Capitulo 7.

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Estoy segura que sentí la presencia de un vampiro y dentro de la casa, después de varios minutos entro y Alex aun toca el piano, voy a mi habitación.

—Disculpe señorita la cena ya está servida. —Miro a la sirvienta y asiento.

Me devuelvo y voy donde esta Alex, toca algunas notas más y se detiene.

—Señor Nowak la cena está servida. — Le digo.

No dice nada se levanta y se va al comedor, me apoyo en la puerto y observo el entorno del comedor, las paredes son de un celeste pastel con cuadros de naturaleza uno me llama la atención una niña de espaldas con un vestido blanco camina en un bosque oscuro.

—El cuadro que vez, lo pinto mi madre. —Dice Alex.

—Es bastante tenebroso pero es hermoso a la vez. —Le respondo sin verlo.

Lo analizo un poco más y miro a Alex que está comiendo, decido ver los cuadros, paso por cada uno de ellos, todos son tan bonitos.

—Señorita Muller, creo que será todo por hoy puede retirarse. —Dice Alex saliendo del comedor.

Escucho sus pasos hasta llegar a su habitación, salgo yo también y voy a mi habitación. Entro y me pongo a trabajar, pongo el sobre en el escritorio y el folder con la información de Alex.

Pongo las fotos en secuencia de fechas, leo cada análisis con calma cada componente que fue encontrada todo lo reviso más de dos veces y nada se sale de lo normal pero las copas con sangre es bastante anormal miro las fotos de los animales muertos.

Me dejo caer en la cama al no encontrar nada nuevamente, miro la hora en mi celular son las doce de la noche. Llevo bastante tiempo en esto, decido salir de la habitación para dar una vuelta al lugar.

Paso por el salón de estar, me devuelvo con mi velocidad y salgo por la puerta de atrás y miro a Alex.

—Señor Nowak ¿Para donde cree que va a estas horas? —Miro que pega un brinco del susto y me mira.

—¿Cómo es que usted está despierta a estas horas? —Dice serio.

—Señor eso se lo tengo que preguntar yo a usted además mi deber es cuidar de usted señor, pero como lo estoy viendo muy bien vestido dígame se le apetece ir algún lado, si es así yo lo acompaño. — Le digo cada palabra con calma.

*Como es que esta despierta no entiendo mi plan se fue a la mierda*

Ruedo un poco los ojos con su pensamiento.

—Señorita Muller solo estaba caminado. —Dice rápido al darse cuenta que llevaba un poco de tiempo sin responderme. Lo miro directo a sus ojos esperando que hable un poco mas pero no lo hace.—Pero creo que ya no lo haré hace bastante frió. —Entra a la casa rápidamente.

Su plan hubiera sido un éxito con un humano, pero yo soy bastante especial, entro y me voy a mi habitación. Entro y recojo las cosas del escritorio y las guardo en una de las gavetas.

Me acuesto en la cama y miro el techo dejo que las horas pasen pequeños recuerdos llegan a mi memoria estar sin familia es lo peor los extraño cada día más, un pequeño toque en la puerta me hace levantarme y mirar el sol del día por la ventana, abro la puerta y miro quien es.

—Señorita disculpe que la levante pero hay algo afuera que debe de ver. —Miro a la sirvienta y salgo al escuchar su pensamiento.

*hay mucha sangre en la puerta principal*

Me dirijo con rapidez hacia la puerta principal, la abro y miro abajo hay un gato negro con el estómago abierto, sin ambos ojos, le cortaron ambas patas de adelante y su lengua también hay una exagerada cantidad de sangre.

—Señorita debemos asustarnos. —Dice una de las sirvientas.

—El señor Nowak nos dijo que si llegáramos a ver algo así que le avisáramos. —Dice otra.

—No se preocupen sospecho que es un animal, estamos en pleno bosque yo llamare el señor Nowak ustedes tranquilícense deben preparar el desayuno para el señor.

No dicen nada y se van, miro al gato y estoy segura que no fue un animal, tomo al animal con una mano y comienzo a caminar hacia el bosque cuando siento que estoy lo bastante lejos uso mi velocidad.

Me detengo al estar lo bastante lejos de la casa y comienzo cavar un oyó para enterrar al gato. Tiempo después está el oyó, meto al gato y comienzo a ponerle tierra hasta que está cubierto por completo.

Me relajo un poco y dejo a mis sentidos fluir libremente un leve olor se presenta en el habiente pero no logro descifrarlo. Comienzo a caminar a dirección de la casa, miro alrededor por si hay una pista o algo pero solo es un olor muy tenue.

Uso la velocidad para llegar rápido, me detengo un poco y comienzo a caminar normal cuando estoy cerca de la casa, el olor desapareció entro a la casa y ya escucho a Alex.

— ¿No saben dónde está la señorita Muller?—Pregunta Alex mirando a una de las sirvientas.

—Aquí estoy señor ¿Se le ofrece algo?—Me mira desde arriba hacia abajo.

—Es la misma ropa que ayer. —Pregunta

—No señor tengo varia ropa así. —Le respondo acercándome a él.

No dice nada y sigue comiendo, a los pocos minutos me mira.

—Señorita Muller vamos a salir a caminar al bosque. —Dice levantándose del comedor.

—Sí señor. —Lo sigo en silencio dejando que las sirvientas recojan la mesa.

Llegamos a la puerta y me mira, yo lo miro a los ojos.

—No piensas abrirme la puerta. —Me señala la perilla.

—Señor usted puede hacer las actividades normales no se preocupe yo solo lo sigo. —Le digo cruzando los brazos.

—Pero en el contrato. —Dice acercándose a mí.

—Dice que soy su guardaespaldas y no su sirvienta. —Lo interrumpo totalmente seria.

Se queda callado, abre la puerta y sale, comienza a caminar normal viendo el alrededor. Sin si quiera ponerme a leer sus pensamientos llega uno.

*Me voy a echar a correr puede ser un agente pero yo fui atleta y así la despisto*

De repente miro a Alex correr, yo sigo caminando normal veamos hasta donde puede llagar. Me acerco a un árbol y me siento, pasa alrededor de treinta minutos y decidí ir por Alex uso mi velocidad y lo encuentro.

—Soy demasiado rápido la perdí de vista. —Dice en voz alta.

—Eso lo dudo mucho señor Nowak. —Se da la vuelta y me mira asustado.

Lo miro pero mis instintos lo agarra de la mano gusto en ese momento un grito se escucha muy cerca.

—Que mierda fue eso. —Dice Alex.

—Es mejor que regresemos señor. —No dice nada y comienza a caminar sin decir nada lo suelto de la mano y me coloco atrás de él.

Muchos preguntas se comienzan a instalar en su mente pero la que más se destacan es su mente son sobre mí, pero la que me causa un poco de gracia es la pregunta que se hace más veces.

*¿Cómo es que llego tan rápido hacia mí? y ¿Cómo supo dónde estaba?*

Me mira de reojo y yo lo miro, me deja de mirar y más preguntas rondan en su mente. Hasta que llegamos a la casa, entra y yo lo dejo.

—Señorita esto llego para usted. —Una de las sirvientas me entrega una carta.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora