Capitulo 8 ♡

1.1K 87 12
                                    

La tarde había sido risas y alguna que otra confesión por parte de Magnus, que a decir verdad, a Alec lo tenía sin cuidado, pues él prácticamente sabía todo de Bane. Los documentos que Jace le entregó llevaban toda su información, así que sólo disfrutó de escuchar la verdad a través de los labios del chico.

Era cierto que los documentos traían escrita la verdad acerca de aquel agente pero lo que Jace omitió fue el hecho de que Magnus entrenaba ballet, le fascinaba, lo vivía, lo sentía, lo respiraba, le apasionaba y eso era un hecho que había tomado con la guardia baja a Alec.

Después de haber llevado a Magnus al edificio, Alec se excusó con que tenía que ir a visitar a un amigo por la tarde/noche, para tal vez jugar videojuegos, pero él realmente necesitaba ir al sótano para poder disculparse con Jace.

Al llegar al sótano, Alec percibió el sonido pasivo de la televisión, que atravesaba la puerta de madera, entonces se dio cuenta de que su amigo estaba ahí dentro. Trató de abrir la puerta, pero ésta no cedía y cada vez se ponía más difícil de maniobrar. Para cuando logró entrar al sótano, su amigo ya había apagado la televisión, y se había metido bajo las mantas. El único sonido vivo era el de un aire acondicionado viejo que trabajaba esa noche.

—Jace, sabes que no tienes que hacer como que estás dormido. Tenemos que arreglar esto, no puedes estar enojado conmigo de por vida.— Alec se acercó a la cama donde el cuerpo de su amigo estaba.

—Estoy dormido, déjame en paz.— murmuró Jace, fingiendo voz de sueño.

—Tú nunca duermes a las seis y media de la tarde, deja de jugar y compórtate como adulto.— Alec arrancó la sábana que cubría al cuerpo de Jace.

El chico se sentó de golpe en la cama y miró con molestia a Lightwood.

—¿Qué quieres, Alexander?— preguntó Jace, entrando en un trance de ira. —¿Quieres que sea tan adulto como tú y que nos exponga a ambos? ¿Eso quieres?— Jace se levantó de un brinco.

—No, y ya pedí perdón por eso.— Alec agachó su cabeza.

—Un perdón no será suficiente para la policía.— murmuró el rubio, acercándose al baño.

—¡Lo sé, carajo!— Alec tomó su cabellera con ambas manos. —¡Sólo perdóname y ya!

Jace se detuvo en la puerta del baño, mirando hacia su amigo.

—Sabes que por mí no hay problema, pero por favor, que esto no se vuelva a repetir, mucho menos ahora que andas detrás de ese agente fracasado.

Alexander pasó su mirada del piso hacia su amigo, quién tenía una sonrisa burlona en el rostro.

Alec corrió hacia Jace, pero éste ya se había escondido en el baño.

—¿Tú cómo sabes eso, Jace?— preguntó un poco irritado, tocando la puerta con ansiedad. —¡Sal y explícame!

Dentro de aquel lugar se escuchó una carcajada.

—Amigo, ¿olvidas que tenemos contactos donde sea? Unos aquí, otros allá, ellos te observan, Alec.— se escuchó la voz burlesca de Jace a través de la puerta.

—¿Por qué mandaste a espiarme? ¡Eso es incómodo!— Alec lloriqueó un poco.

—Estaba preocupado por ti, y quería que llegaras a salvo a tu hogar junto con tu querida esposa Magnus.— dicho esto, Jace rió exageradamente, sólo para incomodar a su amigo.

—¿Y qué tal si yo quería cogerme al tipo? ¡Ellos iban a ver todo! ¡Qué vergüenza!— Alec  sintió sus mejillas arder, y tuvo que cubrírselas.

Estupid in love (Malec) (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora