"Steell Ball Run"
Jhonny estaba frente a la cafetería mirando el cartel que tenía el nombre del local, a su alrededor el paisaje tenía un ambiente oscuro, no había nadie, ni coches ni personas.
"Gyro...quiero verte..." pensó el chico dentro de su cabeza, sabiendo que su padre le había prohibido ver a aquel hombre para siempre, sin embargo, Johnny entró dentro.
-¿Qué haces aquí? -sonó la voz de Gyro con un suave acento italiano en ella, el local se notaba vacío-. ¿Qué se supone que estás haciendo en mi local?
-He venido a verte... ¿Qué pasa?
Los ojos de Gyro no mostraban ningún tipo de sentimiento, ni tampoco su voz. Se acercó a Johnny lentamente y se posó frente a él mirándole de arriba hacia abajo.
-Tu padre tiene razón... -comenzó a hablar-. Eres despreciable, eres inútil y por tu culpa murió Nicholas... Ojalá haberle conocido a él en vez de a ti, ¿no ves que nadie se divierte a tu lado? Me das pena, Jonathan... Vas a morir solo.
Entonces un chico de pelo rubio algo más oscuro que el de Johnny apareció al lado de Gyro, tenía los ojos azules, era alto, guapo y delgado.
-Ni... Nicholas... -Johnny abrió la boca.
-Siento vergüenza por tenerte como hermano...
Jhonny no comprendía nada y su cabeza comenzaba a dar vueltas y vueltas, ¿qué hacía ahí su hermano? ¿Por qué Gyro le decía todo aquello? Un gran dolor comenzó a invadirle por dentro y entonces... Despertó de golpe al escuchar la alarma de su móvil, estaba sudando bajo las sábanas y respiraba rápido, jadeando con fuerza. Se intentó tranquilizar al ver que todo había sido solo un mal sueño pero al rozarse los ojos con las manos descubrió que estaba llorando.
Así pasó cuatro noches seguidas, con pesadillas sobre Gyro o su padre, sin poder dormir bien por los malos pensamientos que estaban metidos dentro de su cabeza, con dolor...
Al calmarse apagó su despertador y se quedó tumbado en la cama mirando el techo. ¿Cuánto había llorado por aquellos días? No lo sabía, pero sus ojos siempre acababan rojos e hinchados. Se le había perdido la ilusión por todo y lo peor es que no había asistido a clase y casi ni se había levantado de su cama. Pero a su padre no le importaba si Johnny estaba bien o mal, si comía o no... Johnny comenzó a llorar de nuevo, sentía demasiada presión en su cabeza y no sabía como lo iba a superar.
La puerta de su habitación se abrió de repente, dentro de ella entró el padre de Johnny, que iba ya vestido para irse a trabajar. Vio a su hijo tumbado bajo las sábanas de espaldas a él.
-¿A qué se supone que estás jugando, Jonathan? -preguntó frunciendo el ceño-. ¿Para qué demonios te he pagado la universidad?
El chico al escuchar la voz de su padre se quedó algo tensó y se secó las lágrimas, se sentó sobre la cama girándose un poco hacia él.
-Mira lo mierda que eres, despreciando lo que nunca había debido pagarte, ¿no piensas volver a clase? Te juro que si ahora mismo no te levantas para coger el autobús pienso ir a que te quiten la matrícula.
-Pa... papá me encuentro mal... -dijo Johnny en voz bajita agachando la mirada mientras se encogía de hombros-. No me encuentro con fuerzas para ir...
-Muy bien... ¿Entonces es lo que has decidido? Si crees que vas a darme pena con tus actuaciones de niño pequeño olvídalo, me parece penoso lo que haces, ¿crees que Nicholas se quedaría así tumbado en la cama llorando todo el día como tu haces?
-Pero yo... no soy Nicholas... -le miró de reojo.
-Mira Jonathan... No me interesa lo que me digas, ¿vale? Me interesa saber si vas a continuar yendo a clase o vas a quedarte llorando en casa.
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En un mundo de estrellas
Fanfic[AU] Gyro es un hombre que vive solo y tiene su propio negocio: una pequeña cafetería cerca del centro de la ciudad. Cada día, a lo largo de dos años, tiene la misma rutina, hasta que un día se presentó un chico que cambiaría su vida por completo. ...