La vida de Emma

El último día

Nos levantamos con ganas de hacer muchas cosas y aprovechar al máximo nuestro último día en el Caribe. Desayunamos a las siete de la mañana y a las siete y media estábamos en el puerto.

-Estoy emocionada por ver a los tiburones.

-¡Yo también! Creo que son animales sorprendentes.

-Sí... Espero que no den mucho miedo.

-Quédate tranquila que estamos en un barco.

Justo en ese instante nos llamaron para subirnos al barco. Zarpamos y con Lisa comenzamos a tomar fotografías.

-¡Lise, mira ese!

-¡Guau! Qué raro que esté en la superficie.

-Sí, quizás vino a saludar...

-Jajaja!!

Ver a los tiburones fue genial. Cuando volvimos, almorzamos en un restaurante que había cerca de la costa, y luego volvimos al hotel a cambiarnos de ropa para ir a nuestro recorrido por las selvas.

Partimos a recorrer la selva tropical con un grupo de gente que también hacía el tour. Vimos un montón de especies animales diferentes y desgraciadamente, también nos dimos cuenta de que había como un millón y medio de especies diferentes de mosquitos nunca vistos por los citadinos. Volvimos al hotel todas picadas y con terror de habernos contagiado alguna enfermedad terriblemente infecciosa, pero como verán, las dos seguimos vivas. Nos untamos de crema hasta tal punto que parecíamos un pote de leche descremada en persona. Sin embargo, la visita a la selva fue fantástica. Fueron unas vacaciones inolvidables y no puedo esperar para volver a repetirlas el año que viene, sólo que en otro lugar, para conocer mejor. Cenamos y nos fuimos a dormir llorando porque la fiesta terminaba y había que volver a la escuela. Igual, ¡un mes más y nos graduábamos! Por suerte después de mañana nos queda el concierto de Miley Cyrus.