Destino Final 6 Parte 2.

No puedes evitarlo

Narra Alicia.

Despierto en el sofá , me cuesta reconocer el lugar pero poco a poco recuerdo lo que pasó anoche. Luego de ir a la estación del tren vinimos a casa de Troy. Amy y yo nos dormimos en la sala pero no está aquí.

Me levanto y voy directo al baño. Salgo y encuentro a Amy en la cocina, parece estar nerviosa.

—¿Amy?

—¡Alicia! Acabas de darme un gran susto.— se toca el pecho.

—¿Qué haces despierta? Son las siete.

—Solo tuve una pesadilla.

—¿Puedo preguntarte algo?— me mira fijamente.

—Claro.

—Si estabas en una lista de muerte anterior, ¿cómo lo superaste?

Mira al suelo callada pero responde después de unos minutos.

—Ya que tuve la premonición, la última en morir debía ser yo. Mis amigos empezaron a morir pero logré salvar a mi mejor amiga Rebeca y a mi amigo Adam. Eso tenía que detener la cadena pero solo la saltó. Estábamos en una cafetería cuando surgió un incendio y ellos murieron, por alguna razón no me pasó nada.

La cafetería Keller.

—No lo entiendo, ¿podemos detener a la muerte?— cuestiono.

—No, podemos salvar al siguiente y saltará la cadena al próximo en morir.

—Entonces si hubiera salvado a Mike, hubiera seguido Jane.— trato de entenderlo.

—Sí, Mike tendría más tiempo de vida solo hasta que la cadena regrese a él. Es como un círculo del que no puedes escapar

—Lograremos sobrevivir.— trato de ser cálida. Amy no se negó a ayudarnos y lo agradezco.

—¿Dónde está Troy?— pregunta ella después de un rato.

—Sigue dormido, iré por él.— aviso yendo al cuarto de Troy.

Narra Amy.

Alicia fue a buscar a Troy, yo estoy en la cocina tomando café para calmarme. Reviso la cocina en busca de un periódico, veo uno bajo un portapapeles. Lo tomó pero este se atora de una esquina. Jalo con más fuerza y este se rompe.

Reviso la parte rota, esta consta de un artículo sobre la perdida del tiempo y una imagen de un hombre pero a este le falta la cabeza ya que el trozo quedó en el otro pedazo. Recuerdo algo y siento pánico.

—Hola Amy, ¿cómo dormiste?—saluda Troy apareciendo con Alicia.

—Hola.— respondo sin mirarlos, mantengo mi vista en el periódico.

—¿Qué pasa?— Alicia nota mi inquietud.

—Troy, ¿cómo dijiste que debía morir Erick?

—Decapitado, ¿por qué lo preguntas?

Les muestro el pedazo de periódico y sus caras cambian.

—Debemos irnos ahora.—Se apresura buscando sus cosas.

—Llamaré a su teléfono.—
Alicia busca su móvil.

(...)

Narrador

En la calle Caín beach, Erick se encuentra en una cafetería llamada Coffe Blaire. Está desayunando un sándwich con un café con leche descremada. Revisa su teléfono para verificar si alguno de sus amigos le enviado algún mensaje. No ha sabido nada de Troy, Alicia, Jane o Mike en algunos días.

Termina su desayuno y deja la propina para la camarera. En esa misma calle cuesta arriba se encuentra un auto mal estacionado. En la guantera hay una malteada por la mitad.
Erick sale de la cafetería pero se detiene al recibir una llamada de Alicia. La malteada empieza a deslizarse de la guantera hasta caer empujando la palanca y provocando que el auto se deslice por la calle tomando velocidad.

—¡Erick! ¡Al fin contestas!— suelta Alicia a través del teléfono.

—Hola Alicia ¿qué pasa?— responde Erick parado al borde de la acera.

—¡Estás es peligro!— advierte alterada.

El auto se desvía hacia la acera con velocidad.

—¿De qué hablas Alicia?—pregunta Erick aún sin notar lo que viene.

La camarera llega a la mesa a limpiarla y recoger la propina. Observa a Erick por la ventana y ve como el auto se acerca.

—¡Cuidado!— grita la camarera desde la puerta de la cafetería.
Erick escucha a la camarera y luego mira como el auto está a punto de matarlo.

—¡Aahh!

(...)

Narra Troy.

Gracias al GPS del teléfono de Alicia logramos ubicar a Erick en una cafetería cercana.

—Miren allá, algo pasó.— señala Amy señalando a varias personas reunidas afuera de la cafetería y una ambulancia.

—¿Crees que le haya pasado algo?— pregunta Alicia asustada.

—No lo sé, espero no haber llegado tarde.— detengo el auto.

Bajamos y llegamos a la cafetería. Podemos ver como un auto chocó contra un poste y a Erick siendo revisado por un paramédicos.

—¡Erick!— Alicia corre a abrazarlo.

—Oye, no tan fuerte.— dice Erick devolviéndole el abrazo.

—¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?— indago.

—No te preocupes, estoy bien solo son algunos raspones. Un auto mal estacionado casi me atropella.— cuenta caminando con nosotros después de ser revisado.

—Debemos decirte algo Erick.— confiesa Alicia.

—Habla con él, Alicia. Yo necesito hablar con Troy un momento.—interviene Amy.

Caminamos al auto.

—¿Qué pasa?— me intrigo.

—Es sobre Erick, es muy raro que haya evitado su propia muerte.— se cruza de brazos mirando en dirección a ellos.

—¿Y no es bueno? Si detuvo su muerte, ganó tiempo hasta que la cadena regrese por él.— respondo confuso.

—No lo entiendes, ¿notaste que las muertes de tus amigos son similares a como debían morir en el tren?

Me pongo a pensar, y está en lo correcto. Todo concuerda.

—Tienes razón, Tamy debía caer del tren y luego muere al romperse el cuello cuando cae en patinaje. A Mike debía matarlo un pedazo de metal disparado por la velocidad y luego muere cuando un cuchillo disparado por una batidora atraviesa su ojo. Jane debía morir al ser golpeada por una barra y atravesar la ventana, después muere cuando una barra de luz provoca que atraviese la ventana del 5to piso.

—¡Si! Ese es el punto. Dijiste que Erick debía morir decapitado y dijo que casi lo atropella un auto. ¿No es extraño? No encaja con el destino.— cuestiona pero me distraigo al ver como las luces de la cafetería parpadean.

Narrador

Mientras Alicia le explica a Erick sobre la lista de muerte y Amy habla con Troy, el soporte del poste que fue impactado por el auto empieza a tambalear peligrosamente.

—¡Cuidado con el poste!— grita Troy al ver lo que pasa.

De repente el poste cae jalando los cables hacia Alicia y Erick.

Erick empuja a Alicia fuera de peligro, no logra apartarse y el cable del poste lo decapita violentamente. Si cabeza rueda por el suelo y su cuerpo cae inerte.

—¡Erick, no!— grita Alicia desde el suelo cuando la sangre la salpica.