Capitulo 26.

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Uso mi fuerza para salir de donde estaba, saco las uñas y las clavo en el capó del carro sacando todo mi cuerpo hacia adelante.

— ¡SANGRE! ¡SANGRE! —Escucho los gritos de Alex y uso más fuerza.

—Cállate, ella no va a protegerte. —Dice alguien.

Saco todo mi cuerpo y ruedo para caer en la nieve, caigo boca abajo clavando más los vidrios en mi abdomen, me levanto sin ningún dolor y comienzo a caminar rodeando el auto, miro lo que pasa.

Alex abre los ojos al verme y se queda completamente quieto, no le tomo importancia y esquivo el golpe que proviene de la mano derecha, dando me la vuelta y tomando su mano, la doblo con rapidez para el lado derecho, ni un grito sale de su boca.

Con la otra mano lo tomo del cuello y le arranco la garganta un poco de sangre salpica la blanca nieve, suelta el trozo de garganta que tome y le arranco la cabeza suelto el cuerpo y cae sin moverse.

Miro a Alex que está completamente pálido, su cuerpo tiembla, miro como lo tienen agarrado del cuello.

— ¿A hora con toda la poco paciencia que tengo lo puedes soltar? —Le pregunto totalmente seria.

—Debiste quedar inconsciente por el golpe bastarda, no quería usar estos métodos, pero hasta que me mates te lo puedes llevar. —Dice soltando a Alex, este cae en el piso, miro su cara y muestra algo de alivio.

—Me parece bien. —Le digo mirándolo.

El no espera más y ataca, esquivo un golpe que iba directo a mi cara, yo no me quedo atrás y saco mis garras, dejo que me tome del cuello y me pega contra un árbol, cierro los ojos por un momento, para controlar mi instinto. Escucho el corazón agitado de Alex y percibo su miedo, decido apresurarme y me muevo rápido, clavo mis garras en su cuello, no grita, me cubro un poco con la cabeza de mi oponente para que Alex no me vea.

Sonrió sacado mis colmillos y lo miro a los ojos, se tensa un poco pero trata de disimularlo pero es inútil reconozco el miedo en su mirada.

—No conoces el dolor pero hoy lo experimentaras por primera vez. —Le digo susurrando. —Vas a sentir tanto dolor, que vas a suplicar porque te maten, pero eso no sucederá, tenlo por seguro.

—Eres una maldita no somos los únicos atrás de él, los rojos también están detrás de ti Sangre. —Dice susurrando hasta cerrar los ojos.

Meto mis colmillos y las garras también y lo suelto cae inconsciente o tal vez ya muerto, camino hacia donde esta Alex, pero este se levanta de golpe.

— ¡SAANGREE CUIIDADOO! —El grito de Alex no fue suficiente para darme cuenta.

No sale ningún grito o quejido solo escupo algo de sangre por mi boca, miro a Alex y es una cara de horror. Sacan la mano que atravesó mi cuerpo, que debería a ver perforado el riñón, intestinos y estómago, pero estoy vacía por dentro, saco los garras pero las meto rápido uso mi velocidad llego donde Alex.

—Señor corra lo más rápido que pueda siga corriendo recto, llegara a una cabaña va a entrar y diga mi nombre y por nada del mundo regrese donde estoy señor siga confiando en mí. —Le digo seria.

Me agarran del pelo y me tiran contra el piso, uso mis fuerzas y toma a la bastarda de los hombros y la lanzo por el costado contrario de Alex, me levanto y me tiro contra la mujer.

La tomo del cuello y miro hacia donde esta Alex, pero lo veo corriendo en dirección donde le dije, no espero más y le arranco el cuello a la mujer. Me levanto y miro el cuerpo, arrugo la nariz al ver que es una de los rojos, si ella está aquí los demás no tardaran en llegar.

Uso mi velocidad para despistarlos del camino, llego a un lugar llano y espero pacientemente pero un leve ardor me hace ver mi cuerpo, en mi abdomen hay cortadas y vidrios incrustados, mi ropa esta mojada de sangre. No le doy importancia y me trasformo, salen mis colmillos y mis garras, siento mi cuerpo cambiar,miro mis manos y están del tono de la nieve.

El corazón de Alex lo escucho lejos pero aun cerca para un vampiro, muevo las muñecas de mis manos, abro y cierro las manos también, un par de crujidos se escuchan en mi cuerpo, ya estoy tan acostumbrada que no me inmuto, el aroma en el aire me hace ver a un punto fijo, ellos ya están aquí.

Para un humano sería difícil ver o sentir su llegada solo cerraría los ojos y ya estarían enfrente. Los miro a todos los que llegaron, se bajan la capucha roja como la sangre y me miran, todos con los ojos rojos.

—Sangre venimos a llevarte a la corte, máximo falleció y ahora tu presentas un peligro para la asociación roja y para los humanos. —Dice el tipo que está más adelante que el resto.

—Es una lástima que no vaya a poder hacer caso, además me imagino que no solo es la orden de llevarme a la corte sino que también matarme si me niego a ir. —Le digo mirándolo seria.

—Sangre no nos hagas usar la fuerza. —Dice serio también.

—Les dieron una misión suicida, o tal vez es que ellos se querían deshacerse de ustedes. —Saco mis garras enfrente de todos.

—Somos los mejores para tratar amenazas. —Dice sacando sus colmillos.

—Claro que sí, atacando por la espalda como su compañera, aun que pensé que iba a ser difícil pero la mate con facilidad. —Digo seria.

Miro su cara de dolor y viene por mí, sus compañeros tratan de detenerlo pero no pueden, esquivo sus repetidos golpes, sonrió y rasgo con mi uña la parte de su cuello y lo empujo con fuerza pegando en tres arboles seguidos.

— ¡ERES UNA MALDITA BASTARDA, MORIRÁS POR MIS MANOS! —Grita fuerte pero no se puede mover.

—No voy a pelear innecesaria mente, así que ustedes váyanse y díganles que no he cometido nada grave durante y después de la vida de máximo, ya estoy grande para cuidarme sola. —Les digo seria

—Claro que si maldita, mataste a dos de nosotros y no lo vamos a dejar así. —Dice atacándome.

Esquivo el primer golpe y la tomo del cuello y la lanzo con fuerza hacia otro lado, otro me toma del cuello y me tira contra el piso, no dejo que me golpee la cara y con fuerza meto mi mano en su estomaga sacándolo por el otro lado, un leve quejido de asombro sale de su boca. Saco más mis colmillos y me empino contra él y clavo mis colmillos en la garganta y jalo con fuerza, saco mi mano en su interior y con rapidez tomo su cabeza y la arranco, empujo el cuerpo, me levanto y los miro.

—Ustedes lo escogieron así. —Digo mirando a los que quedan.

Todos se lanzas hacia mi esquivo sus golpes con rapidez, mi cuerpo se está comenzando a trabar por la pérdida de sangre, pero no puedo parar, tomo a la chica del brazo y lo tuerzo para el lado contrario y lo jalo, se agarra con fuerza lo que le queda del brazo.

Un fuerte golpe en mi cabeza, me hace caer bastante lejos de ellos, me levanto y varias gotas de sangre caen en la blanca nieve.

Uso mi velocidad y tomo al primero meto mi mano en su pecho y tomo el corazón, lo saco con fuerza haciendo que mucha sangre me caiga a mí y al suelo nevado.

Susurra algo pero no le doy importancia tomo su cabeza y la tuerzo para un lado, se escucha el crujido y con fuerza arranco su cabeza y la tiro lejos. Escupo algo de sangre y miro a la persona del frente, toma con fuerza mi corazón.

Trata de jalar lo hacia afuera pero no se lo permito tengo sujeto su brazo con mi mano le clavo las uñas y me ve.

—Eso no me detendrá para matarte —Dice serio.

—Claro que si disfruta me veneno. —Saco su mano y lo tiro al suelo con mi pie destripo la herida que le hice.

Los gritos comienzan a salir de su boca y eso me trae satisfacción.

—Maldita te quedan dos más. —La voz de la mujer me hacen verla.

Camino hacia ella, mi cuerpo ya no va a dar más esto será difícil. La mujer se me tira enzima y pego contra un árbol mete su mano en mi pecho, con mis dos manos clavo las uñas en su cuello pero ya no puedo miro la nieve y hay grandes charcos de sangre de mi sangre.

La otra mujer clavados dagas en mis piernas quedando atascada en el árbol me miran listas para matarme, mierda lo siento Alex.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora