- Ana haber dejame que te ayude - me acerco y ella niega con su cabeza - Ana no seas cabezona te vas a hacer daño y va ser peor.
- No necesito tú ayuda puedo hacerlo sola - me contesta seria y yo suspiro encogiendome de hombros.
- Como quieras yo solo intentaba ayudarte - hablo y me subo a la cinta en medio de Marta y Rebeca.
- ¿Cómo te va ahora que puedes recordarlo todo? - pregunta Rebeca y yo me encojo de hombros.
- ¿Y esa cara por qué?, Raquel alegrate acabas de recuperar todos tus recuerdos, tienes a tu lado a un chico que te quiere y que te valora, no tienes porque estar triste - habla Marta mientras yo sigo corriendo cada vez más rápido.
- Es que no sé después de recordarlo todo, sigue habiendo cosas que siguen sin cuadrarme, y tampoco puedo hacer mucho esfuerzo para intentar solucionarlo - suspiro de nuevo.
- Oye Marta, una cosa no te la tomes a mal, pero ¿tú no estás más gorda? - habla Rebeca y yo me fijo en la gallega.
- Dos meses- susurra - y todavía no soy capaz de contarle que va a ser padre - nos responde ella.
- Pues como sigas así se lo dices ya para el momento del parto - bromeo mirandola - Marta tranquila Alvaro te adora y seguro que se pondrá feliz cuando le cuentes que está embarazada, si contigo vive embobado y encantado, con un mini o una mini tú lo va a estar todavía más, tú hazme caso - sonrio mirandola - está en las máquinas con Jesús y Joaquín - cuentaselo antes de que sea muy tarde.
- Además que si te dice algo podemos matarlo esta y yo - añade Rebeca y yo asiento con mi cabeza - y que más de una se nos uniria, así que tira a contarle eso al vasco, que va a estar llorando de felicidad una semana.
- Pues yo no le compro los pañuelos que la última vez me iba a arruinar - protesta Amanda viniendo hacía nosotros.
- Que se los compre él que para eso tiene dinero, y sino que venda alguno de los tres coches, que de poco le sirven -habla Eliza a nuestras espaldas.
- Eli que soy carne de infarto mujer - bromeo llevandome mi mano derecha al pecho - que ya no me puedes pegar esta clase de sustos - bromeo de nuevo y todas comenzamos a reir - ve a por tu Romeo.
