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« Evidentemente me estoy matando, esperándote, queriendo convertirme en infinito...»

Valentín.

Ángela se había ido a tocar a provincia emergente mientras que yo estaba en el aeropuerto.

Esperando a Kalika.

Volvía hoy y necesitaba hablar con ella.

Cuando la voz de los altavoces aviso la llegada del avión que venía desde Bariloche me pare.

Acomode mi campera y mire a la puerta donde saldría ella.

Cuando la ví, mis ojos se llenaron de lágrimas.

Ella miró a mi dirección mientras hablaba con los demás.

Se apresuró y vino a abrazarme, correspondi el abrazo apretandola más a mi.

- Hacia demasiado no te veía valen - susurra separandose.

Sonrió de costado y bajo mi mirada.

- Necesito hablar Kali - susurro.

- Dale, espera que me despida de los pibes y nos vamos.

La veo irse a abrazar a los demás, que de paso me saludaron y cuando llegó a mi viejo amigo, Paulo, le dió un pico para después volver conmigo.

- Vamos.

Agarre su maleta y nos fuimos en mi auto a su departamento.

Cuando llegamos, dejamos todo al lado del sillón.

Seguía todo como antes y me hacía sonreír de alguna forma, ver nuestras fotos en las paredes.

- No podía sacarlas, son parte de mi historia, nuestra historia - declara ella sonriendo mientras se abraza a si misma - ¿Querés tomar algo mientras hablamos? Yo me voy a hacer un café.

- Haceme uno a mi tambien, voy a comprar algo al lado.

Ella asiente antes de darme la llave, bajo y cuando ya estoy afuera del edificio, camino hasta la panadería que está en la esquina.

Compro medialunas con dulce de leche y vigilantes, era lo que siempre comíamos cuando estábamos de novios.

Vuelvo al departamento y llego justo cuando esta sirviendo el café.

- Te puse cuatro cucharadas como antes, no sé si te sigue gustando así, si no hago otro nuevo o...

- Así me gusta - la corta apoyando mi mano por encima de la suya, ella me mira a los ojos y después sonríe.

- ¿trajiste medialunas? - pregunta sentándose.

- con dulce como te gustaban.

Los dos sonreímos para después quedar en un silencio.

- Me gusta como te queda el mechón pintado, estás rebelde - comenta.

- Te extraño Kalika - confirmo de una.

Ella me mira con sus ojos brillosos y sin más le como la boca.

Siento sus manos jugar con mi nuca y sonrió.

Ella también lo hacía.

fancy × wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora