Capítulo 3. Me alegro de que hayas vuelto

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Aquella había sido una de las mejores noches, tanto para el azabache como para la peli rosa. Sin duda, haberla encontrado allí, justo aquella noche, cuando más desanimada no podía ser la velada, había aparecido. Ella había aparecido y con ella la amargura de Sasuke se había desvanecido. 

Pasaran ya casi tres horas desde que salieran del Pub. Sasuke se había ofrecido a acompañar a Sakura hasta su casa, y no por el mero hecho de que era de noche y no quisiera que se fuera sola a casa, sino que era él el que no quería que ella se fuera de su lado. 

Sasuke era sin duda un hombre de pocas palabras, de hecho, se juraría a sí mismo, que nunca había hablado tanto de sí mismo con una persona que no fuera su familia. Y eso para Sasuke era mucho. Pero en ese instante no tenía que guardarse nada, no tenía que callarse nada, porque para él, la persona indicada para desahogarse era Sakura.

Por otro lado, Sakura nunca se había sentido tan contenta de reencontrarse con alguien. Pensaba que todavía era temprano para regresar a la ciudad, creía que no sería capaz de enfrentar una situación si se encontraba con Sasori, pero volver a ver a Sasuke esa noche en el Pub, justo donde se conocieran por primera vez, la hizo olvidarse de todo lo demás. Lo único que quería era volver a dejarse abrazar por los brazos del azabache.

Dentro del departamento de Sakura, ella se encontraba en la cocina preparando un chocolate para entrar en calor, ya que la noche había refrescado.  El delicioso olor a cacao le encantaba a Sasuke, que se había ofrecido a ayudarla aunque solo se limitó a preparar dos tazas y sacar unas pastas de una caja, que aún permanecía cerrada de alguna vez que se la había regalado a Sakura.

Llevaron todo para el salón y allí encendieron el televisor con la intención de buscar algo interesante para ver aunque a aquellas horas de la noche, lo único que podría entrar era o un canal de tele tienda o en la mayor de las desgracias canales de médiums.

Habían estado callados durante un rato, lo cual, por momentos resultaba un tanto incómodo. Sakura cogió la taza para darle un sorbo y luego la depositó otra vez sobre la mesa.

-Creí que ya no volverías… - pronunció Sasuke. Un sentimiento extraño recorrió el cuerpo de Sakura al escuchar cuales palabras. Y es que aunque conocía a Sasuke, y sabía que con ella hablaba más que con nadie, jamás se hubiera imaginado que le diría algo así, con aquellas palabras cargadas de preocupación.

Sasuke, continuaba con la cabeza gacha y la mirada perdida en aquel dibujo extraño que hacía la alfombra. Deseaba con todas sus fuerzas que Sakura le dijera algo como “he vuelto por ti” o algo por el estilo, aunque en el fondo le resultara terriblemente cursi. Pero la respuesta de la oji jade, le gustó todavía más que sus imaginaciones. La peli rosa le estaba brindando el abrazo más cariñoso que le habían dado en mucho tiempo. El respondió a ello y la rodeo con sus brazos. Ella tenía sus manos alrededor de su cuello mientras él, rodeaba con delicadeza la espalda de la joven. “Ojalá y se pudiera detener el tiempo” pensaban ambos, pues aquello era confortable para los dos. De hecho era lo que más deseaban, estar juntos. Saber que tenían a una persona a su lado que los entendería a la perfección con solo una mirada, con solo un movimiento. Y ciertamente era ello. Ellos sinceramente se necesitaban.

El abrazo duró lo poco que tardó el reloj de pared del salón en dar las dos de la madrugada. Y con ello la despedida de Sasuke.

-Gracias por acompañarme a casa – agradeció Sakura con una dulce sonrisa. El moreno se limitó a dejar que en la comisura de sus labios se viera un atisbo de su alegría.

-Me alegro de que hayas vuelto. – y con ello desapareció por la puerta del ascensor.

Eres algo más que mi drogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora