Han pasado dos semanas desde aquel encuentro con Catalina y aquella plática con Rohan. Me encantaría decir que mi relación con él después de haber tenido una plática tan profunda y sería como lo fue parte de mi infancia, fue suficiente para que ambos supiéramos manejar este supuesto matrimonio falso de una manera en la que nos llevemos bien los dos, pero no, estas dos semanas solo me hicieron dar cuenta de que esta vida no es para mi.
Cada maldito día ha sido lo mismo.
Me levanto, desayuno completamente sola, voy a la universidad y si por un momento creí que podría regresar con Ed al apartamento, pues no, porque ya tengo un chango personal esperándome a la salida que me lleva directito a la mansión pedorra de Rohan, en donde definitivamente no hago nada más que comer, dormir y cagar.
Al día siguiente, desayuno, voy a la universidad, pero al terminar clases, salgo por otro lugar y ahora si me voy al apartamento con Ed, lugar en donde ¡Oh, sorpresa! Ya está el chango esperándome para llevarme a la mansión de Rohan.
No importa cuantas salidas existan en la universidad, o cuanto haga esperar a ese hombre, siempre, el resultado final es el mismo; una Tamara enojada en la comodidad de su cama king size esperando a que Rohan de la cara para hacerle un drama.
Pero algo que olvidé mencionar en mi rutina de dos semanas es que, Rohan no ha dado la cara en dos malditas semanas, es como si estuviera escondido o se lo hubieran tragado. Y bueno, no es que lo quiera ver todos los malditos días y jugar a los recién casados o a la pareja enamorada con él, pero ¿Dos semanas de señales de vida en la que me obliga a estar en su estúpida mansión? Esa sí es tener poca madre.
—Realmente estoy jodida —acepto mi desafortunado destino, mirando fijamente el techo.
—Solo eres una pesimista de primera —Ed murmura, concentrado en sus apuntes de la universidad.
—Eres pesimista, pero también estás muy jodida —María, apoya las dos ideas, paseando por toda la habitación
—Ayúdenme a resolver mi vida, por favor —me quejo nuevamente, sintiéndome tan agotada de solo existir—. No quería nacer, mucho menos ser adulta, que vida tan injusta.
—Tamara, a tu vida llegó un jodido hombre rico, guapo y joven, así como en las películas y libros de Wattpad. Literalmente rogaste por uno así, y ahora que lo tienes, ¿buscas trabajo y la manera de huir de él?
—Tal vez sólo deberías aprovechar la situación, yo también quisiera un hombre rico que esté dispuesto a darme dinero —Ed comenta, apuntando como loco cosas en su libreta.
—Yo lo intenté, y les juro que ya hasta me estaba cayendo bien el señor Rohan, pero no lo he visto en dos semanas, y parece haber tomado en serio eso de encerrarme de por vida aquí.
—Bueno, debo admitir que sí es extraño eso de no dejarte salir —María acepta—. Pero tu habitación es del tamaño de nuestro apartamento, así que no te puedes quejar.
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Prisionera De Un Magnate
RomanceRohan Nahel khattab, es un empresario rico y guapo que va a México para escapar de su familia, pero una noticia lo hace tomar una decisión que no quería. Tamara Cruz Acosta, es una chica que tiene una vida alocada gracias a que parte de su infancia...