Capítulo 12 - Quiéreme

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Siento como si una apisonadora hubiera pasado mil y una veces por encima de mi cuerpo, y un martillo hubiera golpeteado hasta el cansancio mi cabeza. Me cuesta más de cinco minutos abrir los ojos, y otros tantos acostumbrarme a la luz que se cuela por la ventana. A juzgar por la luz intensa deben ser ya más de las doce del mediodía. Me froto los ojos e intento incorporarme. Mi cabeza da tumbos cuando logro sentarme al borde del colchón mientras intento enfocar mi vista en mis pies desnudos. Cuando mi cuerpo empieza a reaccionar examino la habitación. Está claro que no es la mía.

Y de repente van llegando recuerdos a mi cerebro. Sasuke me trajo a su casa. De repente volteo pero no lo hayo al otro lado del cómodo colchón. Seguramente hace horas que se ha levantado. Ya que él no decidió salir de fiesta y mucho menos emborracharse porque encontró a un ser que le recuerda su repugnante pasado y que no es lo suficientemente fuerte para superarlo, y por tanto decide refugiarse en el alcohol para lograr olvidarse del tema, aunque sea solo por unas horas.

Intento incorporarme, pero la sensación de una aguja atravesando mi cabeza hace que vuelva a tumbarme. Me juro a mí misma que no voy volver a beber en mi vida, pero realmente todos sabemos que eso no ocurrirá.

-Veo que la bella durmiente ha decidido despertar – entra por la puerta con un vaso de agua en mano y una pastilla deshaciéndose en el líquido. Lleva puesto un pantalón negro de chándal y una camiseta blanca que se ajusta perfectamente a su definido torso. Y en su perfecto rostro, una sonrisa que haría que cualquiera chica se derritiera a sus pies en un instante. - Buenos días

Tomo el vaso y trago de un golpe el contenido. Odio el sabor a aspirina, pero me hará efecto rápido y me quitará este horrible dolor de cabeza.

-Buenos días - dejo el vaso en la mesilla de noche y me acomodo mejor apoyando mi espalda en el cabecero de la cama - ¿Qué hora es?

-Son más de las doce de la tarde, por lo que veo lo de beber no es lo tuyo - sonríe burlonamente.

Me mira fijamente porque no me he reído, no tengo humor. Los recuerdos vienen a mi mente como una bomba. Sasori. Karin. Juntos. Karin restregándome que es mejor que yo y por eso Sasori la eligió a ella. Lo asquerosa que me siento por no ser capaz de afrontar las cosas de frente y recurrir al alcohol.

- ¿Por qué lo hiciste? - su pregunta no me sorprende, pero su tono relajado hace que no se note tan inquisitivo.

No respondo. Me abrazo a mis piernas y entierro en ellas mi cabeza.

Siento como Sasuke se acomoda al otro lado de la cama, muy cerca, pero sin llegar a tocarme.

-Ella... - pero no soy capaz de seguir.

Nunca he sido una chica con una gran autoestima. No porque me considerara fea, pero tampoco bonita. Siempre he admirado a Ino por su despampanante cuerpo y su gran belleza y personalidad. Yo nunca me he sentido como una chica que te dejaría la boca abierta al pasar por tu lado, y que cautivaría con solo una mirada y una sonrisa.

Pero cuando conocí a Sasori, él me hacía sentir hermosa. Siempre me decía lo que le parecía la mujer más bella que había visto, y a qué mujer no le gusta que se lo digan por lo menos de vez en cuando. No fue con el primer chico que tuve relaciones, pero si el que de verdad me hacía sentir que realmente podría volver loco a alguien, y siempre hacía que todo fuera especial.

Ilusa de mí, jamás se me había ocurrido que él podía engañarme. Pensar que conmigo tenía suficiente. Que equivocada estaba. Karin era perfecta, hermosa, cuerpo de infarto, como iba Sasori a quedarse conmigo cuando había mujeres como ella por el mundo

-Realmente no valgo nada... - susurro para mí - ¿cómo creí que realmente podría gustarle a alguien?

-¿Pero de que hablas? Sakura ¿qué tonterías estas diciendo? – río, debo parecer una loca, porque me río mientras las lágrimas ya están escapando por mis mejillas.

-Yo nunca le voy a gustar a nadie... Soy un simple juguete de usar y tirar...

Noto como su figura se sitúa frente a mí, arrodillado en el colchón. Toma mis manos para poder ver mi rostro pero yo me niego a levantar la vista, porque sé que en cuanto lo haga estallaré a llorar.

-Creo que el alcohol te ha trastornado – pero su intento por hacerme reír fracasa nuevamente

Su mano toma delicadamente mi mentón para que nuestras miradas se junten. Me mira como si intentara descifrar qué demonios está pasando en mi mente.

-¿Es por la chica de ayer? – Mi silencio responde por mí – ¿Quieres hablar de ello? – niego con la cabeza.

Y en un segundo junta nuestros labios, en un beso suave, que hace remover algo en mi interior y que me tranquiliza al mismo tiempo. Un contacto sin más intenciones que transmitirme que él está ahí para mí, y que aunque no quiera hablar de ello me apoya. Lo atraigo más hacia mí rodeándolo con mis piernas y enredando mis dedos en su pelo, cosa que cada día amo más hacer.

Nos separamos por falta de aire y nos miramos de nuevo, pero ahora son miradas de paz. Paz porque ha logrado calmarme, aunque mis inseguridades no se han ido para nada. Pero cuando lo tengo cerca todos mis problemas quedan en segundo plano, y mi atención se centra solo en él.

Acaricia con su mano mi mejilla y coloca un mechó de pelo detrás de mi oreja mientras deposita un beso en mi frente.

-Odio verte llorar – suspira. - ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? – pronuncia en un susurro cerca de mis labios.

Yo tomo su rostro con mis manos y lo beso de nuevo, transmitiéndole que teniéndolo conmigo en este momento es todo lo que necesito para estar mejor.

-Quiéreme

Y con solo esa palabra Sasuke entiende todo lo que quiero en ese instante.

Nuestros labios vuelven a pegarse pero esta vez con pasión y deseo. Con cuidado, como si tuviera miedo a que me rompiera, retira mi camiseta y me abraza antes de volver a besarme y hacer un camino de besos desde mi vientre bajo, pasando por mis pechos, y llegando de nuevo a mis labios.

-No podría no hacerlo – susurra contra mi cuello para luego volver a besar ahí, en ese punto en el que hace que me derrita en cuestión de segundos.

Nuestras prendas desaparecen en cuestión de minutos y nos perdemos entre besos, jadeos y la dulce sensación de ser uno solo.

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2017 ⏰

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