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♆│ capítulo trece ♆│ ¡Ella regresó!.
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❝ Esperanza; esa cosa con plumas.❞
ೃ⁀➷❑┊samantha garcía.
Una de las desventajas de ser un semidiós o semidiosa, es que, debido a que tienes dos esencias totalmente opuestas batallando dentro de tu sistema, todo te duele el doble.
Literalmente, todo.
Al día siguiente, cuando desperté, Percy no estaba, y yo había amanecido con la bandera de Japón debajo de mi cuerpo.
Eso explica el llanto de anoche.
Respiré hondo y me obligué a tranquilizarme, colocándome una mano en el vientre mientras convencía a mi propio cerebro para que regule el dolor, pensando en la sensación de alivio ante un dolor sordo, y enseguida lo sentí en el vientre.
Suspiré y lentamente me senté en la cama, mentalizándome con un gemido de frustración que tendría que lavar la sábana a mano, y me dirigí a las escaleras, bajándolas de a poco, muy de a poco, lo más lento que podía, y a la vez lo más rápido que el dolor me dejaba.
Cuando llegué a la parte de abajo, vi que Sabrina estaba ahí, preparando tostadas con manteca con una taza de alguno de los líquidos humeantes, y justo cuando mordía una tostada, volteó y sus ojos se enfocaron en mí, me dieron un rápido escáner y enseguida colocó la tostada en el plato en donde tenía las otras y vino corriendo hacia mí.
